Mostrando entradas con la etiqueta Queen. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Queen. Mostrar todas las entradas

lunes, 6 de mayo de 2019

A Night At The Opera


No soy un fan irredento de su obra, pero reconozco su estilo y su categoría. Aunque su producción a partir de 1980 me parece excesivamente comercial y autocomplaciente, los Queen de la década anterior son una banda de fuerte personalidad y sonido propio. A Night At The Opera (1975), además de tomar su título de la famosa película de los Hermanos Marx, es el elepé más ambicioso del cuarteto, perdiendo espontaneidad y frescura —que no calidad y potencia— en su acercamiento al rock progresivo y añadido de elementos operísticos. El grupo de Freddy Mercury, absolutamente comprometido con su arte y en plenitud de facultades, pergeña un álbum que hace de la variedad bandera y fuerza el análisis canción por canción para intentar dilucidar su naturaleza multiforme.


Death On Two Legs y I'm In Love With My Car son dos afirmaciones de garra eléctrica y melódica que parecen decir: aquí estamos y vamos a comernos el mundo. Mercury, Brian May, Roger Taylor y John Deacon exhiben músculo antes de que lleguen los vericuetos, como esa exigua pieza de music hall que se cuela entre ambos temas, Lazing On A Sunday Afternoon. El pop sentimental de You're My Best Friend da paso al folk de '39, donde los juegos y armonías vocales que cobrarán mucha importancia más adelante ya hacen acto de presencia en un pequeño fragmento. Hard rock que pisa el acelerador en su tramo final, el de Sweet Lady contrasta por su bravura con Seaside Rendezvous, nuevo retazo de music hall. Si lo de antes ha sido contraste, la irrupción de The Prophet's Song es un choque de trenes, al cuadruplicar en duración a su antecesora desarrollando durante más de ocho minutos su cruce de rock duro y progresivo en el que los coros tienen el mismo peso específico que la guitarra (tremendo May, por cierto), el bajo y la batería. Love Of My Life sigue con el juego del desconcierto, balada de querencia romántica y decimonónica. Good Company viaja a principios del siglo siguiente para mostrar a la banda inglesa fabricando dixieland antes de que la composición por la que todo el mundo conoce a Queen (si no contamos We Will Rock You y We Are The Champions) haga su aparición.


Orgullosa y presumida, Bohemian Rapsody (single a pesar de la compañía) va de la música de cámara al rock pesado pasando por la ópera, exhibiendo su estructura compleja no exenta de sentido del humor y pareciendo dar alas al advenimiento del punk al Reino Unido. "¡Esto es contra lo que vamos a luchar y de los que nos vamos a descojonar!", escucho a algún macarra londinense que, en breve y sin saberlo, se pondrá un imperdible y un parche de los Sex Pistols. Y, sin embargo, tan extraña y pretenciosa mezcla funciona, o al menos a mí me lo parece. Solo queda, en fin, que el himno real británico electrificado clausure conciso el disco. El God Save The Queen sirve para rendir pleitesía a la monarquía, a Jimi Hendrix, al propio grupo o a quien ustedes quieran, e incluso para volver a nombrar a los muchachos de Johnny Rotten. Venían nuevos tiempos, sí, pero a Queen todavía le quedaban cosas buenas que grabar. Como este A Night At The Opera.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Live Killers

Ahora que se cumplen treinta años de su publicación, merece la pena echar la vista atrás para recordar el doble disco en directo publicado por Queen, Live Killers, recopilatorio de una época que aquí se daba por cerrada. La anfetamínica versión de We Will Rock You que abre el álbum es el latigazo de salida a una carrera llena de energía y entrega (la misma que puede desprender el espléndido, y también doble, directo de UFO Strangers In The Night, asimismo publicado en 1979), con un Brian May sonando a gloria en cortes como Now I'm Here, Keep Yourself Alive, Tie Your Mother Down o Sheer Heart Attack. Son Queen registrados en su mejor momento, momento previo a la degenaración en la que entraría su rock operístico y que les llevaría a grabar títulos tan mediocres como A Kind Of Magic o Innuendo antes de la muerte del carismático Freddie Mercury.