The Real Folk Blues. Howlin' Wolf
La mítica serie The Real Folk Blues que Chess puso en circulación a mediados de los sesenta para aprovechar el tirón de la British Invasion, pues todos los grupos británicos de aquella oleada habían crecido sobre la base de los mejores bluesmen del sello de Chicago, tuvo como protagonistas a cinco nombres clave de la historia del blues eléctrico: Muddy Waters, John Lee Hooker, Memphis Slim, Sonny Boy Williamson y Howlin' Wolf, este último de quien nos vamos a ocupar. Publicado a finales de 1965 (o principios de 1966 según otras fuentes), la recopilación de material de Wolf contiene nueve temas de éste y tres de Willie Dixon (mayoritariamente grabados en la década de 1960) que en manos del autor de Moanin' In The Moonlight y los músicos que le acompañan devienen gloria bendita, en especial si hablamos de las composiciones propias y el Tail Dragger de Dixon. De las doce canciones que en poco más de media hora se ventilan destaca la inicial Killing Floor, conocida universalmente por las versiones de Jimi Hendrix y Led Zeppelin, pero que la lectura original de nuestro vocalista hace que nos sintamos más cerca de ese matadero donde acaba el amante traicionado plenamente consciente de que va ser engañado. Trasunto de Little Richard en la portada de su inmortal debut, Here's Little Richard, el Howlin' Wolf exageradamente sonriente de la portada es el que nos va a cantar —contradicciones del negocio— penas, disgustos y aventuras —blues— respaldado por su guitarra y armónica, otras guitarras, pianos, bajos y baterías; instrumentos que dibujan al hombre negro alejando el dolor a base de compases afroamericanos que interpretados por Wolf cobran una belleza prístina injertada en la sangre. La de su pueblo, sus avatares y, cómo no, sus melodías.
John Lee Hooker y el lobo aullador mis bluesman favoritos.
ResponderEliminarEl rasgo que mas me gusta del lobo es la fuerza arrolladora que expresa en sus interpretaciones.
Si añadimos a Muddy Waters, mi trío sagrado del blues eléctrico, Luis. La fuerza de Wolf es arrolladora, sí. De Hooker, por cierto, he adquirido hace poco una cajita de cuatro discos con singles de los cuarenta y los cincuenta que me tiene absolutamente enamorado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Decia Mr Wolf,"cuando estas muy jodido, sin dinero sin amor muy triste, eso es el Blues!!", gracias Gonzalo sabes que estaba esperando este articulo como agua de Mayo.
ResponderEliminarLo sé, lo sé, Claudio, gracias a ti. Si lo decía Wolf, va a misa. En fin, que ya era hora de que pasara por el blog este maestro del blues.
ResponderEliminarUn abrazo.
A parte del famoso "The London Howlin´Wolf Sessions" con las luminarias del Londres de entonces (Clapton, Winwood, Wyman & Watts), recupero ahora el que publicó el sello Doblón de Oro el año 1984, el número 21 de la serie "Original Blues & Rhythm & Blues". Le acompaña un texto de José Luis Álvarez donde habla (1984) de un artista del que no se había publicado ningún disco hasta entonces en España, salvo algún EP, aprovechando sus giras europeas en el Folk Blues Festival. Siempre lo he considerado un bluesman más rural que urbano, no se muy bien por qué, será por ese sonido de su voz tan tremebunda, tan de gruta ancestral.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Yo tengo sus tres primeros elepés (el tercero reeditado con título diferente años después), el que comento y su continuación. Las sesiones londinenses de Wolf las he escuchado pero no las tengo físicamente. Son la réplica al "Electric Mud" de Muddy Waters, disco éste que me gusta mucho, mucho. Rural o primitivo, sí, por esas cuerdas vocales que tanto cautivaron a Tom Waits.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier.