no te vayan a ver los turistas.
No sea que piensen
que en la ciudad hay
algo más que monumentos y museos.
Vete al extrarradio,
o mejor muérete.
No te queremos
junto a las flores
y las grandes avenidas.
Lárgate ahí donde
las aceras están rotas
y las mierdas de perro no se recogen.
Los pobres con casa
te lanzarán las mismas miradas de odio,
pero al menos estarás oculto
sin saber qué es la dignidad,
sobreviviendo, solo sobreviviendo.
Que aunque gobierne la derecha,
la izquierda o el centro
—gobierna el vil metal—
no eres plato de buen gusto para nadie,
ni nadie te espera al terminar el día.
Joder, Gonzalo, ese "Los pobres con casa/te lanzarán las mismas miradas de odio,/pero al menos estarás oculto(...)" me ha estremecido.
ResponderEliminarNos enfrentan, nos inducen a odiarnos: a los parados con los que trabajan, a los que tienen contrato indefinido con los que no, a los que tienen trabajo temporal pero a jornada completa con los que lo tienen por horas... a los pobres con los Pobres...
Sensaciones a flor de piel, Agente. Totalmente de acuerdo con tus consideraciones.
ResponderEliminarGracias por tus palabras y un abrazo.
Cada vez hay menos empatía, o esa es mi sensación. Abrazo.
ResponderEliminarEn nuestra sociedad es nula, la verdad. Los sirios han abierto las puerta de sus casas durante años a los refugiados y mira lo que reciben de Europa…
ResponderEliminarUn abrazo.
Jamás me había emocionado tanto con palabras tan reales. Estaría toda la vida escuchandote
ResponderEliminarLeerme es como escucharme por dentro. Muchas gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por eso escribo escuchandote, porque te oigo dentro.
ResponderEliminarUn abrazo.