lunes, 13 de mayo de 2024

Volunteered Slavery

Aunque uno sea defensor de toda su trayectoria, quizá sea a finales de los años sesenta del siglo XX cuando Rahsaan Roland Kirk vuela más alto, al publicar consecutivamente The Inflated Tear, Left & Right y este Volunteered Slavery que nos disponemos a comentar. Si el anterior disco había pivotado en torno a una voluntad vanguardista reflejada en los veinte minutos de Expansions, cuya voracidad abarcaba del jazz tradicional al free jazz pasando por la música culta europea, aunque su segunda mitad hollara terrenos menos experimentales, Volunteered Slavery se decanta en su primera cara por la tradición festiva que va del góspel al soul con parada en el R&B.

Los coros del tema inicial, que da nombre al elepé, huelen a plantación al principio y a iglesia en su desarrollo, además de citar con desparpajo el Hey Jude de los Beatles. Más prominentes, los coros son elemento esencial de Spirits Up Above, góspel, jazz y pop en  una composición hecha para enardecer al feligrés, digo al oyente. La versión del My Cherie Amour de Stevie Wonder y Search For The Reason Why, si bien una pieza es puramente instrumental y la segunda es cantada, recorren caminos hechos de pop, de soul, de bossa nova, de felicidad y de inmediatez en cortes de tres y dos minutos respectivamente. Sin abandonar del todo dichos caminos, la lectura de I Say A Little Prayer cobra mientras avanza forma de jazz, hard bop, yéndose a los ocho minutos en los que Kirk introduce en su improvisación unos segundos del A Love Supreme coltraniano, notas que no son casuales y que enlazan, como vamos a ver, con la segunda cara del álbum.

Si el primer cincuenta por ciento había sido grabado en estudio en julio de 1969, el segundo va a ser recogido un año antes y en directo en el festival de Newport. Comienza Roland Kirk explicando al público que lo que va sonar en la deliciosa One Ton son sus stritch, manzello, saxo tenor, flauta y flauta nasal (siempre moderado nuestro hombre), aunque se olvida del piano de Ron Burton, el contrabajo de Vernon Martin y la batería de Jimmy Hopps. De necios sería negar el protagonismo de Kirk, pero las teclas blues de Burton suenan también a gloria. Es en su segundo comentario cuando el autor de We Free Kings se acuerda de sus acompañantes y, con su habitual sentido del humor, bromea con su ceguera antes de presentarlos e introducir el tributo a John Coltrane que une Lush Life, Afro-Blue y Bessie's Blues, homenaje digno y respetuoso de Kirk (y su cuarteto) a su admirado Trane y sus diferentes facetas. Three For The Festival concluye el trabajo con un tema rápido que en su último tercio decelera y en el que brilla especialmente la flauta de Rahsaan Roland Kirk, cuya creatividad y amplitud de miras tiene uno de sus hitos en Volunteered Slavery. Una joya que no debe faltar en la discografía de cualquier amante no ya del jazz en particular sino de la música en general.



2 comentarios:

  1. Tomo debida nota de este trabajo del amigo R Kirk, ya sabes de mi querencia a este artista después de empaparme, durante muchos años, de su maravilloso "The Inflated Tears". Razón de más, según leo, si en este "Volunteered Slavery" aparecen versiones de Wonder e interpreta estilos de pop, soul y bossanova. Desconocía esta faceta más "comercial" de Roland.
    Abrazo,

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  2. Sí, aquí hay de todo, Javier. El disco es una maravilla, estoy seguro de que te va a encantar.

    Un abrazo.

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