domingo, 15 de diciembre de 2013
Younger Than Yesterday
Nacidos a la sombra de la invasión británica, en general, y de los Beatles, en particular, los Byrds dieron desde el principio con una voz particular que, unida al talento compositor de sus miembros y la habilidad para hacer suyas canciones de otros, fue capaz de edificar seis elepés indispensables en un periodo de solo tres años en los que la banda muta del folk electrificado y el pop de Mr. Tambourine Man —su primer trabajo— al country de Sweetheart Of The Rodeo —el sexto—, dejando un reguero de psicodelia en el camino. Elegir entre obras tan exquisitas es, para un servidor, como hacerlo entre En busca del tiempo perdido y El corazón de las tinieblas o Las Meninas y el Guernica. Cuando es tal, prefiero acumular la belleza, analizarla caso por caso, antes que decidir —metidos de nuevo en harina— si este disco merece una décima más que aquél.
Sin rastro alguno ya de Gene Clark en él, Younger Than Yesterday (1967) es el cuarto álbum de los Byrds, y, pese a que manifiesta cierta continuidad respecto a Fifth Dimension, los elementos lisérgicos y experimentales y el raga rock no tienen tanta importancia, o, al menos, no son tan decisivos en el resultado final del elepé. So You Want To Be a Rock 'N' Roll Star, quizá al clásico por excelencia del grupo, da el pistoletazo de salida con esa maravillosa melodía de la mítica Rickenbacker de doce cuerdas de Roger McGuinn, convertida en sublime armonía al entrar el bajo de Chris Hillman y potenciada sonoramente por la trompeta de Hugh Masekela. La ironía con la que se observa la industria musical en la letra del tema pone en solfa la mitificación que muchas veces se hace de una época esencial en la construcción y extensión del rock and roll, pero propensa —como cualquier otra— al engaño y a la manipulación de los artistas y su público. Una de las sorpresas más gratas con la que nos encontramos es la incorporación de Hillman como autor único de canciones. Have You Seen Your Face es la primera de las cuatro que aporta, celestial oda al enamoramiento que a día de hoy permanece como uno de los mejores temas de la banda. La pegadiza C.T.A. nos habla de extraterrestres, y su pop alegre y saltarín se ve inficionado por voces de seres de otras galaxias y efectos de estudio relacionados con las músicas concreta y electrónica… y el más allá si lo desean. Si este corte está escrito por McGuinn y R. J. Hippard, Renaissance es una composición del primero y David Crosby, cuya bellísima arquitectura, sin salirse del sonido byrd, la acerca a esas miniaturas gregorianas patentadas por los Beach Boys. Time Between es la segunda y exquisita canción de Hillman, personalísimo country pop que contrasta con el recogimiento de Everybody's Been Burned, un tema de David Crosby que quita el aliento por su delicada estructura, pero, sobre todo, por la espléndida forma en que está interpretado. Thoughts And Words (Chris Hillman) mezcla el pop con la psicodelia y utiliza el estudio, al igual que en C.T.A, como un instrumento más. Profundizando en la vía psicodélica, Mind Gardens está plagada de manipulaciones sonoras que convierten esta composición de Crosby en la más larga y radical propuesta del disco. Una brillante versión del My Back Pages dylaniano precede a The Girl With No Name, nuevo y excelente número de country pop a cargo de Hillman. Para completar la media hora que siempre duraban los plásticos de los Byrds, otro memorable tema escrito a medias por McGuinn y Crosby, Why, en el que las soberbias armonías vocales y las melodías inolvidables del cuarteto conviven con el raga que traen los solos de guitarra de McGuinn imitando al sitar.
No creo que sea necesario añadir más loas o comentarios a esta aproximación a una de las obras maestras de la banda californiana. Cuarto movimiento de una sinfonía de cámara que se divide en seis, dura tres horas y ve la luz entre 1965 y 1968, Younger Than Yesterday consigue destacar en un año en que debutan la Velvet, los Doors, la Jimi Hendrix Experience o Captain Beefheart, y Beatles, Beach Boys, Love, Cream o Aretha Franklin publican álbumes descomunales (¿apabullados?); pero también lo harían los cinco discos que faltan para completar el fulgurante arranque de una institución sin la que —ya lo saben— el rock no sería lo mismo. Big Star, Eagles, Tom Petty, Replacements, Cynics o Teenage Fanclub —me vienen ahora a la cabeza, pero son cientos— dan fe de ello.
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Precioso desglose de una OBRA MAESTRA y un disco inspirador por los siglos de los siglos, amén. Nada Gonzalo, aquí un fan fan de nuevo , de tu escritura y de los Págaros ( sería la traducción , que no Pájaros ;-)) Fueron más que grandes...Byrds forever! Thoughts & Words quizás sea mi favortia del lote, adoro a Chris.
ResponderEliminarDescomunal disco, como todos los suyos, sin dejar ninguno por el camino. Soy más de "Notorious Byrd Brothers", lo cual no significa que éste "Younger Than Yesterday" vaya muy a la zaga, todo lo contrario. Para mí The Byrds es el gran grupo americano de siempre, a lo máximo a lo que se ha podido llegar nunca por músicos nativos de EEUU. Lástima que Gene Clark no aportara más. Pero ahí estaba, como bien recalcas y destaca Joserra, el gran Chris Hillman que, junto a la pareja McGuinn y Crosby, forman una trinidad compositiva e instrumental de órdago. Al final, siempre nos quedarán ellos, THE BYRDS. No hay palabras para reseñar la belleza que produjeron en su larga y fructífera vida.
ResponderEliminarMaravillosa entrada por todo, por lo que cuenta y por lo que recuerda, por lo que reconoce y por los lazos que teje entre las otras bandas mencionadas.
Abrazos "byrdianos"
JdG
Gracias, Joserra. La verdad es que con los Byrds —los Págaros, je je je— todo es más fácil, la armonía de su música te espolea. Yo también siento debilidad por Chris Hillman. En fin, un disco de escándalo.
ResponderEliminarAbrazos.
Javier, gracias también a ti. Sé lo de "Notorius" por el fantástico texto que le dedicaste. Yo quizá me quede con los Beach Boys, aunque la grandeza de los Byrds es tal que me resulta dificilísimo elegir. Gene Clark era un genio, pero los otros tres no se quedan atrás, si no, no existirían discos tan gloriosos como "Younger" y compañía.
ResponderEliminarAbrazos gonzalianos, je je je.
Beatles, byrds , beach boys las tres Bs
ResponderEliminarEste me lo compré en cd en un pack que se completaba con "sweetheart" y el "notorious" (casi nada) y ya desde el principio me destacó especialmente en querencias propias. Grandísimo trabajo por si mismo con el plus añadido de estar firmado por una bandaza irrepetible, y como tan bien recalcas casi al final, cuya proyección a infinidad de gentes (ilustres en mayor o menor grado) posteriores resulta indebatible. Historia intocable del rocanrol, sin más. Y abrazo guzzero.
ResponderEliminarEl que mas me gusta de The Byrds a pesar de que ya no esta mi idolatrado Clark, la incursión de otro de mis adorados segundos de a bordo, Chris Hillman, es básica para rellenar el disco de temas, y Crosby que no es santo de mi devoción aqui esta quizas en el mejor momento de su carrera, McGuinn no esta en su momento, por lo cual la aparición de Hillman es providencial para el disco y para el artista, aquí nace no solo un instrumentista y hombre de equipo genial, sino un inspirado compositor tambiñen.
ResponderEliminarGran entrada Gon.
Abrazo.
Permíteme que añada la b de The Band, Bernardo.
ResponderEliminarPedazo de pack, Guzz. Totalmente de acuerdo con tu comentario, maestro, muy poquitos como los Byrds.
Lo de Hillman es el gran descubrimiento del álbum, qué maravilla de canciones se casca el bajista. Yo no diría que McGuinn esté en mal momento, Addison, sino que las aportaciones de Crosby y Hillman son realmente sobresalientes. Gracias por lo de la entrada y por tu aportación.
Abrazos para los tres.
Por fín, The Byrds reseñados en RG!!!!! :-)
ResponderEliminarComo llego tarde simplemente refrendar lo dicho por los ilustres comentaristas (y por tu excelso texto) y destacar la labor de Gary Usher en los controles contribuyendo a magnificar el resultado final.
Un abrazo, Gonzalo.
PD. Me uno al "grito de guerra" de Joserra: BYRDS FOREVER!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Je je je... tremendo discarro de los Págaros... ja ja ja... la verdad es que yo soy de los que piensa que al principio se pasaban con tanta versión de Dylan, pero en éste disco My back pages me apasiona, además de en general el sonido de las guitarras rickenbackers que es especialmente precioso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por fin, por fin, Agente. Ya van cayendo muchos de los más grandes, pero, por ejemplo, Chuck Berry, Sly Stone, Joe Henderson, Herbie Hancock o John Lennon todavía no han sido tratados aquí. Trataremos de ponerle remedio el año que viene. Nos unimos en tu reivindicación del maestro Usher y gritamos alto y claro: ¡Vivan los Byrds! Y gracias por lo del texto.
ResponderEliminarLos Págaros de Hitcot, Savoy, je je je. Mucha versión de Dylan, pero cojonuda. Sí, "My Back Pages" es también espléndida en manos de los Byrds. Y del sonido de la guitarras opinamos lo mismo.
Abrazos para los dos, figuras.
Que sí, que sí Gonzalo, que esto es una obra maestra incontestable, que si la pones en el equipo con un volumen considerable se aprecia el trabajo inigualable de las guitarras con fraseos no de este mundo. Éste y Fifth Dimension completan cualquier discografía que se precie. Saludos
ResponderEliminarCollons, que fenomenal reseña, es lo primero que me sale. Efectivamente, sin los Byrds no habrían salido algunos básicos en mi vida. Abrazo, megacrack.
ResponderEliminarDel más allá, como digo en el texto, Antonio. "Younger" y "Fifth" van a cualquier misa (pagana, por supuesto) que se precie.
ResponderEliminarGracias, Johnny. Sin los Byrds, difícil imaginar a cientos de bandas.
Abrazos.