Antes de formar parte del glorioso debut de los Remains, Why Do I Cry había sido single del grupo de Boston en 1965, pop inmaculado y de producción propia que en nada envidia al Don't Look Back que Billy Vera escribirá para ellos. Tan celestial canción iba acompañada de una versión del My Babe que Little Walter había cantado (y Willie Dixon compuesto) en los cincuenta, lectura digna que no alcanza el nivel expresivo de la original. Una rodaja, en todo caso y en conjunto, deliciosa que preparaba el camino al esencial The Remains.
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lunes, 4 de julio de 2022
miércoles, 15 de julio de 2020
The Remains
Un solo disco de diez canciones que no llegaba a la media hora ha dado la gloria eterna a los Remains. En efecto. Publicado en 1966 justo después de separarse, The Remains es una obra maestra del rock and roll hecha de R&B y garage incipiente y compuesta por seis temas propios, tres versiones y uno escrito para el cuarteto de Boston, pero que suena cual uniforme cañón de música popular. La guitarra y voz de Barry Tashian, los teclados de Bill Briggs, el bajo de Vern Miller y la batería de Chip Damiani son un huracán eléctrico y rítmico sin apenas rival incluso en el momento más creativo de la historia del género.
La adaptación de Heart que abre el plástico, canción que Lynne Randell había publicado ese mismo año, comienza a medio gas psicodélico para acelerar en su segunda mitad, cual si de unos Animals norteamericanos se tratara. Similar estructura encontramos en Lonely Week-End, lectura en singular del tema de Charlie Rich, si bien aquí no aumenta la velocidad sino solamente la intensidad. Por mucho que nos esté gustando el disco, nada nos avisa de la inmensidad de Don't Look Back, maravilla pop que Billy Vera compone para los Remains y éstos interpretan con brío y elegancia insuperables. También sensacional es el primer corte escrito por el grupo con el que nos topamos, un Why Do I Cry del que se han escuchado ecos en montones composiciones posteriores. El Diddy Wah Diddy de Bo Diddley es la última versión del elepé, realmente lograda e integrada en el sonido de la banda.
La segunda mitad del trabajo vive únicamente, pues, de la pluma de nuestros hombres. You Got A Hard Time Coming, al igual que lo hará en 1967 el Break On Through (To The Other Side) de los Doors, bebe del What'd I Say de Ray Charles. Once Before y Time Of Day hacen que el garage rock se adueñe del álbum, en evidente contrapunto con Thank You, por ser una balada cocinada a fuego soul y stone y estar situada entre las dos. Say You're Sorry pone delicioso y muy melódico fin a una función breve y sin continuación* pero primorosa. Aun decisión arriesgada y discutible, no fue capricho o boutade de Juanjo Mestre situarla por encima de Revolver, Pet Sounds, Boom o Blonde On Blonde entre los mejores discos del año en su esencial guía 1050 discos cardinales.
*El cuarteto resurgirá a finales del siglo pasado y publicará un segundo elepé a principios de éste, Movin' On, que no he escuchado.
miércoles, 13 de marzo de 2019
Don't Look Back
Si hablamos de rock and roll y la capital de estado de Massachusetts acudirán a la cabeza de muchos lectores nombres como Aerosmith, Boston, The Cars o Pixies. No tengo tan claro que el de los Remains aparezca entre las bandas mencionadas, pues su breve existencia, escasa producción y limitada repercusión —a pesar de telonear a los Beatles en su última gira norteamericana— sigue haciendo del cuarteto de Boston un reducto para sibaritas y entendidos. Su primer y homónimo elepé verá la luz en septiembre de 1966 cuando el grupo ya se ha separado. Su fracaso (cantado al no tener promoción) lo convertirá en pasto de minorías o disco de culto que el tiempo pondrá en su lugar artístico aunque el gran público continúe sin manejar el nombre de sus creadores.
Dentro del álbum figuraba un tema que ya había sido single meses atrás y que demuestra que la razón de que los Remains no tuvieran éxito masivo se escapa a cualquier análisis. Así es. Don't Look Back es un espectáculo de dos minutos y medio compuesto por Billy Vera para que Barry Tashian (voz y guitarra), Bill Briggs (teclados), Vern Miller (bajo) y Chip Damiani (batería) transformen su melodía en una de las mejores canciones jamás grabadas gracias a una soberbia y emocionante interpretación. "Tienes que seguir corriendo / Corriendo hasta el final de los tiempos", canta Tashian en dos versos que son puro éxtasis tras advertirte de que "No mires atrás / Él te está persiguiendo". Éxtasis hecho de garage rock, beat y R&B que es hoy un clásico absoluto del rock and roll redescubierto en 1972 por Lenny Kaye y su mítico recopilatorio Nuggets.
La cara B del sencillo contenía una composición de Tashian de similar duración pero menor impacto. No quiere decir que Me Right Now sea un corte de relleno, es pop de primera categoría y sobresaliente puesta en escena, pero competir con Don't Look Back ha de tener su precio. Sea como fuere, y sin exageraciones, uno de esos 45 RPMs a guardar junto con los más exquisitos de Beatles, Kinks, Zombies o Stones. The Remains, el orgullo de Boston: ahí es nada.
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