jueves, 22 de mayo de 2014

Chet Baker Sings


Originariamente publicado como un diez pulgadas en 1954, Chet Baker Sings volvía a ser editado por Pacific Jazz dos años después, ahora en forma de elepé, añadiendo seis temas registrados en julio de 1956 a los ocho que ya habían visto la luz. Independientemente del año de grabación, estamos ante una serie excelente de canciones populares de la primera mitad de siglo exquisitamente llevada al terreno cool —versión costa oeste— que tan bien dominaba Chet Baker. Como su titulo indica, la voz de Baker es protagonista del disco, regalándonos interpretaciones aterciopeladas e irresistibles que dan carácter unitario al trabajo a pesar de la diversidad de compositores. Sin embargo, dicha homogeneidad de calidad y sonido no es óbice para destacar las sobresalientes adaptaciones de The Thrill Is Gone y —especialmente— My Funny Valentine, nostálgicas y sensibles hasta decir basta en su cadencia sentimental. No toda la delicadeza que durante cerca de tres cuartos de hora nos cautiva se debe a las cuerdas vocales de Chet Baker, claro, pues los momentos en los que hace uso de su trompeta son igual de hermosos y los músicos que le acompañan están a la altura: Russ Freeman al piano y ocasional celesta (My Ideal, I Get Along Without You Very Well) en los catorce cortes; Jimmy Bond (1956) y Carson Smith (1954) al contrabajo; y Peter Littman, Larance (¿o Lawrence?) Marable (1956) y Bob Neal (1954) a la batería. Como afirma Michael Heatley, "El álbum dio a conocer las aptitudes vocales de Baker a su público, pero provocó el malestar de alguno puristas del jazz". Convertido más de medio siglo después Chet Baker Sings en un clásico incontestable, aquellos puristas de antaño se revelan meros imbéciles reluctantes a la belleza, pendientes de un (falso) prurito intelectual con el que mantener una posición tan pedante como ridícula desde la que poner peros a todo excepto a su propia estulticia. Embelesado por Baker y sus compañeros de viaje, las quejas de los garantes de la pureza —Miles Davis, Bob Dylan o Enrique Morente las conocen bien— me traen a la cabeza aquellos versos de Eskorbuto ("Vuestro entorno huele a podrido / Vuestras palabras son ladridos") que con tanta precisión caracterizan a dichos badulaques. Por fortuna, no hay sino que hacer sonar de nuevo That Old Feeling para alejar de mí su toxicidad, mientras pienso en los trece placeres ante los que caeré rendido por enésima ocasión.

10 comentarios:

  1. Nunca se ha grabado una cosa tan bella como esto.Ni yoga, ni terapías , ni pollas, Chet Baker sings o Joao Gilberto o JJ Cale o Bobby Charles, mejores que el sonido del silencio, hermano! Precioso todo , como siempre en la Glory.Abrazos cariñosos no más! Ni sé en cuantas versiones tengo este jodido disco.

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  2. Sencillamente sobrecogedor. Qué maravilla. Te apetece irte a tu casa bajar las persianas ponerte una copa, echarte en el sofá poner el disco y cerrar los ojos.
    Saludos...

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  3. Sólo tú serías capaz de incluir a Eskorbuto en una entrada sobre Chet Baker ja ja ja Bueno, qué decir de él, de su voz, su sonido... belleza pura y sobrecogedora.

    Un abrazo.

    P.d. cambiando de tema y a propósito del encabezamiento de la barra lateral: ¿de verdad que hay trabajadores que votan a la derecha? no me lo creo, me estás tomando el pelo. Yo es que pensaba que en España había 11 millones de rentistas y privilegiados varios... ahora todo encaja...

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  4. Otra de mis asignaturas pendientes. Un artista monumental. Y una colección de vinilos de mi madre que he de explorar.

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  5. Puto genio. Tengo este artefacto en vinilo y te juro que lo adoro.

    Abrazos.

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  6. Puristas siempre los hubo y seguiran existiendo... Pero el que pone trabas a algo por que no cumple con unos cánones preestablecidos solo se está perjudicando asímismo, pues se pierde una pieza única e incomparable, como es el caso. Fantástico álbum que envelesa con la voz narcotizante de Chet Baker; quién fue un fantástico trompetista y cantante a la vez que una mala persona con quienes le quisieron, todo por culpa de las putas drogas...

    Un buen punto de partida para quien quiera tomar contacto con el mundo del jazz y no sepa por dónde empezar.

    Un abrazo.

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  7. "... aquellos puristas de antaño se revelan meros imbéciles reluctantes a la belleza, pendientes de un (falso) prurito intelectual con el que mantener una posición tan pedante como ridícula desde la que poner peros a todo excepto a su propia estulticia..." Hay demasiado purista y demasiada negatividad camuflada en el medio ambiente. Aquí ilustrándome. Abrazo.

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  8. Nada, nada, Joserra, ésta es la mejor terapia posible. Yo tengo esta obra maestra en CD, pero si alguien me la regala en vinilo no le diría que no. Gracias por la visita y tus palabras.

    Javi, tu comentario me ha dado ganas de escucharlo de nuevo, ahora que es de noche, las persianas están echadas y mi mujer y mi hijo duermen.

    Creo que te voy a dar la razón, Agente, solo yo hago cosas tan extremas, je je je. Me alegra mucho que te guste tanto Baker como a mí. En cuanto a los trabajadores que votan a la derecha, échale un vistazo a esto:

    https://es-es.facebook.com/notes/no-a-la-criminalizaci%C3%B3n-de-la-protesta-social/el-extra%C3%B1o-fen%C3%B3meno-de-los-re-peperos-del-pp-pero-pobres/200954143361210

    Presiento que vas a alucinar, 21st. Ya me contarás.

    Qué suerte, Savoy. Un disco glorioso aun en casete y loro cutre y cascado.

    Cierto, Aurelio, en el fondo se hacen daño a sí mismos, con lo que tontería es doble. En cuanto a Baker, hay muchos casos de artistas enormes pero muy cabrones, con o sin drogas de por medio. Y, sí, un buen comienzo éste para quien todavía mire al jazz de refilón.

    Mucho y mucha respectivamente, Johnny. En todos los ámbitos de la vida. Gracias por utilizarme para tu ilustración, amigo.

    Abrazos para los siete. Un lujo vuestras aportaciones.

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  9. Chet Baker, la voz de la muerte antes de la muerte, la voz del dolor antes del dolor, la voz de la vida después de haber sido perdida. Tremendo, amigo.
    Abrazos,
    JdG

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