Si tienes un grupo cuyo nombre (The Streetwalkin' Cheetahs) has tomado prestado de una canción mayúscula de los Stooges (Search And Destroy). Si publicas un disco con un título tan magnífico como Waiting For The Death Of My Generation. Si la portada de la carpeta que lo contiene también está a
Y claro lo tenían los miembros de The Streetwalkin' Cheetahs, pues, si bien no es Waiting For The Death Of My Generation (2001) Raw Power o Eternally Yours, las canciones que lo conforman dan la talla de sobra. Hard rock, punk, high energy, como imaginarán, melodías pegadizas, algún viento por aquí, algún piano por allá, un sitar que nos introduce en No more, Tony Fate componiendo y tocando su guitarra en Mama Train… esto es lo que nos encontramos en el elepé. Todo en su sitio, bien escrito e interpretado (quizá no tan bien producido), especialmente una primera cara llena de energía. Perdidos en el maremágnum del tiempo, este grupo y este disco merecen mayor atención que la otorgada a muchos que jamás la han devengado, aunque citen a los Dead Boys o lleven camisetas de los Ramones. Ésos cuyas palabras, como cantaba The Distraction, no casan con la música que tocan, "tú no tocas rock and roll". Sí que lo practican, con destreza y alma, los Streetwalkin' Cheetahs mientras esperan a que muera su generación. ¿Lo habrá hecho ya, o será lo de las generaciones como lo de Godot, prestas a llegar… mañana?