lunes, 24 de noviembre de 2025

Point Blank

Sigue amamantando vástagos el high energy rock and roll ideado y patentado en Detroit la segunda mitad de la década de 1960. Que se lo digan si no a estas fieras de New Haven que responden al nombre de Killer Kin y en cuyo ideario dominan Stooges, MC5 y Motörhead. También hallamos ecos de Bored! y AC/DC en el trallazo que encabeza este single de 2024 y procedencia neerlandesa, un Point Blank que hace honor a su título y en el que manda el salvajismo del cantante Mattie Lea (alaridos heredados de Iggy Pop incluidos). La cara B la ocupa un tema del primer y homónimo elepé del grupo, composición propia y no versión de la canción de Pop situada en Soldier como podría pensarse al llamarse Mr. Dynamite. No menos potente que Point Blank, sí algo más breve, el bajo que lo abre trae inmediatamente a la cabeza a las mentadas huestes de Lemmy, pero el conjunto a mí me recuerda a los colosales Powder Monkeys, emparentados con los asimismo nombrados y asimismo australianos autores de Negative Waves. Nada raro si hablamos del rock crudo y visceral practicado por Killer Kin.



jueves, 20 de noviembre de 2025

Love It To Death

Tetralogías sobresalientes se las podemos arrancar a los Stones, a la Velvet, a la Creedence, a los Byrds, a Led Zeppelin, a AC/DC, a Black Sabbath, a los Beach Boys, a los Beatles… Y en la misma medida a Alice Cooper, que entre 1971 y 1973 graba cuatro elepés que son cumbre de la historia del rock, muestran una creatividad y originalidad realmente desbordantes y se sitúan a la altura de los creados por los grandes renovadores de la música del diablo en Detroit (MC5, Stooges y Funkadelic) precisamente por tener un discurso propio y no seguir reglas ajenas.

El tercer elepé del grupo da un giro a su carrera de la mano de quien se convertirá en mítico productor pero a la sazón es el joven y desconocido canadiense Bob Ezrin. La primera cara abre con tres himnos consecutivos de tres minutos cada uno: Caught In A Dream y su rock stoniano, la inmarcesible descripción de la angustia adolescente que es I'm Eighteen (una canción que nunca deja de estremecerme y emocionarme) y el garage rock de Long Way To Go, cuyo transcurrir anuda la potencia con el matiz circense que tanto trabajará la banda. Black Juju completa la primera mitad sumando en su duración la de los tres temas que le han antecedido, o nueve minutos de psicodelia concupiscente que adopta diversas formas entre la calma y la distorsión y cuenta con un espléndido solo de guitarra de Glen Buxton en su tramo final.

Versionada en los noventa por Asteroid B-612 o Sonic Youth, Is It My Body es una canción peculiar que no deja de ser un corte de dos minutos y medios de garage pero cuya estructura, ya desde su introducción, no es común. Hallowed Be My Name no queda lejos de Long Way To Go y precede a la trilogía que —yuxtaponiéndose sin solución de continuidad— va culminar el álbum de una manera sorprendente. La épica religiosa de Second Coming une sus postreras notas de piano a las de la apertura de Ballad Of Dwight Fry junto con la voz de una niña que pregunta a su madre por su padre, estremecedor viaje a la locura de extraordinaria y progresiva musicalidad que a su vez se funde con la lectura del Sun Arise de Rolf Harris, cuya felicidad ejerce de contraste inequívoco para decir adiós a Love It To Death. Los cinco melenudos que nos observan en la contraportada sumarían Killer, School's Out y Billion Dollar Babies para colocarse en un lugar privilegiado del que ya nadie podrá sacarles. El que ocupa Alice Cooper; el grupo, no el cantante.



lunes, 17 de noviembre de 2025

Siroco

"Notamos la influencia que sobre el guitarrista de Algeciras han tenido los músicos de jazz con los que se relacionó en los años anteriores, conservando sin embargo toda la esencia flamenca", escribe Faustino Núñez en las notas que acompañan a Siroco (1987). Lo hace para explicar el segundo tema del disco, una rondeña que Paco de Lucía dedica a su hijo, a Mi niño Curro. El músico andaluz ha absorbido aquí y allí, cierto, no ha cerrado a nada sus oídos, pero es flamenco lo que toca, lo que expresa su guitarra, seis cuerdas absolutamente sublimes en los ocho temas que conforman el álbum que hoy comentamos. Antes de Mi niño Curro ha sonado La cañada, abriendo por tangos De Lucía en compañía de Rubem Dantas al cajón y a la guitarra. La Barrosa y sus alegrías surgen de la playa chiclanera, potenciando las figuras melódicas y armónicas del autor de Fuente y caudal el taconeo de Juan Ramírez. Irrumpe la rumba mediante Caña de azúcar, acompañado Paco de Lucía por las palmas de su hermano Pepe y la segunda guitarra de José María Bandera. Palmas, jaleos y taconeo caminan junto con la guitarra en El pañuelo, que desarrolla unas espléndidas bulerías. Callejón del Muro es una minera done técnica y emoción llegan de la mano a la cima flamenca. Con los tanguillos para su hija Casilda, Paco de Lucía va finalizando el elepé, que concluye homenajeando a Manuel Serrapí, el guitarrista sevillano, mediante una soleá extraordinaria titulada, cómo no, Gloria al Niño RicardoSolo con Luzia en la década posterior igualará (o superará) Paco de Lucía los logros de este magistral Siroco, un trabajo perfecto que conculca cualquier división plausible aun en lo taxonómico entre arte culto y popular, pues aquí lo popular deviene culto y lo culto se rinde a lo popular.



jueves, 13 de noviembre de 2025

The Cat Walk

Frente a nombres habituales en sus grabaciones de finales de los años cincuenta y principios de los sesenta del siglo XX (Pepper Adams y Duke Pearson), llama la atención el de Philly Joe Jones, cuya batería solo suena en un elepé de Donald Byrd, el que sale de la sesión de 2 de mayo de 1961 en el estudio de Rudy Van Gelder que nutre The Cat Walk. Y la llama de verdad y desde el principio. La potencia de su baquetas y su peculiar sentido del swing se apropia de Say You're Mine, colándose todas y cada una de sus matizaciones —sin que el ritmo o el tempo de la pieza se esfumen— en los solos que suman, por este orden y muy brillantes, Byrd, Adams y Pearson. Duke's Mixture combina aires de jump blues y fanfarria en un corte bastante estentóreo en el que trompeta, saxo barítono y piano vuelven a improvisar en ese orden, Jones no deja de noquear al personal y el contrabajo del olvidadísimo Laymon Jackson se hace notar.

Si Duke Pearson ha compuesto los dos primeros temas, en el tercero se deja ayudar por Donald Byrd, un Each Time I Think Of You en el que, paradójicamente, el solo de Adams se impone por situación ordinal y cualitativa a los del trompetista y pianista, y Philly Joe Jones realiza dos pequeñas improvisaciones. The Cat Walk es la única composición de Byrd en solitario, siguiendo su alegre y vacilón motivo el de los andares del gato, o eso deducimos del título, y despuntando los tremendos breaks de Jones entre las intervenciones estupendas de Byrd, Adams y Pearson, en especial la de este último. Más aún descuella el genial baterista en ese huracán que es la adaptación del Cute de Neal Hefti, donde sí o sí el swing y el bebop son gobernados por Jones, quien, además, aporta un solo que es pura tensión dinámica. El sexto y último tema del álbum lo trae Pearson, un Hello Bright Sunflower que mantiene el espíritu hard bop del plástico con los diferentes apuntes estilísticos comentados, regalando al oyente nuevas y deliciosas improvisaciones de Donald Byrd, Philly Joe Jones, Duke Pearson y Pepper Adams. La elegancia del líder del quinteto apoyado en el Jaguar de la portada —como bien sabe mi querido amigo Javier de Gregorio— es correspondida por las notas musicales que contiene y sostienen The Cat Walk.

lunes, 10 de noviembre de 2025

Tema y variaciones para violín y piano

Escrita para Claire Delbos en el mismo año en que se casa con la violinista, 1932, esta obra de un tema y cinco variaciones de brevedad weberniana es una mera anécdota, un divertimento familiar, en comparación con obras maestras que Olivier Messiaen compondrá en el futuro como el Cuarteto para el fin de los tiempos o el Catalogue d'oieseaux; pero no por ello Tema y variaciones para violín y piano es desdeñable. No llegan a los ochos en minutos el total de seis movimientos en la versión que comento, Gidon Kremer al violín, Martha Argerich al piano modificando el sexo de los intérpretes que originalmente tenía Messiaen en mente: su mujer y él mismo. El letón y la argentina ponen en escena con una categoría incuestionable la partitura francesa, calidad técnica que expone como debe ser la musicalidad del autor y su peculiar lirismo, que aquí todavía alude a formas clásicas aun introduciendo disonancias y armonías de aroma vanguardista. No abandonará nunca del todo su mirada a la tradición, ni llegará a negarla como Xenakis o Cage, cierto, pero su trabajo conocerá una radicalidad mucho mayor que la de esta hermosa composición de juventud que hoy hemos querido divulgar.

jueves, 6 de noviembre de 2025

Se publica "Extensión y furia del relámpago", mi cuarto libro

Tras dos novelas —Madrid 3 (2004) y En los antípodas del día (2012)— y un libro de relatos —La figura de cartón (2019)—, llega mi cuarto libro y primero de poesía: Extensión y furia del relámpago. Si el tercero llevaba como subtítulo Relatos de juventud, dolor y violencia, este poemario no abandona el tono duro y oscuro de "una obra fundamentalmente dramática", como se dice en la contraportada. Antes de que Libros Indie me diera el visto y bueno y decidiera publicarlo, el libro, compuesto por poemas escritos entre 2006 y 2023, tenía otra estructura y había sido rechazado por alguna editorial. El caso es que decidí modificarla, aunque manteniendo los mismos poemas, y lo envié a Libros Indie, que, debido a mi decisión o no, aceptó mi propuesta. El poemario se divide en seis bloques de diferente extensión:

  • Aforismos, observaciones y consideraciones
  • Amor
  • Arte
  • Política
  • Infancia
  • Relámpago,

y aunque es posible que alguno de los poemas pudiera estar en un bloque distinto, creo que la división definitiva y las inclusiones respectivas funcionan bien y son positivas para el conjunto. Espero que disfrutéis mucho de Extensión y furia del relámpago. (Pinchando el título os enlaza con la web de la editorial para comprarlo.)

lunes, 3 de noviembre de 2025

Rock'n roll mama, Miéntelas

El rock and roll hecho en España y cantado en castellano difícilmente pueden tener mejor representación que este single de 1978 cuyas dos canciones también formaban parte del soberbio primer elepé de Burning, Madrid. Vía Little Richard, Jerry Lee Lewis, Chuck Berry, los Stones, Lou Reed o los New York Dolls, los de La Elipa escenifican su versión cheli de la música del diablo en Rock'n roll mama y Miéntelas, letras macarras y falocráticas no exentas de ironía e indiscutible solvencia instrumental —base rítmica, guitarra y teclas— que en el segundo corte se revela especialmente creativa y carismática, para mí uno de los grandes temas de los autores de El fin de la década. No es solo rock and roll, no, es un música espléndida y excitante que pocas veces se ha hecho tan bien por aquí, por mucho sonrojo que nos provoque escuchar en pleno siglo XXI eso de: "Miéntelas, miéntelas, ellas te prefieren así"… El modelo anglosajón no era mejor.