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jueves, 27 de enero de 2022

Sketches Of Spain

Situada cronológicamente después de A Kind Of Blue, la tercera colaboración entre Miles Davis y Gil Evans mantiene la sobresaliente categoría de Miles Ahead y Porgy And Bess, si bien esta vez acercándose a la música española tanto culta como popular. La parte culta la representan las adaptaciones del segundo, emotivo y famosísimo movimiento del Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo y La canción del fuego fatuo (Will O' The Wisp) de El amor Brujo de Manuel Falla, aunque la orquestación de Evans y el fiscorno y la trompeta de Davis brillan con mayor rotundidad en los más de dieciséis minutos en los que la partitura de Rodrigo es llevada al jazz; jazz orquestal que nada tiene que ver con el swing de las big bands y que difiere del hard bop y del jazz modal aun conectando con la melancolía de la obra maestra de dicho subgénero recién grabada por Miles Davis y mencionada en la primera línea. Estamos, pues, ante una más de las mutaciones que sufre la música de Duke Ellington bajo el mandato del autor de Milestones —en un periodo en que son varias, free jazz a la cabeza—, aquí con la ayuda esencial de Gil Evans.

Los tres cortes restantes se encargan de que el acervo popular forme parte del álbum. En The Pan Piper arregla Evans y se inspira Davis "en una melodía interpretada por José María Rodríguez, afilador y castrador de cerdos ourensano" grabado por Alan Lomax "el 27 de noviembre de 1952", según contaba en 2012 La Opinión A Coruña. La tradicional Alborada de Vigo pasa del chiflo del gallego a la trompeta del norteamericano y los vientos que le acompañan, derribando todas las barreras culturales, geográficas y artísticas que se pueda imaginar y dando con una versión magnífica. La Saeta y la Solea (trasladada al inglés sin tilde) aluden sin ambages al universo flamenco del que beben ambas composiciones de Evans, especialmente impresionante la segunda por la expresividad de Davis y la meticulosa y compleja escritura de su socio. El espléndido final de una obra radicalmente peculiar —no se nos olvidaba— llamada Sketches Of Spain y registrada en noviembre de 1959 y marzo de 1960.

lunes, 15 de febrero de 2016

Miles Ahead


No solo mediante pequeños grupos estaba reestructurando y vivificando Miles Davis el jazz en la segunda mitad de los años cincuenta. Conviviendo cronológicamente con obras de la exquisitez de 'Round About Midnight, Milestones y Kind Of Blue, los tres discos que Davis y Gil Evans graban entre 1957 y 1960 —Miles Ahead, Porgy And Bess, Sketches Of Spain— en nada envidian a los otros tres mencionados, si bien las sonoridades orquestales los alejan en cuanto a propósitos y resultados. Más aguda se hace dicha lejanía en el primero de ellos, pues la orquesta de diecinueve músicos —lo advierte la portada— que dirige Evans en Miles Ahead tiene como líder a un Davis que solo toca el fiscorno, sin que nota alguna de su trompeta (sí de otras) se escuche. Cuatro sesiones de mayo del 57 conformarán un elepé bellísimo en el que los temas se ensamblan para que el oyente tenga la sensación de que es una suite y sus diferentes movimientos lo que está oyendo. Los intérpretes encargados de ejecutar los arreglos de Gil Evans —Paul Chambers, Art Taylor, Lee Konitz, Bernie Glow y Wynton Kelly entre ellos— no son únicamente el colchón perfecto sobre el que Davis va a efectuar sus solos (tan íntimos en ocasiones como los tocados con quintetos o sextetos), sino parte de un conjunto que no renuncia a expandir todas sus virtudes y características sin esconder quién es la estrella que cataliza la base establecida por Evans. A todo ello debemos la riqueza, el lirismo y la musicalidad de un trabajo, Miles Ahead, que tendrá continuidad imprescindible en los dos anotados arriba, pero que goza de una personalidad tan hermosa y acusada que se defiende por sí solo sin necesidad de pedir ayuda al resto de la trilogía (orquestal) a la que da comienzo.