Del octavo disco de Airbag, grupo al que he llegado tarde pero llevo dos años remediándolo, se puede decir para empezar que no decepciona. Sin embargo, Siempre tropical (2022) crece con las escuchas y, más allá de dar con el trío de siempre, está lleno de matices que en los tres últimos cortes se hacen tajantes. Todo mal, un escupitajo hardcore de medio minuto que es puro Zeke, Siempre tropical, grunge de filiación punk e injerto pop a medio camino, y Perros y gatos, pop acústico y orquestal arreglado por Guille Wild Honey, alumbran nuevos caminos sin desentonar con el conjunto del plástico.
Pero vayamos al principio. Finales alternativos es un homenaje a los primeros Planetas que corrobora la participación de J. Weezer, los Cars, Redd Kross o Cheap Trick asoman en Secretos chinos, si bien Airbag posee un estilo propio y diferenciado que vuela por encima de sus influencias. Dentro de ese estilo están sus entrañables letras, entre lo naíf y lo incisivo, y La marmota Phil es un buen ejemplo de ello, pop que desciende hasta Los Brincos puestos al día para cantar que
Un pena lo de Mario es power pop que en algún momento flirtea con el hard rock, igual que lo ha hecho Secretos chinos o lo hará Surf Riot. Antes de llegar a esta última, nos encontramos con el pop resplandeciente de Viva John Hughes, que habla de las mentiras que se dicen para hacer feliz a tu pareja o para no perderla:
el terreno de la power ballad también hollado con éxito por los malagueños en Parece, pero no (que aprenda Scorpions) y la vuelta al power pop de Andrea. Las cuatro canciones ya mencionadas (Surf Riot, Todo mal, Siempre tropical y Perros y gatos) completan la media hora escasa de un Siempre tropical que cuesta dejar de escuchar cuando te pones con él. Un señor trabajo.