Cúrate
de la manía de buscar un asunto —una historieta, una anécdota, un
testimonio— en la pintura. Conténtate con lo que se vea y con la quieta
satisfacción que te procura el goce de una armonía de líneas, de una
equilibrio de colores, de una serena —o atormentada— combinación de
texturas, de intensidades, de valores, de tensiones. (La consagración de la primavera, Alejo Carpentier)
Pues pareciera que anda uno por una sala de un buen museo, contemplando al rato cada uno de los cuadros expuestos, muchos de ellos de estilos y épocas tan diferentes. Y si, muy de acuerdo con la anotación de don Alejo, mejor sumergirse en los cuadros y dejarse llevar por su marea. Abrazos,
Esa era la idea, Javier. Todo surge de un comentario que hizo Antonio López, diciendo que no importaba si una pintura se parecía o no a su modelo (y eso que él es hiperrealista). La abstracción ya existía en la figuración, al igual que en la abstracción hay figuración. Y de paso me he dado el gustazo de cambiar un poco, que nunca viene mal.
Pues pareciera que anda uno por una sala de un buen museo, contemplando al rato cada uno de los cuadros expuestos, muchos de ellos de estilos y épocas tan diferentes. Y si, muy de acuerdo con la anotación de don Alejo, mejor sumergirse en los cuadros y dejarse llevar por su marea.
ResponderEliminarAbrazos,
Esa era la idea, Javier. Todo surge de un comentario que hizo Antonio López, diciendo que no importaba si una pintura se parecía o no a su modelo (y eso que él es hiperrealista). La abstracción ya existía en la figuración, al igual que en la abstracción hay figuración. Y de paso me he dado el gustazo de cambiar un poco, que nunca viene mal.
ResponderEliminarAbrazos.
Hay un Matisse y un Van Gogh, sólo con esas dos obras ya se pone uno feliz.
ResponderEliminarAbrazos.
Sí, Savoy, dos pintores enormes y emocionantes.
ResponderEliminarAbrazos.