Cualquier duda entre Let There Be Rock, Powerage, Highway To Hell o Back In Black es comprensible, dioses los cuatro del panteón rocker, tetralogía sagrada de la música del diablo y cumbre de AC/DC, la mejor banda de rock and roll de la segunda mitad de los años setenta y, sin dejarme llevar por el fan inflexible que llevo dentro, una de las diez mejores de todos los tiempos. Entre 1977 y 198o, el grupo australiano refina y hace definitivo un estilo ya de por sí excelentemente definido en sus tres primeros plásticos y registra una serie de obras maestras que corroboran una tras otra un estilo personalísimo del que se han aprovechado infinidad de creadores e imitadores, un sonido explosivo con más nutrientes que los de un bufé libre y una habilidad compositora digna de Muddy Waters, Chuck Berry o los Rolling Stones.
De los cuatro elepés citados, Powerage (1978) es quizá el menos reconocido en general, pero, a su vez, uno de los más queridos por los seguidores de los hermanos Young y compañía y por guitarristas de la talla de Keith Richards, Joe Perry, Eddie Van Halen o Slash. Y no es de extrañar, porque hablamos de un disco arrollador y salvaje ejecutado por un quinteto pletórico en el que la novedad es la entrada de Cliff Williams al bajo en sustitución de Mark Evans. La cadencia irresistible de Rock 'N' Roll Damnation, cuyo riff no tiene precio, inicia el festín de ritmo y decibelios con la elegancia de quien hace de la sencillez norma y perfección (perfección y norma). Down Payment Blues y su pétreo discurrir endurecen la función mediante otra canción perfecta que, con sus seis minutos, se proclama la más larga de las nueve que contiene el álbum*. Boogie rock de primera, el de Gimme A Bullet es, al contrario, el del tema de menor duración, previo a ese huracán veloz, macarra y vital hasta la médula llamado Riff Raff, el himno de la chusma y una de las composiciones definitivas de los autores de High Voltage. Claro que siendo AC/DC la materia a nadie puede extrañar que la segunda cara empieza con otra.
Sin City desarrolla su estructura de introducción, estrofa, estribillo, solo de guitarra, calma antes de la tormenta (bajo, batería y voz) y vuelta a la distorsión, a la estrofa y al estribillo para dar con una musicalidad infinita y unánime y una de las mejores letras de Bon Scott. What's Next To The Moon se arrastra amenazante hasta que explota, Bo Diddley y The Who en la recámara aunque el disparo sea inequívoca y genuinamente acedeciano. Gone Shootin' suaviza el sonido con su delicioso R&B vitaminado antes de que Up To My Neck In You nos golpee a la manera agresiva de Riff Raff, hard rock and roll hecho para enardecer al oyente una y otra vez. ¿Que no han quedado ahítos de violencia sonora? No se preocupen, llega Kicked In The Teeth, suerte de relectura de Let There Be Rock sin la parte solista y coltraniana de Angus Young que completa un disco descomunal que por sí solo situaría a AC/DC en lo más alto. Sumado a los tres que le acompañan en la primera línea de este texto, ya lo hemos dicho, si no proclamado, coloca a la banda en el mismo lugar que los tres artistas nombrados al cerrar el primer párrafo. Muy cerril, sordo o asustadizo tiene que ser quien no lo reconozca, digo yo.
*Cold Hearted Man, con Evans a las cuatro cuerdas, estará en la primera edición europea pero acabará no formando parte del conjunto.
Mi álbum favorito de la banda. Imprescindible!
ResponderEliminarJep Monic
No me extraña, amigo Jep. Imprescindible, totalmente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Entré en AC/DC ya muy mayor, con los 60 tacos a punto de cumplir, no es extraño entonces que no me hayan calado tanto como a generaciones roqueras más jóvenes. Por San Elvis que no desmerezco su gran diabólica aportación. Esa tardía entrada tiene el inconveniente de comparar un grupo (en este caso AC/DC) y su influencia con otros tantos escuchados y asimilados mucho más durante épocas anteriores.
ResponderEliminarA este tenor mi postura es la de ir adquiriendo sus mejores títulos (como este "Powerage") e ir completando su discografía básica, "Back in Black" y "For Those About To Rock".
Levanto mi pinta por ellos pero nunca estarán entre mis 10 grupos favoritos.
Abrazos,
Entiendo que no los tengas en tu top, Javier, pero AC/DC está a la altura de favoritos tuyos con la Creedence o los Byrds. Hasta "Back In Black" todos son obligatorios, luego hay algunos recomendables, como "For Those", "Flick Of The Switch" o "Stiff Upper Lip".
ResponderEliminarUn abrazo.
De los cuatro que mencionas y que son un maremágnum de rock and roll, blues y booguie, tal vez con el que más me identifico, el más macarra y devastador, aunque en realidad... ¿qué más dá?.
ResponderEliminarUn abrazo.
hola de nuevo , yo realmente poco tengo que decir que no se haya dicho ya de este discazo del copon, los discos con bon scott son totamente imprescindibles si te va este tipo de musica, y en mi opinion en aquella epoca solo los maravillosos tambien thin lizzy les hacian sombra, yo cuando opino que los 70 fue la mejor epoca del rock es por estos ejemplos como powerage, aparte que en los 80 no grabaron nada parecido , es que despues de powerage sacaron highway to hell que es ya la perfeccion absoluta
ResponderEliminarpienso que si despues de back in black no hubiesen sacado nada mas se les hubiese recordado como el grupazo y el clasico que son, pero hoy en dia quien paga 182 euros por verlos, yo no desde luego y menos con mercenarios en sus filas, como ese bajista que participo en aquel disco de janes addiction que era un engendro
yo ya los vi en las ventas en el 96 y fue unos de los conciertos de aquella decada
un abrazo
Cualquiera vale, cierto, Jorge.
ResponderEliminarDe acuerdo con lo de Thin Lizzy, Santi. Si AC/DC se hubiera plantado en "Back In Black", los Stones en "Exile On Main St." o Bruce Springsteen en "Nebraska" su obra sería perfecta, pero qué le vamos a hacer… Lo del grupo australiano hoy en día y lo del precio de las entradas es patético y vergonzoso. Yo no estuve en ese concierto, tuve que esperar a 2001.
Abrazos.
Me parece uno de los discos menos reconocidos de la primera época de ACDC. Una obra maestra. Abrazos.
ResponderEliminarSí, suele ser menos citado pero es igualmente magistral.
ResponderEliminarUn abrazo, Juanjo.