lunes, 1 de julio de 2013
Rant N' Rave With The Stray Cats
Sin la originalidad que aporta el punto de vista de los Cramps, la importancia de los Stray Cats radica allí donde residen sus limitaciones. El grupo que fue santo y seña del rockabilly en los años ochenta (y que con el paso del tiempo se ha convertido en un clásico del género), acudía directamente a las fuentes sagradas con la intención de celebrarlas, de revitalizarlas si se quiere, pero nunca con la de reinventarlas. De la materia prima (Gene Vincent, Johnny Burnette, Eddie Cochran, Elvis Presley, etc.) la banda de Lux Interior extrae —sin traicionarla— savia nueva; la de Brian Setzer, sin embargo, no se sale del manual, pero se sabe las instrucciones de memoria y las ejecuta con una precisión absoluta. O al menos a lo largo de sus tres primeros e imprescindibles discos. Rant N' Rave With The Stray Cats, de 1983, es el último de la trilogía y encierra clásicos de los gatos como la espectacular Look At That Cadillac (con acompañamiento de piano y saxo); la salvaje Something's Wrong With My Radio y el pedazo de solo de guitarra de Setzer; la vacilona (She's) Sexy + 17 (single del elepé); la balada I Wont't Stand In Your Way y sus fantásticos coros de puro doo-wop; o ese cierre en el que el trío se hace punk hasta en el título, How Long You Wanna Live, Anyway?, como si quisiera contradecir el purismo que en las primera líneas se le ha asignado, o, más bien, constatar la correlación existente entre el rock and roll primigenio y el que en los años setenta se inspiró en él para recuperar unos valores perennes, sencillos y, sobre todo, inmejorables. Como siempre, es Brian Setzer el protagonista de la función, por componer y tocar las seis cuerdas como los ángeles, pero que nadie olvide el contrabajo de Lee Rocker, la batería elemental de Slim Jim Phantom y la producción de Dave Edmunds: sin ellos todo se vendría abajo. De no ser por su homónimo debut, bien podría pasar Rant N' Rave como el mejor de álbum de los Stray Cats, aunque yo les recomiendo que añadan a éstos Gonna Ball y disfruten como cosacos del mejor rockabilly fabricado en la década de 1980. Lo de los Cramps era otra cosa.
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Hey, Gonzalo!
ResponderEliminarLa primera frase del -magnífico- texto me recuerda a una anécdota de Kike Turmix, que se pasó increpando al pobre Brian Setzer durante un concierto de sus Stray Cats en los 80's al grito de cosas como "Los Cramps, maricona, Los Cramps!", hasta el punto de que enviaron a un par de gorilas para reducirlo, con la suerte de que se escaqueó a tiempo.
Yo creo que "Rant N' Rave" es mi preferido de ellos, pero por la sencilla razón de que es el que tengo más escuchado (y sí, también es mi portada preferida de los gatos)
Rrrrrrock-On!
Pues yo me quedo con los Stray Cats si tengo que elegir y precisamente por esos temas donde meten coros a lo Doo woop, grande los gatos!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Cramps y Stray Cats, dos pilares fundamentales en mi vida (musical, vaya). Este tercer disco completaba una trilogía de ensueño y aunque lo situaría progresivamente por debajo de sus anteriores (Gonna ball y por supuesto el primero) es otra obra maestra. Me atrapaba, me atrapa y me atrapará (She's) Sexy + 17, será porque siempre me gustaron las jovencitas de diecisiete, supongo que se puede decir eso, no? Abrazos.
ResponderEliminarJoder con el Turmix, últimamente su nombre aparece mucho por aquí, Tyla. "Rant N' Rave" es mi favorito con el primero, aunque "Gonna Ball" sea también excelente, claro.
ResponderEliminarNos quedamos con los dos mejor, Savoy, pero los Cramps me parecen mucho más genuinos.
Se puede, se puede, no pasa nada. Hay mucha hipocresía al respecto, ya lo sabes. Con esos pilares, el edificio tiene que ser (y es) muy sólido, Johnny.
Abrazos por tres, amigos.
Opino igual, Zalo: un rockabilly de siempre tocado impecablemente. Se me hace muy alegre su música y el virtuosismo con el que tocan la guitarra es sugestivo. Con ellos el moverse no cuesta demasiado, y más si te gusta el rock ´n roll clásico.
ResponderEliminarUn saludo. Estupenda entra, Gonzalo.
Sí, la guitarra de Setzer es tremenda, Javier. Si te gusta el rock and roll seminal, tienes una cita llena de diversión con los Stray Cats, of course. Gracias por lo de la entrada.
ResponderEliminarUn abrazo.
No reinventaron el género pero le insuflaron una vida y una energía que -exagerando- parecía que lo habían inventado ellos.
ResponderEliminarMagnífico texto, Gonzalo. Un abrazo.
Te entiendo, Agente, la verdad es que la vitalidad de su música es arrebatadora. Gracias por lo del texto.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti.
Stray cats son palabras mayores revitalizan un género a punto de morir, redimén a rockers ingleses como Matchbox o Shakin Stevens que se encontraban perdidos y enseñan historia de la musica
ResponderEliminarSí, que lo revitalizan está claro, Bernardo. Gracias a ellos muchos miraron a los años cincuenta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa trilogia es imprescindible y este el mejor capítulo de la misma en mi modesta opinión, grande Gonzalo...
ResponderEliminarNos vemso ¡YA!
Al final lo vamos a declarar el mejor disco de los Cats, Addison. Horas para vernos, ¡de puta madre!
ResponderEliminarAbrazos.