El 8 de junio de 2008, Benigno Pendás publicaba un artículo en Abc (Viejo y nuevo nacionalismo) que resumía perfectamente las críticas que el nacionalismo español vierte hoy sobre el catalán, con la característica habitual de dicho nacionalismo: negar su existencia. Contertulios, columnistas y demás defensores de la unidad española podrán ser identificados perfectamente si entresacamos dos frases del artículo de Pendás. «Con sus luces y sus sombras, como todos los demás, España es una realidad histórica indiscutible, percibida dentro y fuera como una unidad desde tiempo inmemorial» decía en el segundo párrafo. Sin embargo, «Es una suerte no ser nacionalista», culminaba su artículo. No hay que ser un intelectual deslumbrante para darse cuenta de que algo (todo) chirría.
El artículo de Pendás giraba en torno al exlehendakari Ibarretxe y el nacionalismo vasco, pero es extrapolable al catalán o al gallego. Calificaba su
nacionalismo Pendás de «democrático» y «legal», frente al vasco, que no es legal ni democrático, claro. Es decir, ennoblecía su opción nacional, demonizando el resto de opciones, para terminar
negando que lo suyo fuera nacionalismo, sino defensa de una especie de principios
legales universales que el Sr. Pendás validaba y sancionaba como únicos e
inquebrantables.
Se puede criticar el nacionalismo tajantemente como hace, por ejemplo,
Tomás Pérez Viejo («La nación como concepto no es un asunto de teoría política
sino de estética»); ser nacionalista sin ambages, como Jose Mari Esparza
Zabalegi («Es mucho más eficaz y satisfactorio declararse abiertamente
independentista»); pero lo que no se puede es argumentar como nacionalista al
mismo tiempo que se niega: defender tu nación criticando el nacionalismo (insolidario,
malvado, etc.) del que se quiere separar mientras se galvaniza la
inquebrantable unidad de la nación superior e indivisible. ¿Entiendes ustedes?
Un auténtico disparate, un sofisma absoluto para disfrazar la desvergonzada
hipocresía del nacionalismo español, que seis años después de aquel artículo, y sin la excusa de ETA, sigue en sus trece.
Cualquier opción es válida si no hay violencia de por medio, nos decían entonces de manera muy cabal. O eso creíamos equivocados. Ausente el terrorismo en Cataluña, sirviéndose de métodos exclusivamente pacíficos sus representantes políticos, se ha visto que lo importante era —muertos o no de por medio— la sacrosanta y milenaria España inventada por quienes dicen —¡no, por favor!— no ser nacionalistas. Que baje Dios y me lo explique.
es un buen punto de vista.... y el nacionalismo para que sirve? además de servir para hacer guerras cuando es extremo.... salu2....
ResponderEliminarEl nacionalismo, Gonzalo, es fruto de la incultura. Vargas Llosa dice que se cura viajando y, desgraciadamente, muchos de esos nacionalistas (hablo del español, el catalán y el vasco), han viajado y leído poco. De todos modos, hay que respetarlo y considerar que hay que poner unas urnas para que los catalanes, de una vez por todas, decidan su futuro. Lo mismo con el vasco. Un abrazo, Gonzalo. Es un placer leerte siempre.
ResponderEliminarBrillante Gonzalo, en Euskadi este asunto ha sido durante décadas tema de mantel, café y patxaran tras comidas entre amigos y familiares, hoy lo es menos pero sigue siendolo.
ResponderEliminarAl final la pretensión de hacer desaparecer un "problema" negándolo es una cobardía y una prueba mas de lo tontos que son algunos, ademas de fascistas.
Repito, brillante camarada.
Abrazo.
La gran lacra en los tres (? ) últimos siglos ; y no hablemos de los regionalismos o menos aún de los cantonalismos ; reducir , dar marchar atrás ; excelente texto , da para mucho ; invitación a ampliar las fronteras , nuestra mente ; DE TODAS FORMAS , RESPETO ABSOLUTO AL SENTIR .
ResponderEliminarTodavía hay quien no se ha enterado de como está el patio...
Un aBRAZO !
En los nacionalismos, como todo en la vida, hay cosas positivas y negativas. Lo positivo, la irrenunciable seña de identidad que conlleva, lo negativo, la tendencia a excluir al otro. España es un país de países y los lazos de unión en muchos casos son más fuertes a nivel personal que a nivel general. La falta de educación y de tolerancia hacen que la exclusión tenga más calado. Si alguna vez voy por una Cataluña o una Euskadi independientes no dejaré de sentirme como en casa, aunque algunos se empeñen en considerarme extranjero.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Estupendo texto, gonzalo. Permíteme recomendar el libro coordinado por el profesor Carlos Taibo, "Nacionalismo Español. Esencias, memorias e instituciones".
ResponderEliminarUn abrazo.
Siento discrepar de Javier ; el nacionalismo no lo percibo como culaquier cosa de esta vida que tiene su punto bueno y malo ; soy incapaz de ver su lado positivo ; por naturaleza excluye lo distinto , lo diferente ; por tanto no acoge posibilidad alguna de mezcla , de sinergia , de enriquecimiento al fin.
ResponderEliminarSaludos
A mi los que me dan un poco de 'repelun' son los centralistas; que a menudo son autores de discursos similares a éste. Aunque me dan más repelun cuando -porque no me queda más remedio- oigo (que no escucho) conversaciones en las que se mezcla el futbol con el catalanismo o el españolismo... En España hay un sector de la población que parecen negarse a evolucionar a medida que lo hacen los tiempos; cada día los veo en la calle, en el café, en el trabajo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo no siento repelús por nadie sin embargo;siento haber sido malinterpretado;lo de siempre ,las palabras son demasiado aproximativas .de verdad que lo siento.no estaba en mi ànimo provocar reacción alguna de este calado.
ResponderEliminarSaludos
No creo en los nacionalismos , la Tierra es redonda y una sola para todos....
ResponderEliminarExiste, sirva o no, JLO. Lo malo del español es que no lo reconoce, como digo.
ResponderEliminarBueno, Vargas Llosa se ha convertido en uno de esos nacionalistas españoles que no se dan por aludidos. Yo creo también que lo catalanes deberían votar, como en Escocia, por ejemplo. Gracias por tus palabras, Alex, el placer y la suerte son míos al contar con un comentarista como tú.
Muchas gracias, Addison. En Euskadi y en Navarra hemos estado siempre megapolitizados, sé bien de lo que hablas. Muy de acuerdo con tu reflexión.
El nacionalismo es puro sentimiento (como el amor), y puede ser muy dañino y reduccionista. De todos modos, ahí está, querido Jesús.
Tus palabras pueden ser válidas, Javier, el problema es que hay nacionalismos como el español que no se reconocen como tal, y así es imposible funcionar. Que no me entere yo de que te recibe alguien mal por ahí, je je je.
Me lo apunto, Agente, gracias. He leído varios artículos de Taibo e incluso compartí con él adhesión a la plataforma "Juicio a Aznar".
Más que bueno o malo en general, Jesús, depende de cómo funcione en concreto. Todo en el mundo gira en torno al nacionalismo, lo que pasa es que hay naciones con estado y otras sin.
Los centralistas son nacionalistas españoles, Aurelio. Lo del fútbol y el nacionalismo es tan casposo que dan ganas de vomitar, te entiendo de sobra.
Jesús, creo que Aurelio no se refiere a ti, sino a Benigno Pendás. De todos modos, pudiera estar yo equivocado.
Un abrazo a todos. Veo que es un tema éste que levanta pasiones.
Claudio, ¡tú no puedes ser nacionalista, ja ja ja!
ResponderEliminarUn abrazo.
Desde luego que no era por tí Jesus, lo decía por Benigno Pendas y por otros elementos de ese calado con los que a diario no tengo más remedio que relacionarme.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un saludo de los independentistas Canarios que haberlos los hay.
ResponderEliminarAclarado, Aurelio. Gracias.
ResponderEliminarY que al menos se reconocen como tal, querido Jacinto.
Abrazos.
Por cierto la semana pasada murio Antonio Cubillo que en 1964 funda el Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC), organización de la que se convierte en su máximo dirigente. Crea también la bandera tricolor con siete estrellas verdes como bandera de la "lucha por la independencia y el socialismo para Canarias". El MPAIAC opta estratégicamente por una línea africanista, recurriendo a la exaltación de los antiguos aborígenes de Canarias. En 1976, el MPAIAC crea las Fuerzas Armadas Guanches (FAG) y emprende una serie de actos de terrorismo. En abril de 1978 Cubillo será víctima de un intento de asesinato que se le imputará a las fuerzas policiales españolas.
ResponderEliminarA su entierro asistieron miles de simpatizantes con banderas al grito de independencia ya. Toda una vida dedicada a la lucha por la independencia Canaria y una muy buena historia detrás para contarla.
Frepick Awañac
Puedo llegar a entender determinados detalles de los nacionalistas, sobre todo cuando ven usurpadas o maltratadas algunas cosas que deberían tratarse con más respeto aunque en líneas generales no comulgo con ninguno de ellos. Creo que el problema de los nacionalismos en España tiene mucho que ver con las lenguas, nunca ha habido una aceptación, normalización y convivencia de los diferentes idiomas por mucho que se diga, si ello no hubiese sido así quizás no habrían habido algunos grandes distanciamientos. En fin, tampoco tengo ganas de profundizar y debatir últimamente, venía principalmente a leer este texto que me anunciaste hace bastantes días y que tenía pendiente debido a días de agobio. Un abrazo.
ResponderEliminarCreo que el franquismo hizo mucho daño al respecto, Johnny. Durante la dictadura se perdió cualquier posibilidad de normalidad futura, aceptando que en España hay pueblos con diferentes lenguas y culturas. Lo que me horroriza del nacionalismo español es su falta de honradez intelectual.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
alguien me puede decir que quieredecir o una interpretación de la imagen 1
ResponderEliminarLa imagen se refiere al nacionalista español que llama nacionalistas a catalanes o vascos pero no reconoce su propio nacionalismo o unionismo exacerbado. Es de lo que hablaba yo en el texto.
ResponderEliminarSaludos.