viernes, 11 de septiembre de 2015

Home Invasion


Heredero de la fortísima polémica surgida tras la publicación del primer elepé de Body Count y la censura de Cop Killer, Home Invasion (1993) se va a conformar como exuberante arma política tanto por su contenido como por las tensas circunstancias que rodean su creación y su definitiva aparición en las tiendas. El quinto disco de Ice-T se articula, pues, en torno a la lucha del rapero a favor de la libertad de expresión —lucha que viene de lejos— y en contra de un sistema que —representado aquí por su discográfica— acabará por no hacerse cargo del material registrado por la T Helada en 1992. Pospuesta su edición para febrero del año siguiente, la negativa de Warner a aceptar la portada será la gota que colme el vaso de la paciencia del autor de Power, quien, tras unas dudas iniciales, acabará marchándose de Warner y publicando su álbum bajo el sello de Rhyme Syndicate Records, es decir, autopublicándolo y encargándose Priority de la distribución.

Home Invasion ha quedado, bajo mi punto de vista, como uno de los trabajos más refinados y genuinamente combativos del hip-hop de los años noventa, haciendo corta e inútil la etiqueta de gangsta rap para un trabajo musicalmente arrollador. Pleno de funk y groove, Ice-T estiliza como nunca su contundencia en un trabajo magistral en el que ritmo y pensamiento político son indisociables y la reflexión y el mensaje son presentados en estampas urbanas de autodefensa que huyen del jeroglífico intelectual y llevan explícita su doctrina. Utilizando magníficamente samples de artistas como Mountain, Herbie Hancock, James Brown, Public Enemy, Ahmad Jamal, Curtis Mayfield o Funkadelic, Ice-T recorre durante una hora y cuarto adictiva la cara oculta y negra del Imperio, un mundo realmente violento del que las descripciones procaces y agresivas de Ice-T no son sino consecuencia lógica. La etiqueta de "Parental Advisory: Explicit Lyrics" que observamos en la parte inferior derecha de la portada sirve para limpiar las conciencias hipócritas de los padres puritanos y los políticos conservadores, pero rechaza de entrada un retrato de Estados Unidos que se vale de la agresividad existente para denunciar la brutalidad de un poder que se asusta de los tacos mientras sonríe a las balas. Es decir, se elude el meollo que hay bajo la dureza verbal y, de paso, se intenta anular la potencialidad artística de la música popular que denuncia al mismo tiempo que crea, que crea al mismo tiempo que denuncia. Una música, la de Ice-T y su Home Invasion, que no quiere renunciar ni a la belleza ni a la utilidad, aunque tampoco podría, pues la primera crece en la segunda y la segunda quedaría vacía de contenido sin la primera. Como uña y carne… o como negro y perseguido en la supuesta democracia yanqui.

6 comentarios:

  1. Ni idea Gonzalo, el hip-hop me es ajeno la verdad, pero lo cuentas tan bien que no te extrañe que me de una vuelta por este Home Invasion.
    Un abrazo.

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  2. Gracias, Addison. A mí el rap me gusta, pero muy pocos artistas destacan tanto como Ice-T o Public Enemy. Anímate a echar un oído a este "Home Invasion".

    Un abrazo.

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  3. lo poco que escuché de él suelto me parece siempre decente... Warner es de tener siempre problemas con los artistas? siempre leo algo malo.... salu2....

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  4. Esto es grande, JLO. Warner tiene muchos problemas, pero también otras discográficas y productoras.

    Saludos, majo.

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  5. Basico , masterclass de samplers , Algo mas como dices que un disco de gansta rap gracias aDios

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  6. Sí, mucho más. Bernardo. Los samples aquí están usados magistralmente, así es.

    Saludos, compañero.

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