Nada perdió Manta Ray con su marcha —Esperanza y Heptágono (a medias con Schwarz) así lo demuestran—, pero mucho ganó el rock español (y en castellano) con el inicio de la carrera en solitario de Nacho Vegas. La del asturiano ha ido ensanchándose desde aquellos Actos inexplicables que dieron título a su primer álbum en 2001 hasta convertirse en referencia capital de la música popular hecha en España en lo que va de siglo. Poseía ya ese disco muchas de las características que luego desarrollará en sus múltiples trabajos (epés varios, colaboraciones con Enrique Bunbury y Christina Rosenvinge, Lucas 15, además de los tradicionales elepés), pero es en el segundo y doble CD Cajas de música difíciles de parar (2003) en el que su estilo será plenamente expuesto. Veinte canciones que se van hasta los cien minutos para que tenga tiempo Vegas de contarnos sus historias y acercarnos sus lamentos, heredero de esa senda —la de cantautor rock— hollada por Bob Dylan, Leonard Cohen y otros. Por fortuna, no es Vegas imitador sin alma, sino que su manera de cantar, las letras tan peculiares, las siempre hermosas melodías, los arreglos y la banda que le respalda hacen que lo que podía flojear en algún momento por su incontinencia —también existe el disco como triple vinilo— devenga particular y necesario. Magnéticas a lo largo de todo el recorrido, incluso sublimes en ocasiones, estas Cajas de música difíciles de parar han tenido eco hasta el día de hoy en la magnífica producción discográfica de Nacho Vegas solo o en compañía. Trabajos como Desaparezca aquí, La zona sucia o El tiempo de las cerezas (éste con el que fuera cantante de Héroes del Silencio) han corroborado y expandido la obra de aquel joven que viajó desde el noise y el kraut de Manta Ray hasta el folk eléctrico con el cambio de centuria. Si las consecuencias estéticas son de tal calado, es indiferente la singladura.
Estoy plenamente de acuerdo, mucho ganó la música en castellano. Me gustan mucho estas "cajas" aunque mi preferido con diferencia es "Desaparezca aquí". Saludos.
ResponderEliminarNacho es un tesoro y este disco con Actos Inexplicables el que más me gusta.Desde luego que Vegas merece la pena...por cierto Rafael Berrio seguro que te gusta también...que buen disco el 1971!
ResponderEliminarSaludos!
Que gran entrada Gonzalo, me ha encantado.
ResponderEliminarSolo he escuchado La Zona Sucia y me atrapó en varios de sus pasajes.
Me viene genial esta entrada para abordar este doble que comentas.
Un abrazo
"Desaparezca aquí" es genial, Johnny, quizá también sea mi favorito. En 2006 vi a Nacho Vegas en directo presentándolo, y el concierto fue apoteósico.
ResponderEliminarTodo un tesoro, Joserra. Tengo que echarle un oído a lo último de Berrio.
Pues muchas gracias, Mansion. A mí "La zona sucia" me ha encantado, como todo lo que ha hecho hasta ahora Vegas.
Saludos a los tres, y a los vizcaínos, enhorabuena por la victoria del Athletic frente al Málaga.
No sé porqué se le han dado tantos palos a Nacho por su aparente impostada pose de chico sufridor que se recrea en su tristeza ; y precisamente esos palos le han llegado desde donde no hace mucho precisamente lo adoraban ; me alegro de que se le empiece a nombrar y airear sus valores artísticos , que los tiene y muy buenos, y canta en español ( salvo alguna canción tradicional asturiana - muy buen disco el de LUCAS 15) ; a mi me gusta mucho y le sigo desde aquel ya lejano Actos Inexplicables ; no tengo muy claro cual sería el mejor , todos me han aportado buenas cosas ; esto que digo no lo podemos decir de muchos...
ResponderEliminarSaludos!
A mí me pasa igual, Jesús, toda su obra me parece muy interesante, no hay bajón alguno. Yo le he visto dos veces en vivo (2006 y 2011), y las dos estaba lleno de gente que parecía tener bien clara la calidad de Vegas.
ResponderEliminarSaludos.
Grandísimo Nacho Vegas, de esos artistas que queda en un grato recuerdo, un compartimento de la memoria dedicado a él solito.
ResponderEliminarUn saludo!
Sí, Vegas ha creado un mundo propio, Piru.
ResponderEliminarSaludos.