Tenía razón el querido amigo Don Guzz (y experto en lides roqueras) al decir que los tres álbumes que más evidentemente servirían para explicar qué es el punk rock serían los debuts de Ramones, Sex Pistols y The Clash. Más allá de disquisiciones protopunk y high energy (y sin olvidar el singular caso de los Dictators), cualquier mocoso o adulto curtido reconoce como punk primigenio los acordes sencillos y ruidosos de Blitzkrieg Bop, God Save The Queen o I'm So Bored With The U.S.A., por mucho que el mayor de los eruditos les diga que los Kinks, los Who, Mott The Hoople o los Pink Fairies (en el Reino Unido) y la Velvet Underground, los Stooges, MC5 o los New York Dolls (en los Estados Unidos) ya habían sentado las bases de aquellas canciones.
Varios son los matices políticos y estilísticos, sin embargo, que diferencian The Clash (1977) de Ramones y Never Mind The Bollocks. Si en el segundo y en la carrera de sus autores mandan la diversión y los problemas ligados a la adolescencia, y en el tercero, la irreverencia y el nihilismo libertario, en el debut del grupo de Joe Strummer la izquierda antiimperialista y revolucionaria deja su impronta en el mensaje de unos temas en los que —punk mediante y dominante— se cuelan trazas de rockabilly, pop y reggae (la larga versión de Police & Thieves). Exceptuando esta última, mandan las composiciones breves (cinco no llegan a los dos minutos) y explosivas, misiles socialistas antisistema y piezas míticas del rock inglés como Janie Jones, White Riot, London's Burning, Career Opportunities, Protex Blue o Garageland.
Pensado para atizar y entretener al mismo tiempo, el primer elepé de los Clash tendrá su continuación sonora en el no menos excelente Give 'Em Enough Rope, pero no será hasta el tercero de sus trabajos cuando los responsables de London Calling abran su abanico estilístico y dejen un sello indeleble (portada incluida) en la música popular. Aunque punkis, eléctricos y salvajes sea como yo los prefiera, es de justicia reconocer que los ecos de dicho doble plástico han tenido una resonancia superior a la de los dos anteriores. Pero ¡que vivan las crestas, los imperdibles y la distorsión, hostia!
Primer disco absolutamente ramoniano de los Clash.
ResponderEliminarMi debilidad en su discografía en el segundo, con esa oda a la amistad que es "Stay Free", con uso , ya, de guitarras acústicas.
saludos
Muy buenas, Santi. Yo lo de absolutamente ramoniano no lo veo, aunque concomitancias e influencias, por supuesto. Una versión como la de "Police & Thieves" nunca la harían los Ramones. Yo también adoro "Give 'Em Enough Rope", es mi favorito del grupo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí que es verdad que este primer disco tiene influencias claras de los Ramones, aunque hay más cosas; vamos, que ya demuestran un carácter propio.
ResponderEliminarSupongo que para la mayoría de los que no somos muy fans su momento cumbre es el "London calling", quizá por ser el más accesible, pero comprendo vuesto punto de vista sobre los dos primeros, que son imprescindibles para meterse en la piel de Strummer y sus colegas y disfrutar luego plenamente del otro.
Saludos mil.
El "London Calling" es su disco más reconocido, Rick, en eso estamos todos de acuerdo, pero yo prefiero los dos primeros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aquí la figura de Strummer es fundamental, de él sale la gasolina política, activista y reivindicativa que, unido al descaro del resto de la banda (y a su enorme capacidad de trabajo) hace de Clash la banda más poderosa de los 80 (algo parecido a esto comentaba Lester Bangs).
ResponderEliminarTuve la suerte de verles en directo en la presentación del "Sandinista" y no recuerdo haber asistido a un bolo que hubiese causado tantísima expectación. Cuando interpretaron el "Spanish Bombs" el pabellón se vino a bajo.
De sus tres primeras obras prefiero el "London Calling", además de estar producida por el gran Guy Stevens, ofrece de golpe toda la amplitud sonora y temática que el grupo londinense era capaz de dar.
Abrazos,
Totalmente de acuerdo con lo de Strummer, Javier. Creo que comentaba Fermin Muguruza que ver a The Clash en aquella gira le cambió la vida (o casi). Mucha gente es de tu opinión, y es que "London Calling" es un trabajo crucial.
ResponderEliminarAbrazos.
Completamente de acuerdo con la primera estrofa de tu reseña. Bueno en realidad estoy de acuerdo con toda la reseña. De todas maneras siempre he visto a The Clash un escalón por encima de los otros dos grupos mentados, por estilos utilizados en la ecuación y por una intelectualidad, agresiva pero intelectualidad, de la que los otros dos adolecen al menos en la intensidad que demuestran los de Strummer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Clash, claro, pero musicalmente los Ramones me parecen mejores, su personalidad fue absoluta. Aunque los tres primeros discos de los de Strummer sean cláshicos (perdón por el horrible juego de palabras, no me he podido resistir) y maravillosos.
ResponderEliminarUn abrazo.