jueves, 12 de junio de 2014
Sour Mash
Cuatro años después de su debut —The Axeman's Jazz—, y aprovechando que los Scientists han dejado de funcionar y los Johnnys lo van a hacer pronto, Kim Salmon, Boris Sujdovic, James Baker, Tex Perkins y Spencer Jones resucitan a los Beasts Of Bourbon para grabar Sour Mash (1988), la que quizá sea su obra maestra. Más sinuosas y cercanas al Tom Waits reconstruido de Swordfishtrombones, etc. que en su primer elepé, las bestias hacen honor a su nombre al agarrar el blues por el pescuezo y moldearlo desde su temperamento rock, impúdica y visceralmente elegante. La atonalidad va ganando la partida conforme el álbum avanza y se hace más radical, imponiéndose en la segunda cara ese discurso áspero que no busca empatizar con el oyente, sino que, al contrario, sea éste quien se esfuerce y saque jugo a la música. Antes, la pulsión vitanda y catatónica de Playground y These Are The Good Old Days, cuya estructura remite absolutamente al autor de Rain Dogs, ya han avisado en la primera mitad —rodeadas por seis excelentes temas de mayor carga melódica si bien no menos peligrosos— de hacia dónde se dirige el grupo: hacia lo que encontramos dando la vuelta al vinilo. Ahí están Pig, Driver Man, Elvis Impersonator Blues, Flathead (The Fugitive) y This Ol' Shit, caídas en picado con Waits, Captain Beefheart, Birthday Party, Gun Club y el espíritu de los más atávicos bluesmen sobrevolando; tonadas aparentemente deslavazadas que hurgan en la fealdad para obtener de ella la poesía. Entre medias, una soberana versión del Today I Started Loving You Again de Merle Haggard, espectacular ejercicio de apropiación respetuoso y personal al mismo tiempo. Sun Gods pone fin austero e instrumental en nombre de los dioses de la estrella que nos da la vida, ésos que protegen a los artistas verdaderos aunque el proyecto al que se entregan —The Beasts Of Bourbon y Sour Mash en este caso— sea, en teoría, secundario en su carrera. Y no digo "en teoría" porque no sea cierto que el quinteto australiano haya sido siempre desenterrado en función de la vida y los avatares de los otros grupos de sus miembros, sino por la primerísima categoría de sus grabaciones, que en nada envidian a lo más granado que el rock de su país dio en los años ochenta y noventa. En Ragged Glory, por si a alguien le sirve, es la tercera vez que estos animales alcoholizados hacen su aparición. Descubran los motivos quienes todavía no se han atrevido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Conocía el nombre de Kim Salmon y de la banda pero -en estos momentos suena "This Ol' Shit"- tenía una idea equivocada de su propuesta, los asociaba con el revival garagero pero esto es (grandioso) blues 'pervertido'!!!
ResponderEliminarAbrazos, Gonzalo.
Ni puñetera idea, Gonzalo. A mi madre le gustan, pero nunca he escuchado nada más aparte de la canción This Ol Shit. Me tendré que poner con ello. Gracias por tu recomendación.
ResponderEliminarTrayeros de cojones, aunque no conseguí enganchar con su sonido; pero con las matizaciones que haces habrá que darle una escucha a este álbum, por si mi elección anterior no fue la correcta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Teniendo, como tengo, a "The Axeman´s Jazz" en el Supremo Altar del Pecado, leer esta entrada y comprobar las razones para calificar al "Sour Mash" como su obra maestra, me deja con la sensación de haber andado solo la mitad del camino. Intentaré, eso sí, terminarlo y en cuanto vea la oportunidad de adquirir este trabajo lo haré encantado, por el vicio, claro está.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Una banda totalmente necesaria, pero qué me dices de esa salvajada que es "The Low Road", y una joya auténtica como "Little Animal". Siempre me identifiqué mucho con la banda, a pesar de algún resbalón mantuvieron el tipo teniendo en cuenta su visión tan tortuosa del rock and roll. Me alegro que te gusten y espero que no sea la última vez que lea de ellos por aquí. Saludos
ResponderEliminarSí, van por ahí la bestias, Agente.
ResponderEliminarDe nada, Alex. Qué buen gusto tu madre.
Dales otra oportunidad, Aurelio.
Javier, vas a caer rendido ante "Sour Mash" cuando lo escuches. Sin duda.
Recuerdo tu entrada sobre "Little Animal", Antonio, ahí dejé un comentario. No te preocupes, volverán estas bestias a pasearse por RG algún día.
Abrazos para todos.
Me gusta que aparezcan estos animales alcoholizados por aquí. Personalmente prefiero mucho más el álbum debut pero sin duda esta banda tuvo feeling. Abrazo.
ResponderEliminarYo veo superior "Sour Mash", Johnny, bien que el primero es una gozada.
ResponderEliminarUn abrazo.