miércoles, 11 de marzo de 2015
Marsalis Standard Time. Vol. 1
Creo sinceramente que las opiniones de un artista no deben servir de prejuicio (o, peor aún, pretexto) para valorar su obra. El sistemático ataque a las vanguardias jazzísticas llevado a cabo por Wynton Marsalis no puede llevar a tacharle de mal trompetista (como he leído alguna vez). Puede llevar a ignorar sus grabaciones si así se quiere (cada cual es libre de escuchar lo que le apetezca), pero una vez nos enfrentamos a ellas, su excelente fraseo y su brillante técnica no deben ser despachados alegremente o mandados al ostracismo con impunidad. Defenderemos Bitches Brew con pasión y argumentos todas las veces que haga falta frente a las —injustas, vacuas, ridículas— críticas de Marsalis, pero el enfrentamiento dialéctico y la radical disparidad de criterio no modificarán un ápice nuestro afán de neutralidad previo a la identificación, el estudio y la sanción definitiva de su trabajo.
Marsalis Standard Time. Vol. 1 (1987) supone el inicio de una costumbre que dará lugar a cinco piezas más: la de sumergirse en el pasado y traer de él clásicos a los que homenajear y sobre los que improvisar. Wynton Marsalis y su cuarteto viajan a los años treinta (excepto Autumn Leaves y dos temas propios, todo el material es de aquella década) para revivirlos en los ochenta, procurando que las adaptaciones no pierdan el espíritu que puso en pie los originales. Así y todo, aquéllas se acercan más a la versiones que de ellas ya hicieran Thelonious Monk, Charlie Parker, Bill Evans, Coleman Hawkins, Bud Powell, Charles Mingus o Art Blakey, situándose su resolución tanto en los aledaños del bebop como del hard bop. Durante la hora que dura el elepé, Marsalis desarrolla un estilo quizá poco novedoso pero defendido con mucha clase, en el que se ve la línea de grandes trompetistas que ha modelado su sonido: Louis Armstrong, Dizzy Gillespie, Miles Davis, Freddie Hubbard, Lee Morgan… De su instrumento surgen bellas imágenes musicales (atentos a Caravan, April In Paris, New Orleans, Soon All Will Know, Foggy Day o The Song Is You, si bien es preciso estarlo a los doce cortes) que son reafirmadas y consolidadas por el piano de Marcus Roberts "J Master" (solo en Memories Of You), el contrabajo de Robert Leslie Hurst III y la batería de Jeff "Tain" Watts. Una acción conjunta que no sería posible sin la inspiración provocada por Juan Tizol, Vernon Duke, Hoagy Carmichael, George Gershwin o Eubie Blake, autores de los modelos sobre los que se erige la brillantez de este Marsalis Standard Time en su primer asalto. A pesar de que Lester Young y Keith Jarrett no estén de acuerdo o de que Wynton abomine —verbigracia— de On The Corner y de A Jackson In Your House.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Arriesgar siempre conlleva críticas. Por cierto, escuchando canciones de este hombre, asombroso cómo maneja el instrumento... Qué disparate.
ResponderEliminarJA JA JA, cuando vi al "querido" Wynton -y antes de empezar a leerte- ya estaba pensando para mis adentros: fuck Marsalis, y vas y en el primer párrafo me desarmas. Tienes toda la razón, que conste, pero es como cuando David Lee Roth abandonó Van Halen, o se era de él o de Van Hagar... sin término medio!!! ;-)
ResponderEliminarPero bueno, evidentemente domina su instrumento como pocos (aunque veo la portada y no puedo evitar pensar en una comedia ochentera de Eddie Murphy, ups!).
Un abrazo, Gonzalo.
Un gran intérprete, Alex.
ResponderEliminarBueno, aquí me alegra haberte desarmado, Agente. La calidad de Marsalis me parece indiscutible… y lo de Eddie Murphy también, qué bueno, ja ja ja.
Abrazos, majos.
Apenas conozco algo de este músico. Bastante más de su hermano mayor, Branford.
ResponderEliminarBuen post, amigo, como siempre. Continúo aprendiendo.
Un abrazo!
Como ves, te recomiendo su música más que sus opiniones.
ResponderEliminarUn abrazo, Evánder.
Si he entendido bien..., ¿¿Guinston Marsalis le daba cera a la vanguardia jazzística??, ¡¡huevón!!..., y se debía quedar tan pancho soplando su saxo asomado a las terrazas de Hollywood, esperando a que las musas de Holland Drive le inspiraran. Ya me cae mal el tío...
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
El saxo su hermano, Javier, él la trompeta. A mí tampoco me cae muy bien, pero su música suele ser muy buena.
ResponderEliminarAbrazos.
Pues ya estoy aquí de nuevo. Yo siempre lo digo, hay muchos artistas en general con los que yo no me iría de cañas, pero eso no quita para que admire y defienda su obra. Por ejemplo, este señor y su enemigo declarado Miles. Yo con estos dos, ni cruzaba la calle.
ResponderEliminarEstá claro, no hay que confundir sensibilidad artística con bondad o amabilidad.
ResponderEliminarSaludos.