miércoles, 8 de noviembre de 2017

Coney Island Baby


La construcción de la carrera de Lou Reed en base a fuertes contrastes (de White Light/White Heat a The Velvet Underground, de Transformer a Lulu, de Street Hassle y Take No Prisioners a New Sensations) responde sin duda a criterios creativos del músico neoyorquino, pero cuando dichos contrastes llegan al extremo de yuxtaponer Coney Island Baby a Metal Machine Music, a la pura exigencia artística hay que unir una necesidad física de liberarse del brutal exabrupto noise que en forma de doble elepé había publicado muy a su pesar RCA. Sin embargo, si sacudimos el misticismo poético y bajamos la farándula al suelo de los humanos, las presiones de su discográfica y los acuciantes problemas económicos de Reed seguramente tengan un peso más importante en la existencia del elepé que nos ocupa que otro tipo de consideraciones telúricas u ontológicas.


Coney Island Baby, puesto a la venta en 1976, expurga cualquier atisbo experimental y se entrega a la canción rock —con los matices que ahora especificaremos— mediante ocho magníficas composiciones del autor de New York. Ligera, breve y feliz, Crazy Feeling expone su pop pegadizo como apertura del álbum. Aún más corta, Charley's Girl es también suave y pop, si bien su cadencia y su aroma caribeño la hacen diferente. She's My Best Friend reescribe el tema grabado originalmente por la Velvet Underground, alargándolo, endureciéndolo y convirtiéndolo en una nueva canción, pues en nada tiene que ver el tono naíf, amateur de la interpretación de los autores de Loaded con la profesionalidad y el dramatismo de la de los músicos que acompañan aquí a Lou Reed: Bob Kulick, Bruce Yaw y Michael Suchorsky. Kicks se va igualmente hasta los seis minutos, en los que Reed canta (o habla) sobre un fondo jazzístico en el que destacan los punteos de la guitarra de Kulick y las baquetas inquietas de Suchorsky. En el quinto de los cortes, Reed se autoproclama calmo y solemne "un regalo para las mujeres de este mundo", aunque sea la ironía la que riega el sosiego de A Gift. Ooohhh Baby es un rock and roll clásico de querencia glam a archivar junto a Hangin' Round. Nobody's Business se divide en tres partes claramente diferenciadas: una introducción que parece sacada de Berlin; un desarrollo country en la línea de la última Velvet; y un tramo final en el que el boogie y el ritmo se adueñan de la canción hasta completarla.

Coney Island Baby merece párrafo aparte. Al igual que en los posteriores Street Hassle y The Bells, el tema que da título al disco se eleva por encima de los que le rodean aumentando enormemente su trascendencia y valor. La que quizá sea la balada definitiva de Reed —con mención específica a "Lou y Rachel", su novia transexual de entonces— despliega su majestuoso tempo lento en el que disfrutar y dejarse llevar por las notas del bajo de Yaw, la guitarra solista de Kulick, la acústica y el fraseo de Reed, la batería de Suchorsky y los coros del productor Geoffrey Diamond, Joanne Vent y Michael Wendroff. Una absoluta maravilla que redondea un trabajo excelente que, personalmente y sin embargo, sitúo algo por debajo de otros del maestro estadounidense. En los antípodas sonoros y conceptuales, sea como fuere, de su antecesor Metal Machine Music.

9 comentarios:

  1. un lp estupendo aunque por debajo de berlin , new york y blue mask , tambien puede que sea peor que transformer aunque me guste mas y junto con the bells street hassle y legendary hearts lps no tomados demasiado en cuenta por la critica.
    aqui el gran lou en el clima de su drogadiccion escribe un lp lleno de estupendas canciones en una epoca que parecia que tenia que ser todo lo que publicase perfecto
    aqui sale del paso y con nota, un lp que me resulta mas agradable de escuchar que otros tan cacareados por muchos , aunque mi favorito aparte de new york es berlin absolutamente maravilloso
    por cierto estoy ultimamente escuchando su etapa 90s sigo sin entender bien porque en esa decada se volvio un pelmazo pero sobre gustos los colores

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  2. Tenía asumido que su MMM lo había grabado con plena conciencia artística, lo de la publicación a su pesar del disco por la RCA me descoloca, revisaré el manual de Victor Bockris de nuevo.
    Este "Coney Island" lo tengo poco trabajado, más como coleccionista-completista de su obra que otras cosa, poco puedo por lo tanto hablar de él. Tu entrada me sirve para prorrogar un ratito más la sesión nocturna y ponerlo sobre el plato. A ver qué tal.
    Abrazos,
    JdG

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  3. A día de hoy el disco que más me gusta escuchar de Reed. No estaba en antecedentes de posibles problemas económicos aunque si de las presiones del sello.
    Magnífica reseña y desde luego sólo por el título que finiquita el álbum ya merece la pena tener este elepé en un altar.
    Abrazos.

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  4. Es de mis discos favoritos del señor ... y la cancion que da titulo al disco, de las mejores que he escuchado en mi vida. De esas canciones que me permiten cerrar los ojos y viajar a un Nueva York que jamas conocere y en el que me imagino como un observador en mitad de noches lluviosas mientras la realidad discurre ... glory of love! ... estoy blando hoy ... borralo si quieres ;-)

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  5. También yo lo veo por debajo de los tres que citas (y de "Street Hassle"), aun siendo un gran disco. "Legendary Hearts" algún día acabará siendo reconocido, ya lo verás. No estoy de acuerdo con los que dices sobre Reed y la década de 1990: "Magic And Loss" y "Songs For Drella" son discos soberbios. Un placer tenerte aquí, Santiago.

    Lou Reed lo sentía como un disco que tenía que grabar, pero para RCA no fue plato de buen gusto publicarlo, Javier.

    Sí, también tenía problemas de pasta (y muchos) el amigo Lou. Gracias por lo de la reseña. "Coney Island Baby", la canción, no tiene precio, Addi.

    Ja ja ja, no lo borro, J. A mí también me pasan ese tipo de cosas, no te creas.

    Abrazos.

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  6. El tipo venia con el listón muy alto y mete una obra indefendible (en su momento) con este disco ,que le habrá dejado mas de un sinsabor a muchos pero que con el tiempo se fue corrigiendo .
    Lou ,ese artista que a la hora de hacer una recopilación casera te trae mas de un dolor de cabeza por sus diferentes mutaciones .
    Excelente reseña . Saludos maestro !

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  7. Yo tengo la quizá sea su mejor recopilación, Luther, "NYC Man", donde esas mutaciones se notan perfecta y, para mí, gozosamente. Muchas gracias por lo que me toca.

    Un abrazo.

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  8. Es cierto que el tema que da título se eleva demasiado, tanto que incluso le quita algo de valor al resto. Un disco excelente como excelente es tu reseña. Abrazos.

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  9. Estamos todos en la misma línea, Johnny. Y gracias por lo de la resaña, amigo.

    Abrazos.

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