martes, 16 de octubre de 2012
Bluejean Bop! y Gene Vincent And The Blue Caps
"Las chicas estaban enamoradas de Elvis, mientras que Vincent era un héroe para los rockers militantes." Tiene gracia esta frase de Gary Blailock, pero al igual que cualquier otra boutade lleva implícita cierta verdad dentro. Como es bien sabido, un accidente en moto había dejado a Gene Vincent con una pierna inútil, que a punto estuvo de ser amputada, en 1955. Obviamente, así no puede servir a la Armada de su país, que necesita de hombres recios y totalmente sanos para invadir el país de turno e imponer la democracia. Vincent ya está preparado para ocupar, al igual que Presley, un lugar básico en la historia del rock and roll… en lo que a música se refiere, pues las mujeres preferían los contoneos del Rey a la movilidad limitada de Gene Vincent y los dedos veloces Cliff Gallup. Sin entrar en comparaciones ridículas, el accidente que sufre con solo veinte años hace difícil pensar en Vincent como icono sexual, menos aún sensual, y facilita el centrarse en lo que es extrictamente su arte, del que es parte esencial el citado Gallup. Guitarrista solista de los Blue Caps, el grupo de Vincent, en menos de un año formando parte de él graba dos elepés imprescindibles y el inmortal single Be-Bop-A-Lula, y deja una forma de entender —más que de tocar— las seis cuerdas electrificadas que marcará a todas la generaciones posteriores.
Son tanto Bluejean Bop! (1956) como Gene Vincent And The Blue Caps (1957) axioma para los que amamos la música del diablo, a cuyo nacimiento asistimos mediante la conjunción de unas formas simples que aúnan elementos del rhythm and blues, country, swing y otros con la energía arrolladora (básicamente, la que da la juventud) de quienes las interpretan. Pero aquella energía convivía, en ambos elepes, con una sobria y sensible emoción para las baladas. El mejor ejemplo lo tenemos en el segundo de ellos, cuando Vincent y su banda se ponen farrucos en uno de sus temas más acelerados y salvajes, Hold Me, Hug Me, Rock Me, para, seguidamente, atacar una versión desgarradora en su contención del Unchained Melody. Tiernos o aguerridos, los Blue Caps funcionan con exactitud mientras su jefe luce cuerdas vocales y Gallup toca unos solos memorables con los que destaca por encima del conjunto.
Aunque Gene Vincent And The Blue Caps sea más duro y contundente que su predecesor, Bluejean Bop!, los dos ofrecen un modelo perfecto en sus doce canciones cortas y precisas que devendrán modelo referencial, pero que, sobre todo, siguen impresionando por su sencillez y austeridad, por su capacidad de transmitir lo máximo con lo mínimo. El rock se hará complejo con el tiempo —a veces hasta el desatino—, pero lo que gane en matices y riqueza, lo perderá en la magia de su ruptura iniciática. Esa magia que sigue impregnando los primeros discos de Gene Vincent y que, como la fórmula secreta de la Coca-Cola, parece estar al alcance de cualquiera. Ahí la tienen para analizarla, estudiarla, descubrirla… pero ¿para reproducirla? ¿Al alcance de cualquiera?
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Durante cierta inolvidable etapa de aprecio hacia los gatos descarriados este disco fue fundamental para mí. Dos frases a destacar, subrayar en negrita o en fluorescente: "Obviamente, así no puede servir a la Armada de su país, que necesita de hombres recios y totalmente sanos para invadir el país de turno e imponer la democracia" y "El rock se hará complejo con el tiempo —a veces hasta el desatino—, pero lo que gane en matices y riqueza, lo perderá en la magia su ruptura iniciática". Recibe abrazos.
ResponderEliminarUna banda de verdad, Jose, cierto. Cliff Gallup nunca aparecerá en esas listas de los mejores guitarristas, al igual que Bo Diddley, Link Wray o Lou Reed, pero ésos son los sonidos que yo prefiero. Gracias por la foto, majo.
ResponderEliminarMe alegro de que te gusten esas frases, Johnny. Por cierto, en la segunda me había comido la preposición "de" antes de "su ruptura iniciática", así que doblemente agradecido por facilitarme su corrección. De los Stray Cats a Gene Vincent y similares, lógico.
Un abrazo para los dos.
Es una de las bandas por las que lucí tupé durante muchos años. No creo que esté al alcance de cualquiera, para mñi los auténticos genios son aquellos que son capaces de hacer mucho con muy poco, como Gene Vincent. Muy buen post Gonzalo. Me han dado ganas de alzar de nuevo mi tupe, si no fuera por mi ataque de alopecia ja ja ja!!. Saludos
ResponderEliminarHey, El Ángel Negro y sus secuaces!
ResponderEliminarUniendo temas, ahora me estoy leyendo de manera compulsiva el "When Giants Walked The Earth" (la bio de Led Zeppelin, que me la pillé en inglaterra por 3 míseras libras!)Y se cita de refilón algunas andanzas de Gene, que fue uno de los artistas con el que se fogueó el joven Peter Grant: Pobre hombre, estos ingleses me lo trataron como una braga,cuánta vejación.
Be-Bop-A-Lula, it's-my-blog! Rock On!
Uno de los grandes de los 50's y la banda que le acompañaba no eran moco de pavo. ¡Vaya marcha que tenían! ¡Vaya gritos!... eran todo vitalidad.
ResponderEliminarDos discos abolutamente imprescindible en cualquier colección. No concibo el rock sin ellos, así de claro!
Ahh, si me permites, Vincent no tenía nada que hacer frente a Elvis en cuestión imagen. No hay comparación posible. Uno era guapo,sexual, provocador, atractivo, glamuroso... y el otro no llegaba a esas cotas ni de coña. Además, Vincent sufrió su accidente en el '60 cuando su éxito empezaba a decaer. Tuvo tiempo suficiente de desbancar al más grande que pisó tierra, je,je.
Saludos.
Totalmente de acuerdo, Chals. En cuanto a lo de la alopecia, poco puedo hacer, je je je.
ResponderEliminarLeí hace poco una biografía de Zeppelin, "El martillo de los dioses", interesante pero un tanto amarilla, Tyla. Vincent tuvo mucha suerte en lo artístico (me refiero a la calidad de su obra), pero muy mala con los accidentes de tráfico.
Inconcebible, por supuesto, Rockland. Recuerdo bien tu entrada acerca del "Bluejean Bop", ya sabía de tu fanatismo. En cuanto a lo del accidente, el de 1960 fue el segundo, yo hago mención al primero, el de 1955, que ya le había dejado muy tocado. Pero, sí, Elvis era mucho más atractivo. Además, a ti no te puedo discutir eso, ja ja ja.
Abrazos para los tres.
Vincent era despiadado con el ritmo y la adrenalina que insuflava a su compas y su banda era dinamita mezclada con mezcal, un grande, junto a Cochran dos de mis favoritos, ademas de otro montón mas de la época claro.
ResponderEliminarGran entrada Gonzalo.
Abrazoas.
Ah, los habrá más grandes, más conocidos, estarán Cochran y Richard, Presley y Lewis, Berry y Holly, todos inmensos, pero Vincent siempre tendrá un hueco gigante en muchos corazones.
ResponderEliminarExcelente recuperación.
Ahhhh, los habrás más garndes, o más conocidos. Estarán Cochran y Richard, Presley y Lewis, Berry y Holly, todos inmensos, pero Vincent siempre tendrá una parte importante de este corazón.
ResponderEliminarExcelente recuperación.
Gracias, Addison. Sí, uno de los mejores y más potentes.
ResponderEliminarMás conocidos, sí, pero no más grandes, aunque yo por el que siento debilidad absoluta es por Little Richard, ya que le citas. Un placer tenerte aquí, Red River.
Un abrazo, compas.
Increíble Gene Vincent e increíble esa época del rock ´n roll y rockabilly de los 50. Con esta gente era imposible no moverse. Mis favoritos, a parte de Vincent eran Chuck Berry, el que más me gusta posiblemente, y Fats “Gordo” (cariñosamente) Domino. De éste creo que sale un tema maravilloso en la peli 12 monos, de Terry Gilliam.
ResponderEliminarUn saludo, Zalo. Estupendo.
Qué tal Gonzalo. Como le llevas? Recordando arriaza?. Bufff, esas fiestas salvajes, esa pared "presidencial", esas intervenciones policiales... Madre mia¡ que tiempos aquellos.
ResponderEliminarBueno veo que recuperas a otro maldito del r'n'r. El otro "man in black". Yo destacaría como tu has echo sus baladas, y el sentimiento con que las cantaba, quizás reflejo de la vida chunga que tuvo.
Bueno macho cuidate. A ver si nos vemos pronto por Madrid.
un abrazo.
Chuck Berry es un genio, el arquitecto supremo del rock and roll, Javier. No recuerdo lo de Fats Domino en "12 monos". Lo que se me ha quedado grabado para siempre, sin embargo, es la doble sesión con "Vértigo" y "Los pájaros" a la que acuden para esconderse Bruce Willis y Madeleine Stowe. Inmejorable.
ResponderEliminarSí, me acordé de ti, qué tiempos, animal del rock. Las baladas son impresionantes, me ponen los pelos de punta. Nos vemos pronto, sí. Oye, que no se me pase, el sábado 17 (de nov.) tocan los Rubinoos y Suzy & los Quattro (su último disco, "Hank", es una pasada) en Madrid, no se si coincide con tu visita a la capital, pero si es así, nos vamos fijo a verles.
Abrazos para los dos.