Dividido en cuatro capítulos correspondientes a cada una de las cuatros caras del doble elepé, Something/Anything? es un trabajo mastodóntico y colosal de Todd Rundgren parido en 1972. A Bouquet Of Ear-Catching Melodies, atendiendo a su título, cuenta con seis canciones que responden al soft rock, al pop y al soul. Si bien todas son una delicia, la modélica e iridiscente apertura de I Saw The Light y la melancolía sentimental, de las que se te clavan en el alma, de It Wouldn't Have Made Any Difference no tienen rival, mientras que Wolfman Jack rompe parcialmente el tono ataviada de góspel y R&B.
The Cerebral Side se inicia con una Intro en la que Rundgren habla sobre los sonidos de estudio, trucos que explica con ejemplos durante un minuto largo. Seguido por el juguetón tema instrumental Breathless, liderado por diferentes teclados, no va a abandonar el disco el tono pop establecido en el primer cuarto —como The Night The Carousel Burned Down, Saving Grace y demás van a corroborar hasta el final de la cara (a excepción de los últimos segundos, por la postrera conversión al blues rock de I Went To The Mirror)—, aunque el nivel de experimentación y de complejidad sea mayor, con ecos claros de la segunda época de los Beatles.
Los Blue Öyster Cult más atmosféricos (el grupo acaba de debutar un mes antes de la publicación de Something/Anything?) vienen a la cabeza del aficionado al escuchar Black Maria, la pieza que encabeza The Kids Get Heavy o la tercera parte de trabajo. Luciéndose a la guitarra solista, Todd Rundgren da un volantazo a la función, aunque en One More Day retome los aromas pop con disfraz de calipso. Couldn't I Just Tell You es power pop tan seminal como el que en breve va a dar a conocer —sin el menor éxito y llamando al futuro— Big Star. Confirmando la heterogeneidad del penúltimo bloque, Torch Song es una balada de voz y teclados sin base rítmica a la que responde con su hard rock ardiente Little Red Lights.
Baby Needs A New Pair Of Snakeskin Boots (A Pop Operetta) no solo es el capítulo final sino que trae más cambios. Si hasta este momento Rundgren había tocado todos los instrumentos (sí, todos), en la cuarta cara se rompe esta regla y un buen número de músicos se suman a la fiesta. Una mixtura lo-fi de Money (That's What I Want) y Messin' With The Kid llamada Overture - My Roots es el primer tema que escuchamos. Mark Klingman compone (otra excepción) y toca el órgano en la balada Dust In The Wind (nada que ver con Kansas, no hace falta aclararlo). La cachonda Piss Aaron destila ragtime, funk y pop, y Hello It's Me es una magnífica y exitosa revisión de la canción ya grabada por Rundgren con Nazz, aquí pop orquestal de prominentes vientos y coros. El funk rock pegajoso de Some Folks Are Even Whiter Than Me, con el saxo de Gene Dinwiddie y la guitarra solista del propio Rundgren (si no me equivoco) brillando especialmente, nos conduce hacia el fin de Something/Anything? You Left Me Sore suma pop a la causa y Slut, rock and roll clásico y básico con doble saxo tenor que da por concluido este exuberante álbum doble, noventa minutos refinados, variados y regocijadores.
Un disco colosal de un músico que con tan solo 23 años fue capaz de parir una obra tan grande. Todd es el ejemplo perfecto del hombre de música centrado en sus labores de compositor, productor y "ratón de estudio de grabaciones". Su mente funcionaba como una auténtica esponja, asimilando todas aquellas propuestas que le parecieran necesarias para crear y dar a conocer su obra. Desde Debussy y Mozart hasta Beatles, Brill Building, Phil Spector, Motown , psicodelia inglesa, power-pop.
ResponderEliminarUn fuera de serie que a tan corta edad ya formaba parte de la agencia de contratación de Albert Grossman, mánager de Dylan.
Es este, para mí, su mejor disco., sin duda alguna. Una maravillosa panorámica que muestra su gran talento a todo aficionado que se precie.
Abrazos,
También a mí me parece su mejor disco, Javier. Como bien dices, Rundgren supo asimilar desde muy joven montones de influencias y realizar una obra personalísima y de mucha calidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Era sabedor que me estaba perdiendo a Todd (no se puede tener todo), pero con este pedazo de obra me pongo, al menos un poco, al día.
ResponderEliminarGracias, Gonzalo
Todd, toda una época, le perdí el rastro... La vida y sólo la vida.
ResponderEliminarTu entrada anterior es uno de mis amores desde y para siempre. Lady Day. Ccomo dice el tango: no habrá ninguna igual.
Amigo, te sigo de aquí en más. Agradecido por tu visita.
¿Te dije que Crazy Horse y ese disco en especial que brullan en el frontispicio de tu blog son mi debilidad?
Abrazo. Te sigo de aquí en más...
Suerte la tuya que empiezas con él, Alberto. Muchas gracias a ti.
ResponderEliminarQué grandeza la de Billie Holiday, Carlos. También yo adoro a Neil Young con Crazy Horse (y sin Crazy Horse), Ragged Glory me pareció un gran nombre para el blog porque el disco me parece colosal, su sonido dice mucho de mis gustos musicales y lo que transmite su título lo siento muy cercano.
Abrazos.