jueves, 12 de febrero de 2015
Being There
Sencillamente un clásico de la historia del rock and roll. Así es como yo veo, casi dos décadas después de que fuera alumbrado, el doble álbum de Wilco Being There (1996). Profuso, variado, lleno de recovecos, el segundo trabajo del grupo de Jeff Tweedy lo convertía en uno de los nombres básicos de su tiempo, capaz de ir a las raíces para volver de ellas con un producto fresco que no sonase a lo de siempre.
Preocupados porque la secuenciación de los temas no sea la habitual y contradiciendo los cánones, Tweedy y lo suyos comienzan la función con Misunderstood, que en otros discos hubiera sido el corte final. Larga, lenta y sinuosa, en la canción conviven la voz íntima de Tweedy, adornada por piano, órgano y guitarra acústica, con garabatos eléctricos y atonales en la línea de Sonic Youth. La sugestiva Far, Far Away y sus preciosas tonalidades country —lideradas por la pedal steel invitada de Bob Egan— es seguida de Monday, funk and roll de festiva sección de vientos. El despecho amoroso es visto con optimismo musical en Outtasite (Outta Mind), mientras que el retorno del country en Forget The Flowers trae a la cabeza —por título y cadencia— las inconmensurables Dead Flowers de los Stones, obviedad que a ningún oyente habrá de escapársele. Red-Eyed And Blue conecta con Misunderstood, si bien falta de guitarras agresivas y con ese silbido que la hace más feliz. I Got You (At The End Of Century) entronca, a su vez, con la alegría de Monday partiendo del purito riff made in Berry, Richards & Young. El precioso romanticismo pop de What's The World Got In Store es introducido por Jeff Tweedy y el banjo de Max Johnston para convertirse en una delicia multiinstrumental en la que hay que señalar los coros de la banda y el órgano de Jay Bennett. Hotel Arizona y sus reminiscencias de Prefab Sprout culminan sus tres minutos y medio con un desatado solo de guitarra que vale más que las miles de filigranas practicadas por cientos de artista técnicamente superdotados. Say You Miss Me es la última pieza del primer CD, cuya letra habla de la recuperación de las relaciones sentimentales rotas regada por bellas melodías y armonías que deben tanto al power pop como al folk y el country rock.
Sunken Treasure nos recuerda la obsesión de Tweedy por un orden poco convencional, y podemos utilizar para el primer tema del segundo disco las mismas palabras que para la ya doblemente mencionada Misunderstood ("larga, lenta y sinuosa") —incluida la referencia a los autores de Goo— sin temor a resultar perezosos o facilones. Hillbilly y bluegrass en con lo que nos topamos en la simpática Someday Soon, yuxtaponiéndose una versión circense o cabaretera de Outtasite (Outta Mind) que pasa a titularse Outta Mind (Outta Sight). El folk intimista de Someone Else's Song (con el ronroneo del acordeón que toca Jay Bennett) da paso al poderoso funk rock de Kingpin, cuyos vestigios nos llevan de nuevo a los Rolling Stones. Son sin embargo los Kinks quienes parecen reencarnarse en (Was I) In Your Dreams, o el grupo de Ray Davies pasado por el filtro americana. Servidor sigue viendo a los Kinks y a los Beatles en Why Would You Wanna Live?, aunque también a Randy Newman; de todos modos, una composición estupenda (en especial el genial y volátil estribillo) para que Wilco honre a la tradición y a sus ídolos. Si aquí es el violín de John Stirratt el que se oye, en The Lonely 1 se suma el de Jesse Greene, parte de una enorme y triste balada que dejaría al oyente sumido en la penumbra emocional de no ser porque Dreamer In My Dreams vuelve a recurrir a los Stones (de Country Honk), el bluegrass y el violín para que la fiesta termine sonrisa en boca y con la banda a tope.
No diré que Being There sea superior a Yankee Hotel Foxtrot, Sky Blue Sky u otras grabaciones sobresalientes de Wilco (por no hablar del precedente de Uncle Tupelo), pero su ambicioso eclecticismo, sus diecinueve canciones y su precisa y emocionante formalización lo convierten en unos de los mejores trabajos de los años noventa, cuya solidez le hace mirar sin avergonzarse —es más, con orgullo— a otros dobles mágicos e inolvidables de los sesenta y setenta. Hablamos, en definitiva, de un nivel muy, muy alto que pocos grupos de los últimos veinticinco años han alcanzado y, menos aún, mantenido. El nivel de una banda esencial.
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Sin compararlo con otros títulos suyo: ¡Discazo!. Tweedy me enamoró desde sus inicios, ahora hasta con su hijo, lo mío con todo lo Wilco es casi amor eterno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Personalmente el mejor de wilco . Hasta aqui parece que tenian claro que querían ser una banda de rock and roll. Poco a poco desde aqui se fueron endiosando creyendose que todo era posible y para mi gusto se han ido perdiendo y perdiendo hasy¡ta aburrir. ya se que no es popular decirlo pero he vuelto a escuchar su discografia tras la box set y cada vez me van aburriendo salvo el Summerteeth. Lugo los ruiditos no me van y los ultimos me cojo los discos de los dead y estoy mas contento. Ojo no digo que sean malos discos dios me libre pero no encuentro ese miticismo
ResponderEliminarCasualmente, coincido en que es un discazo, y eso que no le tengo mucha simpatía a Tweedy, pero tiene una forma tan personal de entender la música y su oficio que es difícil sustraerse a su influjo. Muy bien, Gonzalo, sensacional.
ResponderEliminarNo me considero un fan de Wilco, pero desde luego Being There merece la consideración de obra maestra, condensa y reformula lo mejor de la música de décadas pretéritas como pocas obras de esos años. Dicho eso, mi favorito es Summer teeth.
ResponderEliminarUn abrazo, Gonzalo.
Estoy totalmente con el Agente Cooper, incluido el disco favorito (que por lo que veo también es el de Bernardo). Siempre me ha parecido un grupo muy sobrevalorado aunque le encuentro méritos y puedo entender tu pasión o la de otros aficionados. Abrazo.
ResponderEliminarSoy un ignorante funcional en la música de esta época, a lo que es imprescindible poner remedio. Y esta seguro que es una buena manera de empezar. Ahora mismo estoy con Beign There... Ya ten contaré.
ResponderEliminarNo solo aplaudo, Sr. Aróstegui, que reivindique a estos Wilco pre-"Yankee Hotel..." que a mí me encantan, sino que citar un disco tan injustamente acribillado y exquisito como "Sky Blue Sky", confirma alegremente que compartimos pareceres.
ResponderEliminarMi entrada en el mundo Wilco y en Tweedy y la saga de Tupelo fue este maravilloso disco. Triste y emocionante a partes iguales. Divide el mundo Tweedy en dos. De la parte uno, es mi favorito sin duda. Un genio ...
ResponderEliminartotalmente de acuerdo en que este es el mejor disco de Wilco junto a Summerteeth, la verdad es que los dos últimos me han alejado un tanto de la banda, aun así siempre preferí a los Uncle Tupelo.
ResponderEliminarDe cualquier forma tu analisis es excelente y muy atinado.
Abrazo.
Para mi POM, sin dudarlo, POM.El nuevo Blonde on Blonde. Muchos abrazos querido Gonzalo.
ResponderEliminarMi preferido de Wilco sin discusión que valga, aquí ya está todo lo que vendrá después, tenía esta reseña en borradores esperando a que reflejara un mínimo de la grandeza que atesora, y allí se quedará un tiempo más. Excelente la reseña Gonzalo. Saludos
ResponderEliminar(he cambiado mi url, si estás interesado en continuar con mi blog actualizado en tu blogroll aquí está: http://www.ontheroutemag.com)
No he escuchado mucho de Wilco, pero sí que tengo entendido que este es un gran disco. Tus palabras lo corroboran.
ResponderEliminarUn abrazo!
Estamos de acuerdo, Sergio: a mí también me enamora.
ResponderEliminarA mí sí me convencen, y mucho, trabajos posteriores como "Yankee Hotel Foxtrot". Me parece muy acertada la evolución del grupo, Bernardo.
Puede gustar más o meno, Alex, pero su personalidad y su sello están ahí.
"Summerteeth" es otra maravilla, Agente. Muy de acuerdo en lo que dices de "Being There".
Mucha coincidencia en lo de "Summerteeth", Johnny, por lo que veo. A mí me parece uno de los grandes, grandes grupos de los últimos lustros, como digo.
Hay mucho y muy bueno en Wilco, Aurelio, Ya me dirás.
Es que el "Sky" es muchísimo, Marce. "Impossible Germany" es una de las canciones más pulcras que he escuchado en mi vida.
Pues sí, J, emoción y tristeza plasmadas con mucha finura y sensibilidad.
Quizá yo me que quede con "YHF", pero todo lo que es Wilco ya está anunciado en este magnífico doble, Addison. Gracias por lo del análisis.
Hombre, tanto como "Blonde" no sé, Joserra, pero magistral sí que es.
Está claro, Chals, todo lo que vendrá tiene aquí su precedente. Gracias por tus palabras, espero pronto tu visión del disco. (Miro ahora lo de tu url.)
Ya tardas en escucharlo, Evánder. ¡Seguro que te encanta!
Abrazos a todos.
Un disco al que me une una emoción especial...obra maestra indiscutible...su Exile In Main Street.
ResponderEliminarBastante hay, además, en "Being There" de los Stones y de "Exile".
EliminarUn abrazo, Antonio.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSolo por "what's the world..." para mi es de quinientos sobre diez el disco este. Siempre se dice que desde aquí ya nada será igual y puede que se tenga razón (aunque a mi me gustan todos sus discos menos el del camello), ya que el "toque orgánico" de este disco es un sombra muy alargada... Pero uno prefiere hacer la lectura inversa: seguir desde este monstruo, y a la altura que se ha logrado en varias ocasiones, es de "nivel elegidos" sin más en mis cuentas. En cualquier caso, "being there" ya es un oldie por derecho propio del rocanrol y sin más... ¿El texto? Otra viga maestra más, claro (a veces entro en la Ragged con fines puramente "hurtísticos" para la exiliada causa pero es que, joder, es imposible elegir... como un crío que se han dejado cerrado en una tienda de golosinas o similar). Abrazo !
ResponderEliminarYo lo que sí veo claro que las maneras de Wilco se asientan aquí. De todos modos, un oldie, así es. Muchas gracias por esos elogios, tú come las golosinas que quieras, je je je.
ResponderEliminarUn abrazo, Guzz.
Posiblemente el disco que más me gusta de esta banda, que si que puede que estén algo sobrevalorados, aunque esta primera época me llama más la atención.
ResponderEliminarAbrazos.
A mí me gusta toda su trayectoria, Savoy.
ResponderEliminarUn abrazo.