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lunes, 22 de febrero de 2021

On Fyre

Pocos discos tan aclamados por los fans del renacer del garage rock de los ochenta como la puesta de largo de los Lyres, On Fyre. Publicado en 1984, el elepé lo tiene todo para caer rendidos ante él, empezando por uno de los himnos definitivos del grupo y del movimiento: Don't Give It Up Now, que parte del Lucifer Sam de Syd Barrett y Pink Floyd para virar a otros terrenos y convertirse en una irresistible delicia pop liderada por la voz y el órgano de Jeff Conolly. Cuatro composiciones suyas más completan las cinco originales de la banda de Boston, que se codean sin problema alguno con las cinco versiones que contiene el plástico, mérito que aumenta el que dos sean de los Kinks (Love Me Till The Sun Shines y Tired Of Waiting For You, recortadas las dos últimas palabras del título aquí), influencia que se refleja asimismo en I'm Tellin' You Girl, breve pieza cuyo riff está fusilado del de You Really Got Me. Música, la de On Fyre, sencilla e inmediata pero cargada de un inmenso encanto, que, además de los instrumentos tocados por Conolly, cuenta con la guitarra de Danny McCormack, el bajo y los coros de Rick Coraccio y la batería de Paul Murphy. El soul, la psicodelia y el high energy enriquecerán la propuesta del segundo álbum de los Lyres, un Lyres Lyres que no abandona en ningún caso el garage, aunque su (relativa) expansión estilística lo convierta en mi favorito del grupo hoy por hoy, siempre muy cerca de este espléndido debut que hemos glosado.


 

lunes, 23 de enero de 2017

Lyres Lyres


Sin ovbiar o negar la importancia de su formidable y clásico debut —On Fyre—, piedra angular del revivir —Cynics, Creeps, Chesterfield Kings, Fuztztones, etc.— del garage rock en los ochenta, sí que afirmo de salida que el segundo elepé de los Lyres goza en mi opinión de similar esplendor acústico. La musicalidad de Lyres Lyres (1986) se expande gozosa y excitante a lo largo de todos los temas del plástico, bien sean propios, versiones o reescrituras de originales ya registrados. Es en este último caso donde alcanza el cuarteto de Jeff Conolly el cénit de su creatividad, al transformar su She Pays The Rent (grabado el año anterior como parte de un EP) en soberbio soul de cadencia lenta heredado de Otis Redding y Stax. El terreno de material ajeno que lideraban los Kinks en On Fyre es aquí ocupado por los Outsiders, banda holandesa de los sesenta de la cual los Lyres interpretan magníficamente I Love Her Still, I Always Will y Teach Me To Forget You, sendas delicias que basculan entre el garage, el soul y la psicodelia y que el grupo de Boston acopla a la perfección a su sonido. ¿Y las canciones que trae Conolly —compositor además de organista y cantante— al disco? Pues ya hablemos de la inicial Not Looking Back, la fantasmagórica The Only Thing (en la que caben ecos de los Byrds, la Velvet y los Stooges), la lisérgica y casi punk How Do You Know o de la prototípica (si de garage rock y de la década de 1980 nos ocupamos) You Won't Be Sad Anymore, estaremos refiriéndonos a excelentes ritmos y melodías que casan —por maneras y calidad— con exactitud con los traídos de fuera e injertados en el imaginario de los Lyres, completando un conjunto sobresaliente —Lyres Lyres— que en nada envidia a su predecesor. Aunque éste tenga más nombre, claro.