jueves, 13 de noviembre de 2014

Four Sail



Marginado por culpa de su eminente predecesor (Forever Changes), la nueva formación que lo graba (aunque el líder, Arthur Lee, se mantenga), su querencia eléctrica (materializada básicamente en la guitarra solista de Jay Donnellan) y la avalancha de obras maestras del año en que ve la luz (1969), Four Sail, cuarto elepé de Love, es un trabajo excelente marcado por el influjo de la Jimi Hendrix Experience en el endurecimiento de un sonido que también remite a bandas como Vanilla Fudge o The Who; endurecimiento relativo y parcial —también hay que decirlo— que ni ofende ni oculta la magia pop —aquí sin orquestaciones ni vientos (excepto la trompa no acreditada de Always See Your Face)— de las magníficas composiciones de Lee.


August es la primera de ellas, y en sus cincos minutos se esconden los momentos más furibundos del álbum, salvaje jam comandada por las seis cuerdas de Donnellan y la batería de George Suranovich que se erige como cumbre de la carrera de Love. Sustituido por Drachen Theaker, desaparece el percusionista en los tres siguientes cortes, donde podemos encontrar folk y country psicodélico (Your Friend And Mine - Neil's Song), el inconfundible beat atmosférico de la banda (I'm With You) y rhythm and blues (Good Times), en el que Donnellan se sirve igual del punteo ácido que del agresivo. Las maneras nerviosas de Suranovivh se perciben inmediatamente al escuchar Singing Cowboy, y son sus continuos redobles protagonistas de este tema coescrito (única excepción en la autoría del disco) por Jay Donnellan. Las evocadoras melodía y letra de Dream dan paso a una de las canciones más potentes y conocidas de Four Sail, Robert Montgomery, donde además de la virtudes de unos Donnellan y Suranovich encendidos constatamos y corroboramos la notable y llamativa técnica al bajo de Frank Fayad, más cercana al jazz que al rock. Tan bella y abisal como su título, Nothing fundamenta su musicalidad en la improvisación, pues fijar acordes y armonías que describan la nada resulta mera entelequia. En Talking In My Sleep se lucen —epígonos del trío de Hendrix— Fayad, Suranovich y Donnellan, antes de que la ya mentada Always See Your Face cierre esplendorosa el camino andado. Arthur Lee añade aquí el piano a su voz y su guitarra rítmica, y, junto a la trompa de la que hemos hablado, nos mece con esta suerte de nana para adultos que, en palabras de Andrew Sandoval, es cuando más cerca se halla Four Sail "de la elegante complejidad de Forever Changes".


Siempre a la sombra del inmortal y tercer álbum de Love (hasta a mí me pasa, pues no dejo de nombrarlo), es Four Sail una obra cuya entidad está hoy fuera de toda duda, parida por un cuarteto en plena forma que, pocos meses después, publicará otro (doble) elepé registrado por la misma época (Out Here), en el que, aparte de esconderse algunos de los temas más largos del grupo (e incluso ¡un solo de batería!), la calidad seguirá siendo notable, muy notable. Pero, como suele decirse, ésa es una historia de la que nos ocuparemos en otra ocasión, pues demasiada enjundia tiene ésta que por Ragged Glory se ha paseado señorial, mas esclava de su pasado. La de Four Sail.

NOTA: La magnífica ilustración de Arthur Lee que acompaña al texto es obra de los amigos de El Ciento y Más Truenos Magazine, con los que me honra colaborar y a quienes va dedicada esta entrada.

10 comentarios:

  1. No tan grande como "Forever Changes" pero casi, además la portada me encanta y la ilustración comentada tambien.
    or cierto no conocia esas publicaciones en las que colaboras, me cuelo dentro.
    Un abrazo.

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  2. Muy cerca de "Forever", cierto, Addison. Lo que pasa es que mucha gente no le ha dado la oportunidad que se merece. En Más Truenos llevan tiempo publicando reseñas de mi blog que les parecen especialmente interesantes, y ahora han inaugurado un espacio dentro del magacín llamado Jazzed Glory, compuesto por discos de jazz diseccionados aquí. Tienen además un grupo llamado Algunos Hombres, con un debut muy interesante llamado "Temario".

    Un abrazo.

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    1. Lo he visitado esta mañana y me ha dado una impresión cojonuda, creo que me pasaré amenudo.
      Abrazo.

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  3. Toda la razón, un disco algo marginado, tanto que es el que menos he escuchado de este apreciadísimo grupo. Por cierto, magnífica ilustración. Un abrazo, crack.

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  4. ¡Muchísimas gracias Gonzalo! Un placer siempre leerte y una suerte contar contigo y tus fantásticos artículos para nuestra plantilla. Un abrazo!!

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  5. La gente se suele parar en "Forever Changes": craso error. Sí, la ilustración es de diez, Johnny.

    A ti, Marce. Que sea por mucho tiempo.

    Abrazos.

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  6. Me encanta este disco... No paro a comprarlo con Forever Changes porque no admiten cargos ni a favor ni en contra puestos frente a frente, son un mismo lienzo, uno quizá un tanto más Dorian Grey, allá cada cual. Gonzalo, ¿ha escuchado ya la joya sacada del olvido, Black Beauty de 1973? yo no puedo ser objetivo con Arthur Lee. Forever Changes me parece tan hermoso como perturbador. Four Sail me parece tan pendenciero como descacharrante, pero exige más atención a los detalles incluso que Forever Chages, eso, unido a lo impetuoso de la labor guitarrística y rítmica, quizá sea lo que le ha hecho pasar más desapercibido; eso, claro, y el propio carácter de Lee, demasiado humano y voluble para ser considerado el icono y genio que para muchos, como yo, estoy convencido que fue. Nada me alegró más que esa segunda juventud que vivió junto a Baby Lemonade, por mucho que él se empeñara en joderla una y otra vez... Grandes Love, muy grandes...

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  7. Justo acabo de leer de caimanes en la novela de John Connolly con la que ando, je je je. No, no he escuchado "Black Beauty". Claro que fue un genio Lee, vamos, y Love uno de los mejores grupos de todos los tiempos. "Four Sail" está lleno de detalles, es tan complejo como "Forever Changes", lo que pasa es que poca gente lo ha escuchado.

    Un abrazo, Caimán. (Y un gusto verte por aquí dos veces en tan poco tiempo.)

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  8. Tremendo disco, que la verdad con cada escucha me gusta más y más (gracias por tu grabación que me salvó de ser ejecutado por mi incultura sobre él).
    No seré yo quien ose a compararlo con Forever Changes que está ahí arriba intocable, pero esta es otra gema, joya, obra maestra o como la quieras denominar.
    Si que es cierto, que la mezcla de estilos en este álbum te deja muy tocado, porque hay de todo, desde la Jam del inicio muy bien descrita, pero a mi Talking in my sleep amigo me vuelve loco y como se parece cantando a Hendrix muchas veces, acertada comparativa.

    Abrazos.

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  9. Bueno, también he conocido muchas cosas gracias a ti, estamos empatados. "August" es probablemente mi tema favorito de Love, Savoy, y el disco es en conjunto arrebatador, pero "Forever Changes" quizá sea intocable como dices.

    Un abrazo.

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