Si bien publicado en enero de 1962, Nina At The Village Gate recoge un concierto de marzo del año anterior de Nina Simone liderando su cuarteto en el mítico club neoyorquino. La exultante apertura de Just In Time, de gozoso solo de Simone sumado a su autoridad vocal, nos avisa de que lo que aquí se va a ventilar es de calidad superlativa. He Was Too Good To Me suaviza la velada al introducirse el cuarteto en el terreno de las baladas, siendo Al Schackman, Chris White y Bobby Hamilton muy sutiles con —respectivamente— guitarra, contrabajo y batería para que sea la voz y el piano de Nina Simone quienes ejerzan el protagonismo. En la misma línea funciona la hermosa adaptación del House Of The Rising Sun, muy diferente a las de Bob Dylan y los Animals o a la que ella misma registrará en estudio para Nina Simone Sings The Blues pocos años después. La única pieza instrumental que vamos a encontrar, Bye Bye Blackbird, es, además, la más larga del elepé y la que cierra su primera mitad con una Simone colosal a unas teclas repletas de swing y de blues. Una delicia, pues, que en su último tramo echa el freno y se vuelve introspectiva.
Sola al piano escuchamos a nuestra protagonista en la estremecedora lectura del Brown Baby de Bobby Brown, eterno canto antirracista que en la voz de Nina Simone paraliza el mundo y clama contra las injusticias sufridas por los negros en Estados Unidos… o en cualquier lugar del planeta. La breve Zungo, del nigeriano Michael Babatunde Olatunji, nos acerca a los ritmos africanos antes de volver a la lentitud, a las baladas y a Simone en solitario tocándonos el corazón con If He Changed My Name. La segunda cara y el álbum en vivo en el Village Gate son clausurados por la festiva y tradicional Children Go Where I Send You, con el público pasado y el oyente actual rendidos a un cuarteto que, ahora sí, deja espacio para el lucimiento de todos sus miembros. Aplaudiendo como el respetable presente, despido este texto reverenciando a una artista impresionante que no merece sino todos los parabienes posibles.
gracias
ResponderEliminargracias! https://shorturl.at/CNrhS
ResponderEliminarDe nada, un saludo.
ResponderEliminarEste acetato, independientemente de su importancia musical, que bien constatas, es una joya vintage para cualquier coleccionista de ediciones originales. Publicado por Colpix Records, recoge una serie de grandísimas grabaciones de la Simone de la época. En su catálogo caben desde "The Amazing Nina Simone", "Nina Simone At Town Hall", "Simone At Newport" y "Forbidden Fruit", a cual mejor.
ResponderEliminarPrefiero este "At The Village Gate" porque aquí Nina se encuentra "como en casa, en su club", así lo manifiesta también el texto del disco. Y se nota, Nina interpreta sus canciones como si se presentara ante un grupo de buenos amigos, se trasluce una calidez que envuelve el ambiente, lo transforma en algo íntimo, entrañable.
Es esta una de sus mejores épocas, sin duda.
Abrazo,
Son los discos de sus primeros años, una maravilla. A mí el directo en Newport me parece igual de bueno que el del Village Gate, Javier. Cierto que no existe la intimidad que hay aquí, pero musicalmente es espectacular.
ResponderEliminarUn abrazo.