jueves, 12 de noviembre de 2015

Legrand Jazz


En junio de 1958, el famoso compositor, director y pianista francés Michel Legrand reunía en tres diferentes y neoyorquinas fechas a muchos de los mejores músicos jazz del momento (es decir, de todos los tiempos) para conformar pequeñas orquestas que versionaran una serie de clásicos seleccionados y arreglados por él. De aquellas sesiones nacerá Legrand Jazz, un disco excelente en el que Legrand vuelca por primera vez todos sus esfuerzos en el jazz.

El 25 de junio, primero de los días, se dan cita once intérpretes (ocho en el cuarto de los cortes que seguidamente voy a mencionar) que, siguiendo las indicaciones del galo, crean lecturas bastante alejadas de originales como Wild Man Blues, 'Round Midnight, The Jitterbug Waltz y Django. Modificadas por Legrand tanto en estructura como en sonoridad, las piezas gozan de la siempre esencial presencia de figuras de la talla de Miles Davis, Bill Evans, John Coltrane o Herbie Mann, pero es en el vibráfono de Eddie Costa y el arpa de Betty Glamann donde más se significan las texturas creadas por las orquestaciones de Michel Legrand.


También son cuatro los temas registrados dos días después por un grupo de diez músicos en el que solo repite Herbie Mann con su flauta y en el que encontramos nada más y nada menos que cuatro trombones. Bajo la dirección de Legrand, Nuages, Rosetta, Don't Get Around Much Anymore y Blue And Sentimental vuelven a transformarse abducidas por su sofisticada y cálida batuta, versiones que se benefician además del saxo tenor de Ben Webster, el contrabajo de George Duvivier o la batería de Don Lamond.

La última de las jornadas de las que se alimenta esta grabación tuvo lugar un 30 de junio. Si en las anteriores eran once y diez, respectivamente, los participantes, aquí son quince las personas que se ponen a las órdenes de Michel Legrand, siendo el lazo que les une con la primera sesión el saxofonista alto Phil Woods y, con la segunda, el trombonista Jimmy Cleveland. Huelen a swing y a big band las potentes adaptaciones de Stompin' At The Savoy, A Night In Tunisia e In A Mist, que mantienen el sello de Legrand e incluyen cuatro trompetas en la sección de viento en lugar de los cuatro trombones previos, que ahora son dos.


Ordenados de una manera diferente a la mencionada —que corresponde a la reedición de Wax Time de 2011— en el momento de ver la luz, los once cortes que contiene Legrand Jazz siguen configurando tantísimo tiempo después de su publicación una rareza que aúna las capacidades solistas de auténticos maestros (incluso genios) de la improvisación moldeadas (digamos que hasta condicionadas) por un creador de formación clásica aunque de mente claramente abierta, capaz de colaborar con todo tipo de artistas populares, componer bandas sonoras, dirigir orquestas sinfónicas o enfrentarse a diferentes partituras para piano. Una rareza rica, armónica y poliédrica que a poco o nada se parece, pero que continúa mandando a quien a ella se acerca señales hermosas y sugerentes que jamás deberían caer en el olvido.

4 comentarios:

  1. Leyendo esta entrada (de un autor desconocido, debo reconocer) me llegan a la cabeza los ecos del enamoramiento mutuo del jazz y de la bella Francia, focalizado en la ciudad de París y en los garitos de su "rive gauche". Esta vez, por lo que leo, las grabaciones realizadas en la ciudad de los rascacielos con un elenco de genios quizás imposible de reunir en otra ocasión (lo ignoro).
    Lo tengo en cuenta.
    Abrazos,
    JdG

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  2. Normal que te lleguen esos ecos, Javier, aunque aquí el viaje sea a la inversa. No sé si otro disco contiene tal cantidad de figuras del jazz, de todos modos, muy recomendable.

    Un abrazo.

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  3. No conocía este disco. Es un joya. Que sonido. Aún más sinfónico que los de Gil Evans y Miles. Cuando oyes esos arreglos y a Miles es imposible no acordarse de esta pareja tan fundamental para el jazz.
    Me ha venido muy bien este disco pues últimamente estoy muy empanado co Monk y no escucho otra cosa.

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  4. Diferente de "Miles Ahead" o "Sketches Of Spain" en concepto y resultados, Luis, pero igual de interesante. Me alegra mucho que te haya gustado tanto el disco, aunque perderse una buena temporada en "Monk's Dream" o "Brilliant Corners" no está nada mal.

    Un abrazo.

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