Hablando sobre el totémico Unit Structures, Scott Yanow define la música de Cecil Taylor como "atonalismo de alta energía", descripción que casa perfectamente con el Air que abre frenético The World Of Cecil Taylor.* La batería de Dennis Charles nos introduce ruidosa en el tema antes de ser sustituida por las teclas de Taylor, quien hace una breve exposición previa a que el cuarteto tome por asalto la grabación y suene a todo trapo. Nos encontramos entonces con la primera improvisación, la de un Archie Shepp primerizo que ya es un saxofonista a tener en cuenta. Es Taylor quien se encarga de la segunda, más larga y mejor, teclas veloces e inspiradas cuyo aleteo es impelido por Charles y el contrabajo de Buell Neidlinger. Al vocablo atonalismo hay que sumarle otro de cinco sílabas, perfeccionismo, pues fueron necesarias ¡veintinueve tomas! para que Taylor se decidiera por la vigesimoctava. Menos agresiva es la música de This Nearly Was Mine, sin Shepp a bordo y con el trío liderado por un pianista agudo que investiga a fondo su instrumento dotado de una habilidad que en nada envidia a la de Art Tatum o Thelonious Monk. Port Of Call, la pieza más breve de las cinco, también en formato trío, establece una conexión entre el bebop que fue y el free jazz que será y muestra a un Taylor imperativo.
La segunda cara del álbum la encabeza E.B., que traza otro puente plausible entre el hard bop y el free mediante un Cecil Taylor apabullante, rebosante de ideas que parten de la tradición blues y viajan hacia la vanguardia europea en dibujos acústicos de belleza indiscutible. Una apertura que es capaz de fundir un delicado piano clásico de ecos decimonónicos, planteamientos atonales derivados de la Segunda Escuela de Viena, jazz y blues; el retorno de Archie Shepp y su saxo tenor; un Charles significándose como no lo ha hecho antes; el autor de Conquistador! en la misma línea de autoridad y ambrosía… Los quince minutos que clausuran The World Of Cecil Taylor celebrando una Lazy Afternoon no hacen sino aumentar nuestra admiración por un artista que todavía tenía muchísimo por ofrecer, pero que aquellos 12 y 13 de octubre de 1960 ya había logrado la maestría gracias a un elepé no tan extremo como los que fabricará en el futuro aunque dotado de una musicalidad exquisita. Algo así como su Milestones particular, digamos como conclusión.
*También conocido como Air por una reedición de 1971.