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martes, 26 de junio de 2012
Open All Night
Qué tiempos aquellos. El éxito de Guns N' Roses y su excepcional debut hizo que a finales de los años ochenta y principios de los noventa del siglo pasado muchas compañías de discos y medios de comunicación —por motivos económicos, los primeros; por estupidez, vagancia o vaya uno a saber, los segundos— pusiesen la etiqueta de "sleaze", o "glam metal", a cualquier grupo cuyos miembros llevasen el pelo largo y blandiesen guitarras eléctricas. Ya podías tocar reggae progresivo, free punk o garage sinfónico (perdonen la boutade), que no estabas libre de que tus álbumes se confundieran con los de Poison o Faster Pussycat.
La música de los Georgia Satellites —que habían publicado su primer elepé en 1986— chupaba de la veta Stones/Faces (o viceversa) para practicar un rock and roll festivo, pero cuando su segundo trabajo, Open All Night, vio la luz en 1988, al igual que pasaría dos años después con los Black Crowes o los Chesterfield Kings, la nefasta denominación revoloteó alrededor de la banda, como pudo comprobar por aquel entonces, aunque mucho más joven e inexperto, este servidor de ustedes.
Pero, bueno, cualquiera que pinche hoy en día Open All Night se da cuenta de dónde vienen esos riffs. Escuchen Open All Night, Mon Cheri o esa fantástica balada que es Hand To Mouth y comprobarán de sobra el peso que Keith Richards y Ron Wood tienen aquí, aunque los Satellites no pongan reparos en acercarse a los cincuenta versionando el Whole Lotta Shakin' (sin el Goin' On) que Jerry Lee Lewis hiciera eternamente suyo; acelerar el Don't Pass Me By de los Beatles (o Ringo Starr, como prefieran); oler como los hermanos Young en Down And Down; o pasarse al power pop en Sheila, canción que a uno —así de patético se puede llegar a ser— le retrotrae a los dolorosos desengaños amorosos de la adolescencia. Añadan que en la última canción Ian McLagan se encarga de las teclas, al igual que ha hecho en las dos versiones mencionadas, y que en la contraportada se cita a los Faces, Chuck Berry y Jack Daniels como fuentes de inspiración, y dejarán las dudas a buen recaudo: Open All Night es, por encima de los matices, un (notable) álbum de rock and roll que bebe de su más nobles fuentes. ¿Sleaze? ¿Qué es eso?
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