domingo, 22 de abril de 2012
The Artistry Of Freddie Hubbard
Ni su impresionante currículo como colaborador en los años sesenta, ni el hecho de que sus dos mejores trabajos en mi opinión, Red Clay y Straight Life, vean la luz en los albores de la década siguiente pueden empañar la obra de Freddie Hubbard en solitario durante la época que presta su trompeta para The Blues And The Abstract Truth o Out To Lunch. The Artistry Of Freddie Hubbard pertenece a aquel periodo y recoge una sesión de julio de 1962 que será publicada al año siguiente. Rodeado de Curtis Fuller al trombón, John Gilmore al saxo tenor, Tommy Flanagan al piano, Louis Hayes a la batería y Art Davis al contrabajo, Hubbard lidera un sexteto que nos regala una magnífica ración de hard bop.
Caravan, el clásico escrito por Duke Ellington y Juan Tizol, es la primera pieza del álbum. Hubbard abre el turno de improvisaciones para recordarnos que a sus veinticuatro años ya es un consumado especialista, al igual que lo es John Gilmore, mano derecha de Sun Ra y maestro indispensable en su terreno. Bob's Place contiene largos y geniales solos tanto del trompetista como del saxofonista, a quienes se suman unos Fuller, Flanagan, Davis (con el arco) y Hayes que hacen parecer sencillas y fluidas las más elaboradas de las ejecuciones. Happy Times es un pequeño divertimento que el sexteto resuelve con corrección antes de entregarse a la sensacional revisión del Summertime de George Gershwin, punto álgido de la sesión. Los músicos bordan la larga introducción para luego regalarnos unas emocionantes conversaciones con sus instrumentos, llenas de tacto, sensibilidad y dulzura. Por debajo y sin cejar, la batería de Louis Hayes ofrece un lección rítmica de la que es difícil aprender si no tienes el talento previo. The 7th Day, quinto y último tema, cuenta con una espectacular obertura que da paso a un Tommy Flanagan lírico y contenido. Freddie Hubbard, Curtis Fuller y John Gilmore se suceden felices hasta que el conjunto retoma el motivo principal, disponiéndose así a completar esta pequeña obra maestra no demasiado popular de uno de los valores más seguros de la historia del jazz. Decir que Hubbard y belleza deberían ser sinónimos no es hipérbole alguna.
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¿He leído Duke Ellington? Voy a bajarlo ya. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarHe escuchado muy poco a Hubbard, alguna que otra colaboración, desde que escribiste sobre The "Blues and the Abstract Truth", empecé a buscar el disco que con tu reseña despertó mi curiosidad, la próxima semana voy a tenerlo por fin en mis manos y ya lo saboreo, ahora llamas mi atención sobre Hubbard, gracias por las lecciones, la apertura de puertas y la oportunidad del intercambio de ideas con quien compartimos pasiones.
ResponderEliminarHe escuchado muy poco a Hubbard, alguna que otra colaboración, desde que escribiste sobre The "Blues and the Abstract Truth", empecé a buscar el disco que con tu reseña despertó mi curiosidad, la próxima semana voy a tenerlo por fin en mis manos y ya lo saboreo, ahora llamas mi atención sobre Hubbard, gracias por las lecciones, la apertura de puertas y la oportunidad del intercambio de ideas con quien compartimos pasiones.
ResponderEliminarYa me dirás, Alex. Por cierto, nada envidia Hubbard a Ellington.
ResponderEliminarGracias a ti, Ariel, como siempre. Espero con ganas tu opinión acerca de la obra magna de Oliver Nelson.
Un abrazo.