A pesar de que el único cambio en la formación que graba el tercer y homónimo plástico de Message de 1975 es el de Günther Klinger por Manfred von Bohr a las baquetas, el rock pesado y psicodélico de From Books And Dreams muta en Message en uno que, sin abandonar tendencias hard y progresivas, se hace más accesible o comercial. Cierto que la macabra portada del segundo elepé del grupo germano-británico ha sido sustituida por una foto borrosa pero nada amenazante del cuarteto y que, aun teniendo tres temas más que su antecesor, Message dura menos; es decir, que ya se nos avisa antes de que la música empiece a sonar de que en ella puede haber novedades.
Before The Dawn es un corte potente de rock claramente setentero y muy melódico cuyo componente pop se hace progresivo a partir del movimiento orquestal que se adueña de la canción en su segunda mitad. Thoughts es en conjunto más contundente, miscelánea de funk, hard y progresivo realmente inspirada en la que las guitarras de Alan Murdoch, el saxo (y la voz) de Tom McGuigan y la base rítmica de Von Bohr y Horst Stachelhaus suenan sin fisuras. Si Is That The Way empieza siendo una balada, acaba acercándose al jazz (solo de McGuigan gobernando) y viajando a terrenos de suavidad lisérgica. Que el animado funk rock de I Can See The World, con coros femeninos en su pasaje final, traiga a la cabeza de alguien a los Red Hot Chili Peppers de Californication, por ejemplo, no significa que se haya vuelto loco aunque estemos en 1975. Waters podría descender, sin embargo, de los King Crimson más fornidos, ejercicio de rock progresivo sin ambages que triunfa especialmente gracias a los solos consecutivos y superlativos de McGuigan y Murdoch. Curiosamente, Horrorscope me recuerda a los autores de Red pero en su segundo periodo, el que encabeza Discipline en los años ochenta, giro estilístico hacia el funk progresivo y humorístico en el que Von Bohr añade percusiones. Back Home tiene también elementos funk (la guitarra rítmica, el bajo y la batería) conviviendo con otros de rock duro y progresivo que la hacen comparable a Thoughts. Train To Nowhere despide la función con una nueva ración de funk rock, si bien ésta más acelerada y frenética. La octava canción de un trabajo muy notable en el que Message buscaba nuevas formas de expresión y al que el tiempo no ha quitado lustre.
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