El grupo se había separado en 1971, pero en enero de 1972 volvía al estudio para registrar lo que a la postre sería su penúltimo disco, Free At Last. Sin llegar al nivel de Fire And Water, Free demuestra que sus problemas internos, momentáneamente soslayados, no han mermado su capacidad artística, pues sigue facturando con brillantez su rock de tempo lento y cosecha propia. Hard incisivo con remansos de paz, el de Catch A Train nace del blues eléctrico, como tantas composiciones de la banda, y sirve de aguerrida apertura. El redoble militar de Simon Kirke nos introduce, cómo no, en Soldier Boy, rock con trazas de psicodelia y soul. También hay algo de soul en Magic Ship y Sail On, partituras hermosamente ejecutadas por la garganta de Paul Rodgers, la guitarra de Paul Kossoff, el bajo y el piano de Andy Fraser y la batería de Kirke. Travellin' Man cierra con fuerza la primera cara y anuncia lo que será Bad Company sin dejar de sonar a Free. La segunda mitad del plástico la encabeza el que fuera exitoso single Little Bit Of Love, cuya brevedad y estilo marchoso contrasta, y mucho, con los tres cortes que le acompañan, todos por encima de los cinco minutos. La solemnidad cósmica de Guardian Of The Universe, el folk intimista y contenido de Child y esa emocionante despedida que es Goodbye navegan por mares austeros en forma de adagio y frugalidad instrumental no muy aptos, en apariencia, para las listas de éxitos. Nada nos importan éstas en Ragged Glory, sea como fuere, simplemente disfrutamos de la música de Free y las piezas más y menos comerciales de Free At Last, a la espera de que Heartbreaker pusiera fin al camino andado por sus autores.
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jueves, 22 de julio de 2021
lunes, 15 de mayo de 2017
Fire And Water
Más que un aumento de la calidad lo que hubo fue un aumento de las ventas. Fire And Water, tercer elepé de Free de 1970, iba a encumbrar al grupo londinense gracias al éxito de All Right Now, single radiado una y mil veces que ha quedado como canción fetiche de los autores de Tons Of Sobs. El rock de cadencia lenta de Free, a veces blues, a veces hard, a veces soul, sigue desarrollándose sobrio y admirable en los siete cortes del disco hasta desembocar en el mencionado All Right Now, no necesariamente el mejor de ellos, pero desde luego el más pegadizo, funky y bailable del lote. La guitarra de Paul Kossoff, el bajo (y piano) de Andy Fraser y la batería de Simon Kirke tocan acordes, notas y ritmos sencillos y diáfanos para escenificar unas composiciones magníficas que la voz de Paul Rodgers convierte en únicas. La música se edifica austera en su forma, aunque de dicha austeridad nazcan emociones enormes; sobre la frugalidad y la contención del gesto estético del cuarteto —nada sobra o es forzado, ningún instrumento busca el exceso— crece una complejidad artística indiscutible y sello definitivo de Free. El último de sus temas dio fama universal al álbum y a la banda británica, pero sin los que lo preceden y completan, Fire And Water no sería el excelente trabajo que es, ni sin su discografía íntegra Free sería el grupo indispensable que fue. Atado a una época y un estilo concreto, sí, mas poseedor de un sonido y una clase que le da una personalidad evidente. En su tercera referencia, en todo su esplendor.
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