miércoles, 25 de febrero de 2015

The Prisoner


Última de sus grabaciones registradas para Blue Note, The Prisoner se nutre de tres sesiones llevadas a cabo por el sexteto de Herbie Hancock en abril de 1969 —aumentado hasta nueve miembros en cada uno de sus cinco cortes por diferentes músicos—, dos meses después de que el pianista haya intervenido en el trascendental In A Silent Way de Miles Davis. Centrado temáticamente en la represión que por aquel entonces sufre la población negra en Estados Unidos (qué poco han cambiado las cosas), el elepé cubre en sus cinco cortes diversos estilos siempre bellamente expuestos por los intérpretes: Johnny Coles (fiscorno), Garnett Brown (trombón), Joe Henderson (saxo tenor y flauta alta), Herbie Hancock (pianos acústico y eléctrico), Buster Williams (contrabajo) y Albert "Tootie" Heath (batería).

I Have A Dream huele a lounge y bossa nova en su largo desarrollo de casi once minutos. Hubert Laws (flauta), Jerome Richardson (clarinete bajo) y Tony Studd (trombón bajo) se suman a una formación que suena exquisita, y en la que Hancock (piano acústico), Coles y Henderson (saxo tenor) realizan improvisaciones contenidas y muy refinadas. Se repiten los mismos nueve nombres en The Prisoner, si bien Herbie Hancock sustituye el piano acústico por el eléctrico durante la primera parte del tema. El grupo muestra aquí su faceta más agresiva y free, especialmente en el extenso y coltraniano solo de Henderson. Firewater es la aportación compositiva de Buster Williams en un álbum mayormente escrito por Hancock. En ella Jerome Richardson cambia el clarinete por la flauta y Romeo Penque y Jack Jeffers se hacen cargo, respectivamente, del clarinete bajo y el trombón bajo. Heredera de las big bands clásicas y el cool jazz, esta excelente composición cuenta con sucesivas intervenciones de Henderson, Coles, Brown, Hancock y Williams, siendo la del autor de Takin' Off la más brillante y sugerente. Recordando la figura de Martin Luther King, He Who Lives In Fear tiene un aire en sus compases iniciales —por su estructura y por el uso del teclado eléctrico— al Miles Davis con el que viene de trabajar Herbie Hancock. Pero es solo un espejismo. Prominente y espléndida, la base rítmica acompaña al pianista en su profusa exploración del piano tradicional para hablar con notas musicales del pastor vilmente asesinado un año antes de la grabación que nos ocupa. Si aquí aparece de nuevo la formación que se había encargado de los dos primeros temas, la pequeña orquesta escuchada en Firewater es la misma de Promise Of The Sun, aunque no tenga demasiada importancia, pues vuelven Buster Williams, Tootie Heath y Herbie Hancock a protagonizar el último corte del disco de manera similar al anterior, He Who Lives In Fear. Los dedos llenos de arte y melodía de Hancock demuestran un amplio dominio del lenguaje del hard bop, y redondean un trabajo en el que la esperanza de un país mejor para los que no son blancos en Estados Unidos es dignificada mediante la música. La misma que trata de liberar a The Prisoner de su celda.

10 comentarios:

  1. Maldita música negra, ¡qué buena e infecciosa es! ¡Grande Herbie!

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  2. Hace tiempo me decías que tenías que ponerte con los discos setenteros de Hancock, pues bien, yo tengo que ponerme con The Prisoner (menuda alineación), que nunca lo he escuchado.
    Excelente texto como siempre, Gonzalo. Abrazo.

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  3. Pues sí que es grande, Alex.

    Sí, a raíz de "Sextant". "The Prisoner" te va a gustar seguro, Agente. Gracias por lo del texto.

    Un abrazo.

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  4. Este no lo conocía pese a que Hancock es uno de mis favoritos. De hecho ando con un albúm en el que tiene bastante que ver: Schizophrenia. Voy en su búsqueda...

    Un abrazo.

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  5. Todo queda en casa, Aurelio. Te gustará este prisionero.

    Un abrazo.

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  6. Discazo, de hecho en un rato me lo pongo.
    ;)

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  7. Muy bien, Sergio. Por cierto, no sabes lo que siento no haber podido ir a tu exposición en Madrid…

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  8. Es un gran álbum, de lo más apreciados por el propio Hancock, un grito de libertad del pueblo afroamericano. Es un homenaje a Martin Luther King

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  9. Gracias a ti por pasate, Nico. Un disco muy brillante.

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