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miércoles, 20 de julio de 2011

Los Ronaldos y Saca la lengua

R&B y rock and roll de la escuela Waters/Berry/Stones, ramalazo funk, rockabilly, matizaciones velvetianas y ecos high energy y garage es lo que encontramos en el debut de Los Ronaldos. Es decir, los influencias que manejarán a lo largo de una carrera que tendrá su culminación en Cero, aunque lejos quedara ya la frescura de Los Ronaldos (1987) en la obra maestra del cuarteto madrileño. Al igual que Los Enemigos —coetáneos y conciudadanos—, el grupo de Coque Malla mejoró técnicamente con los años, pero su homónimo primer elepé tiene una inmediatez, una gracia y un desparpajo que es difícil encontrar en el artista curtido. Y además, qué demonios, unas canciones que son pequeños clásicos del rock español: Ana y Choni, Si os vais (con un riff digno de los Celibate Rifles), Guárdalo, Sí, sí… Realmente llama la atención la consistencia de Los Ronaldos, que ha envejecido mucho mejor que la mayoría de álbumes españoles de su época porque estamos ante una banda —así lo demostrará su trayectoria— que, sin corsés que limiten su discurso, sabe cómo quiere sonar, es ajena a modas (o movidas y posmovidas insufribles) y tiene claro el camino, aunque no dude en salirse de él —como hará, sin perderlo de vista, en el siguiente capítulo discográfico— si hace falta.
 
Saca la lengua veía la luz a finales del año siguiente, 1988, con Paco Trinidad de nuevo a los controles y Los Ronaldos dispuestos a saltar a la fama sin bajarse del burro ni perder la congruencia. Gana aquí la pulsión funk y se orientan los temas hacia un pop comercial. Menos directos, con más arreglos, los cortes del álbum muestran a unos Ronaldos diferentes (que no mutantes), abiertos, curiosos. Además de contener dos de sus canciones más conocidas (Por las noches, Adiós Papá), en Saca la lengua encontramos una versión del Rock del Cayetano de Pata Negra, esa aproximación al lounge que es No como él (de lo mejor del redondo) o rock and roll nuevaolero (Siesta de alcohol, Cuidado conmigo). Pero, sobre todo, encontramos aires festivos, rumberos, por doquier, los traiga Keith Richards o Sly Stone; canciones que te hacen bailar antes que empuñar una guitarra imaginaria y poner caretos estúpidos ante el espejo. Sea como fuere —mueva unos los pies o se quede amarrado al sofá—, Saca la lengua se trata de un buen disco, aunque "el rock and roll descarado, vacunado contra la trascendencia y capaz de escandalizar a los guardianes de lo políticamente correcto"* de Los Ronaldos haya pasado con mejor nota el test del tiempo. Aquí, al menos, nos parece evidente.

*César Luquero