lunes, 8 de diciembre de 2014
Los singles. 1983-1996
Nunca firmó el grupo navarro un elepé perfecto, redondo; la verdadera valía de Barricada (exceptuando quizá La tierra está sorda) está en canciones soberbias como algunas de las que contiene Los singles. 1983-1996, si bien también este doble CD enseña su lado más débil y facilón. (Y lo digo dejando a un lado consideraciones sentimentales, pues habiendo sido adolescente en Pamplona durante los años ochenta cuesta Dios y ayuda criticar en nada a la banda de El Drogas.) Lo que sí es fácilmente apreciable es la mejoría en el terreno compositivo con el paso del tiempo, pues siempre ha sido ése, y no el interpretativo, el punto fuerte de los autores de La araña. Veamos.
Iron Maiden, Leño y Thin Lizzy llaman a la puerta de uno de sus himnos primerizos que mejor han envejecido, Esta es una noche de rock&roll, con la banda oscilando entre el hard rock y el heavy metal. Los ecos de Leño y Rosendo vuelven a mandar en Lentejuelas, ácida crítica a los oropeles del mundo del rock and roll (y del espectáculo por extensión). Entre estos temas, otros mucho más flojos (Okupación, Písale) o directamente ridículos (Todos mirando). No sé qué hacer contigo es un curioso acercamiento al riff stoniano. Rojo, Bajo control y Patinazo son cortes totalmente prescindibles, pachangueros, aunque Animal caliente levanta el nivel. No pasa nada: lo bueno y lo mejor ya llega. Tan fácil, Correr a ciegas, No hay tregua y Por salir corriendo son todas canciones notables lírica y musicalmente, rock fuerte y callejero (con la excepción de la segunda, de guitarras menos distorsionadas) que define muy bien al grupo. Bahía de Pasaia iba a ser publicada en el cuarto disco de Barricada, No sé qué hacer contigo, pero Polygram la rechazó. Por suerte, Los singles la recuperaba para que se conociera la macabra historia del asesinato, en 1984 y a manos de la policía española, de cuatro miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas en Pasajes, localidad guipuzcoana muy cercana a San Sebastián. En el resto de cortes del álbum es difícil encontrar bajones, hallándose las composiciones más redondas de la banda: la tremenda y expeditiva En blanco y negro; la furibunda crítica a unas políticas migratorias que siguen cebándose en la Oveja negra; y la impresionante y desgarradora No sé bien por qué, portadora de versos concluyentes de Enrique Villarreal tales cuales "Todavía te quiero a mi lado no sé bien por qué" o "Cuesta un gran esfuerzo mantenerse sin caer", pecios que describen la vida con mayor (y dolorosa) exactitud que muchos tratados de filosofía. Destacamos también, y para concluir, Problemas (punk y high energy de la mano); El pan de los angeles, denuncia de la vergonzosa y durísima situación de los niños de la calle (meninos da rua) brasileños ("Escuadrones de la muerte / limpian la ciudad / pagan los comerciantes / en un silencio mortal"); y En nombre de Dios, que también sufrió la censura de Polygram porque se metía con el Opus Dei —caritativa organización que colaboró plácidamente con el general Franco—, e incluía llamativos coros gospel. Pues bien, que Dios se quede con los epígonos del Escrivá de Balaguer; nosotros, los amantes de la música del diablo, preferimos a Barricada con sus defectos y virtudes. Pecadores que somos.
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Caballero, escúchese el Doble Directo de Barricada. Eso es perfecto, para mí.
ResponderEliminar¿El doble del 90, Alex? Muy bueno, sí. Lo tenía en una doble casete que hace tiempo que ya no está conmigo, pero le saqué mucho jugo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este disco es para disfrutar y recordar, mi adolescencia no fue pamplonica pero en Bilbao los barricada eran y son mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchos recuerdos sí que trae. A pesar de algunos temas muy flojos, como digo, joyas con “Blanco y negro” y “No sé bien por qué” suben mucho la nota media.
ResponderEliminarUn abrazo, Addison.