lunes, 4 de abril de 2016

Small Change


Un tanto arrinconado por los posteriores hallazgos que la metamorfosis del Tom Waits de los años ochenta traerá consigo, el periodo en Asylum del artista californiano —crooner de garganta quebrada empapada de blues, jazz y alcohol que también marca las distancias con su tiempo y se acerca a los de Louis Armstrong— dejó un serie de grabaciones verdaderamente hermosas que, vistas en perspectiva y sumadas al resto de su obra, ensanchan la categoría de una trayectoria tan notable como creativa e intransferible.

De aquellos elepés publicados en de la década de 1970, Small Change (1976) es mi favorito, seguido muy de cerca por su debut, Closing Time. En el año en el que los Ramones abren fuego y el punk empieza a hacerse notar, Waits se mantiene sordo a todo lo que no sean sus intenciones y sus influencias, rodeado de unos músicos excelentes y componiendo unas canciones magníficas. Entre el romanticismo (Tom Traubert's Blues, I Wish I Was In New Orleans…) y la ironía (The Piano Has Been Drinking (Not Me), Bad Liver And A Broken Heart y su guiño a Casablanca…), el álbum maneja diferentes registros musicales que hallan al autor de Bone Machine enriquecido por una sección de cuerda y los arreglos de Jerry Yester mientras sus dedos se deslizan por el piano y de sus labios sale la historia de rigor; acompañado por el mítico Shelly Manne a la batería, Jim Hughart al contrabajo y Lew Tabackin al saxo tenor —que también se cuelan en alguna ocasión entre los violines, las violas y los chelos—, bien en una suerte de swing minimalista (la genial Step Right Up) o en un jazz de clubs nocturnos y letreros de neón (The One That Got Away) sobre los que Tom Waits recita (o si se quiere rapea); demostrando que Swordfishtrombones no sale de la nada al cantar en la única compañía de la percusión sincopada de Manne (Pasties And A G-String) o al hablarnos de Small Change, banda sonora de cine negro que Waits y Tabackin se valen y se sobran para interpretar; o, simplemente, solo delante de las teclas.

Como si fuera un fotograma congelado de una de las películas en las que Tom Waits actuará en el futuro, la decadente, existencialista imagen que sirve de portada al disco se ha convertido en una de las más reconocidas en la carrera del creador de Rain Dogs, y no parece desentonar en un elepé registrado en cinco días de julio, una grabadora estéreo de dos pistas y un estudio de Hollywood. Aparentes limitaciones temporales y tecnológicas que solo lo son para quien no tiene talento y pone excusas donde debería haber estímulos para las ideas y las intuiciones. Espléndidas generalmente las de Waits, se reconocen y sienten especialmente redondas si hablamos de un álbum titulado Small Change. De ésos a lo que no sobra ni una nota y que no parece envejecer, pues aunque no pertenezca a esta época, tampoco lo hace a aquélla en la que vio la luz, cualidad que suele ir unida a los trabajos realmente clásicos. Y éste lo es.

 

5 comentarios:

  1. Le tengo un cariño especial a este disco, fue mi segundo disco de Waits tras Closing Time, y a ambos les guardo especial mimo.
    Luego en los ochenta termina de redondear la leyenda.
    Como siempre una reseña excelente amigo.
    Abrazo.

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  2. Este le tengo menos oído, pero después de tu reflexión iré a por él.
    "Crooner de garganta quebrada..." Y tanto...

    Abrazos.

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  3. Muchas gracias, Addi. Ambos son también muy queridos por mí.

    Esencial, Savoy. No te lo pierdas.

    Abrazos, majos.

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  4. Este año pasado empecé una campaña de adquisición de obras de Tom que faltaban en mi colección. Cayeron joyas como "Swordfishtrombones", "Rain Dogs" y "Frank Wild Years". Para este año seguiré con la campaña hasta intentar completar la discografía del californiano. Este "Small Change" entrará en las primeras opciones después de leer tu magnífica entrada.
    Abrazos,
    JdG.
    El 14 de Abril celebraré la República asistiendo al concierto de Flamin´Groovies.

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  5. Grandes discos los adquiridos por ti, Javier. "Small Change" te va a encantar sí o sí, espero tus palabras en cuanto lo oigas. Excelente opción para celebrar la República.

    Abrazos.

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