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jueves, 6 de mayo de 2021

Brandenburg Gate: Revisited

Incluido en el excelente Jazz Impressions Of Eurasia, Branderburg Gate era un tema de siete minutos que el cuarteto de Dave Brubeck había construido partiendo de la música de Bach y que en Brandenburg Gate: Revisited se iba a ir a los dieciocho y medio con el añadido de una orquesta cuyos arreglos corren a cargo del hermano del pianista, Howard. Aunque el resto del álbum contenga cuatro piezas, es la composición revivida y reformada la que debe ocupar el análisis principal del elepé, ya solo por el título del mismo y porque sumadas Summer Song, In Your Own Sweet Way, G Flat Theme y Katty's Waltz su duración es inferior a la de Branderburg Gate.

No es mala o banal la orquestación de Howard Brubeck, pero en nada mejora el original en el que ya estaban Dave, Joe Morello y Paul Desmond y Joe Benjamin se ocupaba del contrabajo que aquí maneja Gene Wright; de hecho, lo más interesante son las improvisaciones de Brubeck y compañía, consiguiendo relativamente que sea el jazz y no la música clásica quien lidere el desarrollo del tema. Los otros cuatro restantes y mencionados inciden en lo que ha hecho su hermano mayor, lecturas de piezas pertenecientes a trabajos previos (Jazz Impresions Of The USA, Brubeck Plays Brubeck y Time Out), excepto la única que no escribe Dave sino Howard Brubeck, G Flat Theme, y quizá la mejor.

Experimento muy de la época vinculado al third stream (no es casualidad que se grabe en agosto de 1961), las revisiones que contiene Brandenburg Gate: Revisited se escuchan con una curiosidad de la que —sin negar ciertos valores— cuesta extraer demasiado placer. O si lo prefieren: no diré que no a quien se anime a hacerse con ellas, pero mucho antes les recomendaría, por ejemplo, los discos del autor de Dave Digs Disney que he nombrado en este texto.

lunes, 1 de junio de 2020

Southern Scene


Esta inmersión de Dave Brubeck en la Southern Scene data del tiempo en que el pianista graba con su cuarteto el inmortal Time Out, pero cualquier comparación está fuera de lugar. Siguiendo la línea del también coetáneo Gone With The Wind, Brubeck, Eugene Wright (contrabajo), Joe Morello (batería) y un puntual Paul Desmond (saxo alto) —en sesiones de septiembre y octubre de 1959— atacan ocho temas del acervo sonoro y meridional de los Estados Unidos encabezados por Oh, Susanna y When It's Sleepy Time Down South, una composición de Wright (Happy Times) y otra de Brubeck que se encarga de cerrar y titular el plástico. Obviamente, la música es buena, pero no pasa del divertimento. Podemos destacar y disfrutar, eso sí, de la sutil delicadeza de las teclas de Brubeck en Jeannie With The Light Brown Hair, Darling Nellie Gray y Southern Scene; las agradables y sugestivas notas del saxo de Desmond en esta última pieza y Nobody Knows The Trouble I've Seen; el solo de Morello en Deep In The Heart Of Texas y el protagonismo de las cuerdas pulsadas por Wright en Happy Times. Sin embargo, que nadie espere ni remotamente la desbordante creatividad del mencionado Time Out o del Jazz Impressions Of Eurasia: el Dave Brubeck de Southern Scene no deja de ser anecdótico cuando citamos dichas cimas.

miércoles, 22 de agosto de 2018

Jazz Impressions Of The U.S.A.


La serie de Jazz Impressions que el cuarteto de Dave Brubeck realizará en los años cincuenta y sesenta —cuatro en total si no me equivoco— tiene su origen en las impresiones causadas en el pianista y su grupo por su país de origen. Grabadas en noviembre de 1956, las Jazz Impressions Of The U.S.A., divididas en ocho piezas, son la base escogida para crear un buen álbum de cool jazz de Brubeck que, sin ser lo mejor de su extensa producción, se oye con mucho gusto. La segunda cara del elepé es, en mi opinión, de mayor interés que su opuesta, ya sea por el traqueteo juguetón de Plain Song, "escrita durante un viaje en autobús"* entre Dakota del Sur y Iowa y marcada por el contrabajo de Norman Bates; Curtain Time, o el "boceto a lápiz de Broadway, un mero indicio de lo que sería el cuadro a todo color con cuerdas, vientos y la totalidad de una orquesta del teatro"; los siete minutos y medio del tema más largo del trabajo, Sounds Of The Loop, que, aun contando con solos amables de Brubeck y el saxo alto de Paul Desmond, está protagonizado por la extensa improvisación de las baquetas de Joe Morello; y la "paz interior" de Brubeck, solo al piano, al encontrarse de nuevo —Home At Last— con los "paisajes familiares" tras una "larga ausencia". Que nadie deduzca de esto, por favor, que los mencionados Brubeck, Desmond, Bates y Morello hacen una labor menor en Ode To A Cowboy, Summer Song, Yonder For Two y History Of A Boy Scout, pues los cuatro cortes que conforman la primera mitad tienen intervenciones de mérito de todos ellos, pero en conjunto no me parecen composiciones tan llamativas. Sea como fuere, si ven por ahí una copia de Jazz Impressions Of The U.S.A., sigan mi recomendación y háganse con ella. Que el Dave Brubeck Quartet tenga álbumes de importancia superior no les impedirá disfrutar de su siempre agradable sonido.

*Las palabras entrecomilladas están escritas por Dave Brubek para las notas originales del disco.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Jazz Impressions Of Eurasia


Si a finales de 1956 el cuarteto de Dave Brubeck había dejado registradas sus impresiones jazzísticas de los Estados Unidos, en el verano de 1958 serán las de Eurasia las que animarán al pianista y sus compañeros, quedando reflejadas en un excelente elepé titulado Jazz Impressions Of Eurasia. El grupo venía de una larga gira por Asia y Europa en la que había ofrecido conciertos en diferentes países, y Brubeck quería que aquella experiencia diera forma al álbum. Es así cómo cada una de las seis piezas que contiene se relaciona con uno de los lugares visitados, aunque no todos tengan su sitio.


Nomad está basada en "uno de los más fascinantes países" que, en palabras de Brubeck, pisó su cuarteto: Afganistán. El motivo que desarrollan el saxo alto de Paul Desmond, la percusión de Joe Morello y el contrabajo de Joe Benjamin al principio del tema lleva ecos de esas tierras, pero se transforma rápidamente en feliz cool para que Desmond y Brubeck realicen sus elegantes improvisaciones. El refinamiento de la famosa Brandenburg Gate tiene su origen en Bach y Alemania, magnífico homenaje al imprescindible compositor germano en el que la música barroca se hace jazz. The Golden Horn es el nombre del estuario situado en el Bósforo, luego es Turquía el país al que le toca el turno. Corte veloz, en él destacan los timbales de Morello abriendo y cerrándolo y el vívido solo de Brubeck. Breve acercamiento a Chopin, Thank You (Dziekuje) surge en Polonia y tiene a Brubeck como protagonista absoluto que utiliza "algunos recursos característicos de Chopin al piano", según el propio artífice de Dave Digs Disney. Las emanaciones de la capital del Reino Unido son las que dan vida a las notas de Marble Arch, hermosa descripción costumbrista de Londres que sirve además para que Benjamin y Morello luzcan sus habilidades individuales. Como postre, viajamos a la India de la mano de Calcutta Blues, diez minutos de mágico recogimiento surgidos del contacto con intérpretes tales que Abdul Halim Haffer Khan que en su parte central son ocupados por un largo y llamativo solo de percusión de Joe Morello.


Culminaban de este modo las reflexiones musicales euroasiáticas del cuarteto de Dave Brubeck, puestas a la venta aquel año bajo la simpática portada que preside el texto. Exactamente once meses más tarde de esta grabación, ya con Eugene Wright al contrabajo, entrarán Brubeck y sus acompañantes en el estudio para regalarnos Time Out, obra maestra absoluta que situará a sus autores allí donde solo caben Miles Davis o Duke Ellington. Sin embargo, Jazz Impressions Of Eurasia demuestra que ya antes hacían las cosas estupendamente. Que no se olvide.

jueves, 16 de abril de 2015

Dave Digs Disney


Ni imprescindible ni deslumbrante, el acercamiento del cuarteto de Dave Brubeck a la música de las películas de Walt Disney sí es altamente curioso y de indudable calidad. Como decía George Avakian en las notas originales de Dave Digs Disney (1957), "Parece extraño que el cuarteto de Brubeck toque suficientes temas de las películas de Disney como para formar un álbum completo, pero sencillamente sucede que el repertorio de Dave ha incluido estos temas durante bastante tiempo". No era casual. Las posibilidades melódicas y armónicas de las composiciones, como el propio Brubeck reflexionó, abrían diferentes opciones para practicar variaciones con las que convertirlas al jazz y su mundo lírico e improvisador.


La adaptación más extensa de todas es la primera, Alice In Wonderland. Tras una introducción de Dave Brubeck al piano entra el resto del grupo, extrayendo Paul Desmond un buen y distendido solo a su saxo alto al que sigue uno más denso de Brubeck. Terminados ambos, los dos intérpretes establecen un amistoso diálogo previo a las breves improvisaciones de Norman Bates al contrabajo y Joe Morello a la batería. Give A Little Whistle, de la banda sonora de Pinocho, se transforma también en hermoso cool jazz, pudiéndose decir de las intervenciones de Desmond y Brubeck lo mismo que de las de Alice In Wonderland, si acaso el solo del primero es algo superior al realizado en el tema del film basado en la novela de Lewis Carroll. Cargada de swing, ritmo y alegría, la archiconocida canción de los siete enanitos (Heigh-Ho) aumenta la velocidad del elepé al fagocitar Dave Brubeck y los suyos esta composición incluida en el primer largometraje que produjera Walt Disney. When You Wish Upon A Star, asimismo de Pinocho, muestra a un cuarteto comedido y ligeramente melancólico, siendo el solo de Paul Desmond y la despedida de Brubeck en solitario lo más destacable del corte. Blancanives y los siete enanitos es la película elegida para completar el disco con dos de su temas (y llevarse la palma con tres en total): Someday My Prince Will Come y One Song. En el primero de ellos, tantas veces versionado por artistas del mundo del jazz, encontramos una bella interpretación de Desmond y una realmente magnífica, elegantísima de Brubeck, sugiriendo aires de vals la finura de sus dedos; mientras que en el segundo es Paul Desmond el protagonista soplando estupendamente su saxo.


Citados brevemente,  es de justicia hablar de la notable labor rítmica de Joe Morello y Norman Bates, pareja sin la cual Dave Digs Disney no hubiera podido ser hilvanado y el lucimiento de Desmond y Brubeck sería menor. No había alcanzado todavía el cuarteto de éste el impresionante nivel que alcanzaría dos años más tarde en Time Out, pero ya era alto el que quedó plasmado aquí, sirviéndose de las melodías popularizadas por las películas de animación de la factoría Disney.

domingo, 2 de noviembre de 2014

The Dave Brubeck Quartet In Europe


Proveniente de un concierto ofrecido en Copenhague el 5 de marzo de 1958, The Dave Brubeck Quartet In Europe da fe de la destreza y la profesionalidad en vivo del mismo cuarteto que —un año después— grabará el esencial Time Out. Una pequeña introducción da paso a un tema de Frank Loesser perfecto para la ocasión, Wonderful Copenhagen, en el que el saxo alto de Paul Desmond y el piano de Dave Brubeck presentan breves pero aclaratorias credenciales. My One Bad Habit Is Falling In Love es una composición de Brubeck en la que el pianista, apoyado por Joe Morello y Eugene Wright (batería y contrabajo respectivamente), describe entre melancólico e irónico los peligros del amor. Los diez minutos largos de Tangerine, clásico de Johnny Mercer y Victor Schertzinger, son quizá lo mejor del elepé gracias a las extensas improvisaciones de Desmond y Brubeck, flirteando éste con la atonalidad al explorar las teclas graves de su instrumento. The Wright Groove lleva el nombre de su autor y, en consecuencia, es protagonizado por su contrabajo, recibiendo notables respuestas de Paul Desmond y el líder del cuarteto. Vuelve el amor a adueñarse de la función con Like Someone In Love (Johnny Burke, Jimmy Van Heusen), de hermosas y contenidas intervenciones de Desmond y Brubeck y delicado lecho de la base rítmica. Watusi Drums, segundo corte escrito por Dave Brubeck, se encarga de cerrar el álbum en clave rítmica, como adelanta su título, para que Joe Morello puede exhibir sus habilidades mediante un buen y trabajado solo de batería, si bien alejado de la línea de percusión que Morello había llevado hasta ese momento. No hay reproche en lo que digo ni incoherencia en el grupo, sencillamente un cambio de registro que no rebaja la nota media —pero que tampoco la sube— de este recomendable directo de un cuarteto tan sabio y elegante como el de Dave Brubeck. En Europa, como en casa.

viernes, 2 de mayo de 2014

Time Out



La combinación de compases y esquemas musicales absorbidos en Eurasia durante la gira de 1958 patrocinada por el Departamento de Estado —adaptados a su visión cool del jazz— con la lírica precisión de un cuarteto en estado de gracia, dará lugar a Time Out (1959), obra maestra de Dave Brubeck, una de las grabaciones más hermosas que servidor haya podido escuchar y ejemplo perfecto de que radicalidad e inconformismo no tienen por qué ser ajenos a distinción y templanza. Aunque los siete cortes del elepé salgan de tres sesiones diferentes a lo largo del verano del año en que es puesto a la venta, en todos ellos se nota al grupo reconcentrado en su arte, preocupado porque cada nota sea exacta y porque su elegancia connatural no se vea afectada por la métrica desacostumbrada —anunciada (y enunciada) por el título del trabajo— de las composiciones de Brubeck y Paul Desmond (quien si bien solo es autor de un tema, éste es el inconmensurable Take Five). El disco se mueve solemne entre el rigor formal de la música clásica y las formas rítmicas populares europeas y asiáticas, siendo el lenguaje improvisado del jazz el que le da la personalidad definitiva. El piano de Dave Brubeck, el saxo alto de Desmond, el contrabajo de Eugene Wright y la batería de Joe Morello hacen que su discurso fluya orgánico y pleno mediante improvisaciones nunca excesivas pero siempre redondas, si no tan osadas, sí tan estimulantes como las que a la sazón moldean The Shape Of Jazz To Come, Kind Of Blue y Mingus Ah Um, los imponentes álbumes de —respectivamente— Ornette Coleman, Miles Davis y Charles Mingus. Eterno retorno del placer en cada nueva escucha, que diría Nietzsche, Time Out es fácil de describir en unas cuantas líneas, pero el misterio de su pulquérrimo acabado —tenso y relajado al mismo tiempo— ha quedado guardado en el estudio de Nueva York donde un cuarteto norteamericano que había pasado por Eurasia en plena Guerra Fría se preparaba para plasmar tal influjo. La banda de Dave Brubek, que ya está lista para empezar.

viernes, 26 de julio de 2013

Bossa Nova U.S.A.




Rescatado del olvido discográfico en fornido vinilo este mismo 2013 por Wax Time Records, Bossa Nova U.S.A. es un hermoso elepé publicado hace medio siglo que glosa el acercamiento del maestro Dave Brubeck a las sensuales cadencias brasileñas —en un momento en el que cientos de músicos norteamericanos flirtean con ellas— sin que en su articulación abandone el lenguaje al que ha hecho aportaciones inolvidables en los años cincuenta. Estamos, pues, ante un álbum de jazz ligero compuesto por diferentes sesiones recogidas en 1962. El pianista y su cuarteto se pasean intachables por un universo del que se apropian con total naturalidad y al que su elegancia parece ir como anillo al dedo. A pesar del esparcimiento de las jornadas de grabación, Bossa Nova U.S.A. fluye perfectamente ensamblado como si hubiera salido de una sola, lo que hace difícil resaltar tema o interpretación algunos. Dicho esto, merece la pena destacar —todo ello en la cara B— las intervenciones del saxo alto de Paul Desmond y el piano de Brubeck en la balada escrita por este último y su mujer Iola (There'll Be No Tomorrow, ya registrada con anterioridad por el pianista e influida por Chopin, tal y como él mismo reconoce); el brío de la batería de Joe Morello y las teclas de Dave Brubeck en Cantiga Nova Swing; el bello Lamento al que Brubeck se enfrenta en solitario en su primer tercio; y los casi siete minutos de This Can't Be Love que clausuran el disco, volcado el cuarteto en los códigos del jazz que tan bien maneja, sin ocultar la presencia de la bossa nova deliciosamente fagocitada. Como aseguraba Dave Brubeck en las notas originales escritas para el elepé: "La auténtica bossa nova pertenece a los creadores brasileños. Ellos han tomado prestado el jazz y lo han incorporado a su música nativa; nosotros hemos tomado prestado el resultado y lo hemos incorporado de vuelta a nuestra música —el jazz—. Es este proceso de inseminación cruzada lo que desde el principio ha hecho del jazz una forma artística tan vigorosa". El proceso de inseminación cruzada y la categoría artística de cuartetos como éste que completaba el contrabajo de Eugene (o Gene a secas) Wright. No podíamos acabar esta entrada sin acordarnos de quien, a sus noventa años, es el único miembro con vida del grupo que grabara Time Out, pero también, qué diablos, Bossa Nova U.S.A.

martes, 26 de marzo de 2013

Dave Brubeck At Storyville: 1954


No esperen encontrar en este Dave Brubeck At Storyville: 1954 al cuarteto que en Jazz Impressions Of Eurasia y Time Out, años más tarde, se reinventará sin perder un ápice de su elegancia. Sí esperen, sin embargo, una lección de cool jazz en vivo registrada en el Storyville de Boston y dividida en tres partes, las que corresponden respectivamente a las noches de diciembre de 1953 y marzo y julio de 1954, de las que se extraerá el elepé mencionado, a publicar en 1955.

El primero de los temas, On The Alamo, es testigo privilegiado de lo que afirmamos, pues ofrece las improvisaciones más largas y brillantes del saxo alto de Paul Desmond y del piano de Dave Brubeck, absolutamente inspirado este último en una intervención catártica. Don't Worry 'Bout Me se inicia con un delicado solo de Desmond al que responde atento Brubeck para crear un lento y hermoso fluir. Here Lies Love es un poco más veloz y prueba que el orden de los factores no altera el producto, al anteceder Brubeck esta vez a Desmond. Gone With The Wind navega en la misma dirección, aunque aquí los dedos de Brubeck fabriquen un solo superior, obteniendo del teclado pura magia. Cuando llegamos a When You're Smiling ya debemos haber asumido la solidez del contrabajo de Bob Bates, quien a partir del tercer corte, el mencionado Here Lies Love, ha sustituido a Ron Crotty, cuya labor ha pasado más desapercibida. Si no ha sido así, un pequeño solo de la cosecha de Bates en el tramo final nos ayuda a saber de su categoría. Como quien no quiere la cosa, nos plantamos en el sexto y definitivo tema del elepé, Back Bay Blues, el único escrito por Dave Brubeck y Paul Desmond. Las maneras más recias de ambos músicos lo empalman con On The Alamo, aun no siendo tan notable, y cierran así un círculo que tendrá su correspondencia con el del vinilo (y después CD) que lo contenga. La voz de un locutor despide la grabación, pues dos de las actuaciones que se utilizaron para conformar el álbum fueron retransmitidas por radio. Con dicha voz que nos llega desde hace casi sesenta años como si fuera hoy —recordándonos la minucia de nuestras vidas y que tras la batería aquellas fechas se sentaba Joe Dodge— nos despedimos también nosotros.