No parece que vaya a reverdecer a estas alturas la vida discográfica de los Celibate Rifles, por eso podemos considerar Beyond Respect (2004) como su testamento, epítome de una carrera ejemplar que no se rindió a veleidades dictadas por la edad. You Won't Love Me lanza el cuchillo del high energy contra aquel oyente que pueda esperar que los años hayan moderado a la banda de Dave Lovelock y Kent Steedman, ¡ni de coña! Espectaculares riffs y solos de guitarra, una base rítmica rotunda y la voz grave de Lovelock dan vida a las canciones desde el primer momento, contundencia punk, garage y hard que solo cercenan la atmósfera psicodélica de la soberbia Alhambra —maravilla arquitectónica nazarí que sirve de inspiración a los autores de Roman Beach Party— y los suntuosos seis minutos de When We Meet Again, acechante medio tiempo que precede a las versiones del Nobody Knows de Destroy All Monsters y el My Generation de The Who (ésta oculta) que clausuran el trabajo. Fieles a los originales registrados, respectivamente, por norteamericanos y británicos, las lecturas de los Rifles suenan asimismo al quinteto australiano, virtud que éste tiene de apropiarse del material ajeno sin renunciar a su estructura. Homenaje a dos referencias básicas para los Celibate Rifle y cierre de un álbum excelente y de la obra en estudio de uno de esos grupos tan espléndidos como insuficientemente conocidos que pueblan el rock de nuestros antípodas. Cierre, lo repito, que a día de hoy se me antoja definitivo.
lunes, 13 de noviembre de 2017
Beyond Respect
No parece que vaya a reverdecer a estas alturas la vida discográfica de los Celibate Rifles, por eso podemos considerar Beyond Respect (2004) como su testamento, epítome de una carrera ejemplar que no se rindió a veleidades dictadas por la edad. You Won't Love Me lanza el cuchillo del high energy contra aquel oyente que pueda esperar que los años hayan moderado a la banda de Dave Lovelock y Kent Steedman, ¡ni de coña! Espectaculares riffs y solos de guitarra, una base rítmica rotunda y la voz grave de Lovelock dan vida a las canciones desde el primer momento, contundencia punk, garage y hard que solo cercenan la atmósfera psicodélica de la soberbia Alhambra —maravilla arquitectónica nazarí que sirve de inspiración a los autores de Roman Beach Party— y los suntuosos seis minutos de When We Meet Again, acechante medio tiempo que precede a las versiones del Nobody Knows de Destroy All Monsters y el My Generation de The Who (ésta oculta) que clausuran el trabajo. Fieles a los originales registrados, respectivamente, por norteamericanos y británicos, las lecturas de los Rifles suenan asimismo al quinteto australiano, virtud que éste tiene de apropiarse del material ajeno sin renunciar a su estructura. Homenaje a dos referencias básicas para los Celibate Rifle y cierre de un álbum excelente y de la obra en estudio de uno de esos grupos tan espléndidos como insuficientemente conocidos que pueblan el rock de nuestros antípodas. Cierre, lo repito, que a día de hoy se me antoja definitivo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lástima conocer a esta banda solo de oídas (¡qué digo!,... me encanta ese¡ni de coña! que hago mío en este momento)Como últimamente, y sirva de excusa ante mi ignorancia, recurro a las referencias que utilizas para coger ahora el triple de Destroy All Monsters que publicó Munster Records en 2014 y observar en sus créditos el "Nobody Knows" que ahora mismo pincho.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Los años radicalizan al sabio, que es tu caso, Javier. No tengo el triple de Munster (y lo quiero), pero "Nobody Knows" es un temazo. Los Celibate Rifles son una banda magnífica, si alguna vez puedes hacerte con un plástico suyo, no lo dudes. Este mismo que comento o "Roman Beach Party", por ejemplo.
ResponderEliminarAbrazos.