Un solo disco de diez canciones que no llegaba a la media hora ha dado la gloria eterna a los Remains. En efecto. Publicado en 1966 justo después de separarse, The Remains es una obra maestra del rock and roll hecha de R&B y garage incipiente y compuesta por seis temas propios, tres versiones y uno escrito para el cuarteto de Boston, pero que suena cual uniforme cañón de música popular. La guitarra y voz de Barry Tashian, los teclados de Bill Briggs, el bajo de Vern Miller y la batería de Chip Damiani son un huracán eléctrico y rítmico sin apenas rival incluso en el momento más creativo de la historia del género.
La adaptación de Heart que abre el plástico, canción que Lynne Randell había publicado ese mismo año, comienza a medio gas psicodélico para acelerar en su segunda mitad, cual si de unos Animals norteamericanos se tratara. Similar estructura encontramos en Lonely Week-End, lectura en singular del tema de Charlie Rich, si bien aquí no aumenta la velocidad sino solamente la intensidad. Por mucho que nos esté gustando el disco, nada nos avisa de la inmensidad de Don't Look Back, maravilla pop que Billy Vera compone para los Remains y éstos interpretan con brío y elegancia insuperables. También sensacional es el primer corte escrito por el grupo con el que nos topamos, un Why Do I Cry del que se han escuchado ecos en montones composiciones posteriores. El Diddy Wah Diddy de Bo Diddley es la última versión del elepé, realmente lograda e integrada en el sonido de la banda.
La segunda mitad del trabajo vive únicamente, pues, de la pluma de nuestros hombres. You Got A Hard Time Coming, al igual que lo hará en 1967 el Break On Through (To The Other Side) de los Doors, bebe del What'd I Say de Ray Charles. Once Before y Time Of Day hacen que el garage rock se adueñe del álbum, en evidente contrapunto con Thank You, por ser una balada cocinada a fuego soul y stone y estar situada entre las dos. Say You're Sorry pone delicioso y muy melódico fin a una función breve y sin continuación* pero primorosa. Aun decisión arriesgada y discutible, no fue capricho o boutade de Juanjo Mestre situarla por encima de Revolver, Pet Sounds, Boom o Blonde On Blonde entre los mejores discos del año en su esencial guía 1050 discos cardinales.
*El cuarteto resurgirá a finales del siglo pasado y publicará un segundo elepé a principios de éste, Movin' On, que no he escuchado.
Que historia rara. Ademas son pocos temas propios. Pero incluso hay otros ejemplos de gente con sólo un disco legendario como Buckley. Saludos
ResponderEliminarEn cualquier catálogo de garaje que se precie debe incluirse esta obra maestra de los Remains. Tan buena que hasta las versiones que incluyen se consideran como verdaderos clásicos del género. Su relación con los Beatles, en su gira americana del 66, también les aupó hacia un mayor reconocimiento.
ResponderEliminarY el Juanjo, ya le conocemos, es así de chulo.
Saludos,
Buenísima banda, fueron teloneros de los Beatles en su última gira americana,desafortunadamente no llegaron a conseguir el impacto comercial y el status que ellos esperaban alcanzar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay muchos casos, JLO: Dennis Wilson, Solera, Rockpile, Mother Love Bone, Blind Faith, Derek & The Dominos, The Yes-Men, Temple Of The Dog…
ResponderEliminarY en cualquier discoteca, Javier. No sé si lo de los Beatles hizo mucho, de hecho hasta que los rescató Lenny Kaye con sus "Nuggets" estuvieron bastante olvidados. Juanjo los tiene bien puestos, je je je.
Así es, Jep. En este caso el tiempo ha hecho justicia.
Abrazos.
Efectivamente Gonzalo, en este caso el tiempo se ha encargado de poner "las cosas en su sitio".
ResponderEliminarQué bueno que citaste Temple Of The Dog.
Pasé una buena temporada obsesionado con ese disco y aún hoy en dia me produce escalofríos... ¿quién dijo grunge? dichosas etiquetas; esa música era pura pasión y emoción.
Algun día deberías dedicarle una entrada a tan magna obra en tu magnífico blog.
Un abrazo.
Imagino que algún día lo haré, Jep, es un discazo, mejor que cualquiera de Pearl Jam en mi opinión.
ResponderEliminarUn abrazo.
I LOVE REMAINS, y lo sabes tú, Don Javier y algunos más. Mi vida cambió en aquellos días que descubrí a Remains, Them y algunos más de aquella quinta. Me honra que me hayas citado en este post. Abrazo gordo y nos vemos pronto.
ResponderEliminarUna obra crucial, ese Why do I cry es un clásico en mis sesiones.
ResponderEliminarAbrazod.
No podías faltar si de los Remains hablamos, Juanjo. Y no podía faltar Them en tu comentario.
ResponderEliminarGran tema para pinchar, Savoy.
Abrazos.
Fíjate que yo tardé en conocer este disco, en cambio tardó poco en convertirse en un favorito, tiene tantas cosas que me gustan que no entiendo cómo tardé tanto en llegar a él.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo también tardé, hasta hace unos años no conocía a la banda, pero en cuanto escuché completo "The Remains" quedé maravillado.
ResponderEliminarUn abrazo.