Something For Trane That Trane Could Have Said. Recordando a su venerado John Coltrane abre Rahsaan Roland Kirk (ya ha añadido el Rahsaan a su nombre y así lo refleja la portada) Natural Black Inventions: Root Strata, particular grabación de 1971 en la que Kirk se acompaña de las percusiones de Maurice McKinley y Joe Texidor y los múltiples instrumentos que él toca. Nacen, pues, las peculiaridades acústicas que atraviesan el elepé de una voluntad categórica de su autor, ya que aquí él hace sonar (algunos conjuntamente, algunos de su creación, como es sabido) saxos, flautas, clarinete, armonio, percusiones y, a mencionar aparte, trozos de manguera, una caja de música, una hoja de metal, sonidos de pájaros y palmas. Pero no solo es eso. La brevedad de las trece piezas (ninguna llega a los cuatro minutos), contextualizada en un entorno jazzístico y cotejándola con la obra de su autor, y la forma de afrontar las improvisaciones y el acompañamiento rítmico eluden las etiquetas tajantemente (incluida la versión del Day Dream de Duke Ellington, en la que Sonelius Smith incorpora su piano) y se saltan cualquier regla que las ate a subgénero alguno. Se declara Kirk libre del todo para hacer lo que le venga en gana (tampoco hace free jazz, no). Puede haber momentos en que la música les recuerde a una fanfarria; otros en que un minimalismo primitivo y esotérico les arrope; aquéllos en los que una tarde de lluvia de la infancia encerrado en casa —la incertidumbre y el deseo de la mano— acuda a su mente… Las posibilidades son infinitas y no quiero asociar el título de ninguna composición a las sensaciones que en mí provoca, prefiero que sea el lector el que lo haga. Natural Black Inventions rehúye la taxonomía y llama a la sensibilidad y la inteligencia del oyente sin los prejuicios de la clasificación que tanto nos obligan y que tantas veces utilizamos como anticipo defensivo de lo inefable. Lo de Rahsaan Roland Kirk en este álbum es único, no vayamos a estropearlo con más vocablos.
Pues no se hable más, después de esa retirada y cerrojazo a cualquier vocablo calificativo de esta obra, solo nos queda escucharla y aportar (si es que podemos hacerlo) otra interpretación, semejante o distinta. La tuya no ha estado mal.
ResponderEliminarAbrazo,
Lo he hecho así, Javier, porque creo sinceramente que Kirk aquí elude todo tipo de leyes o estándares. Ya me dirás cuando lo escuches. Por cierto, yo tengo el disco en CD, pero he visto que hay edición española en vinilo de 1985.
ResponderEliminarUn abrazo.