Extensión del rhythm and blues, el rock and roll fue fagocitado por los blancos y la imagen de un Elvis moviendo insinuante sus caderas ha quedado como génesis del género, cosa absolutamente falsa pero inevitable, siendo, como es, Elvis Presley conocido como el Rey del Rock.
Pero más allá de estas consideraciones están los dos primeros elepés de Elvis para RCA, discográfica en la que aterriza en 1955 de la mano de quien sería su mánager, el coronel Parker, tras sus iniciales grabaciones para Sun Records. Registrados ambos en 1956, Elvis Presley y Elvis han quedado posiblemente como los dos mejores trabajos de Presley, que, bien es sabido, apenas componía, pero cantaba como los ángeles. La fuerza de sus estupendas versiones de Carl Perkins (Blue Suede Shoes) o Little Richard (Tutti Frutti, Rip It Up) se combina a las mil maravillas con la tersura de su voz en baladas como Blue Moon o First In Line. Country, blues y rockabilly devienen rock and roll de la mano de una instrumentación sobria y sencilla, pero tremendamente efectiva y elegante.
La influencia de Elvis Presley y Elvis (de la obra en general del artista de Tupelo) ha sido enorme y podemos escuchar su eco en cantantes tan diferentes como Robert Plant o Joey Ramone, por ejemplo. Incluso los Clash copiaron el diseño de la portada de Elvis Presley para dar la vuelta al sentido de la misma. Normal, considerando que durante aquel año de 1956, además de los discos reseñados, Presley grabó sencillos del calibre de Hound Dog, Don't Be Cruel o la escalofriante Love Me Tender. Sólo los más grandes son capaces de una hazaña así.
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