miércoles, 23 de septiembre de 2020

Abattoir Blues / The Lyre Of Orpheus

 
Hablemos de un disco doble o de dos discos en uno, Abattoir Blues y The Lyre Of Orpheus fueron publicados simultánea y conjuntamente en 2004 para dar con el que va a quedar como —el tiempo pondrá a prueba esta afirmación— el mejor trabajo de Nick Cave y sus Bad Seeds en el siglo XXI, y eso a pesar de que Blixa Bargeld ya no está en el grupo tras veinte años en él. La caja cubierta de tela que guarda ambos CDs y el hermoso libreto de hoja gruesa que trae las letras es el envoltorio ideal para el primoroso contenido musical que durante diecisiete canciones y ochenta y dos minutos nos va a deleitar.
 
 
Get Ready For Love, primer tema de Abattoir Blues, marca la tónica a seguir en contraposición con The Lyre Of Orpheus, volcado en el rock aquél y en las baladas éste con un par de excepciones intercambiables en ambos que sirven de nexo entre uno y otro disco además del sonido particular (y espléndido) de la banda. Funk, blues, góspel, garage, post punk, pop, etc. informan unas composiciones magníficas que, entre la voluntad melódica y grandilocuente y la disonancia e inmediatez noise, visitan espacios sabidos de los autores de Tender Prey pero que aquí fulguran como pocas veces. Cita Cave en There She Goes My Beutiful World varias de las referencias de su "hermoso mundo", poetas (John Wimot, San Juan de la Cruz, Philip Larkin y Dylan Thomas), un escritor (Vladimir Nabokov), un músico (Johnny Thunders), un filósofo (Karl Marx) y un pintor (Paul Gauguin), universo femenino ("she goes") poblado solo por hombres. Paradojas del patriarcado que alcanzan también al no machista.


The Lyre Of Orpheus, corte que abre y titula el segundo volumen, describe bien esa tensión que produce unir las guitarras retorcidas que podríamos escuchar al fondo de un garito y los coros más propios de alguna iglesia norteamericana. Dominan, sin embargo y como hemos señalado, las melodías sentimentales en bellísimos temas que tienen su paroxismo creativo en Easy Money, Carry Me y O Children, aunque en un momento dado Supernaturally apele a la vehemencia de There She Goes… Sea cual sea su intensidad o subgénero, es muy importante señalar que cada una de las canciones goza de los matices y la densidad de unas interpretaciones muy logradas; las de la voz y el piano de Nick Cave, el bajo de Martyn P. Casey, el violín, la mandolina, la flauta y el bouzouki de Warren Ellis, las guitarras de Mick Harvey, el órgano de James Johnston, el piano de Conway Savage, las baterías de Jim Sclavunus y Thomas Wydler y las voces de los coristas invitados. Cruciales todas para que Abattoir Blues y The Lyre Of Orpheus alcancen, en mi opinión, la categoría de obra(s) maestra(s) o de obligatorio dos en uno. Blixa se fue, la calidad se quedó.

5 comentarios:

  1. Además Gonzalo de ser su mejor trabajo del australiano y su banda en este siglo junto a Push the sky away, en este trabajo doble está uno de los mejores singles y más redondos que le he oído, ese Nature boy.

    Abrazos.

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    1. Savoy, háblanos un poco del caso Lidia Lozano. A Gonzalo le encantará oir la historia

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  2. Yo lo veo superior a "Push", Savoy. Gran canción la que dices, sí

    Pues no conozco esa historia que vincula a Savoy, Lidia Lozano y Nick Cave, anónimo, anímate y nos la cuentas. Por cierto, ¿qué te parece el disco?

    Abrazos.

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  3. Pues me falta este doble trabajo del aussie, aunque lo he escuchado un par o tres veces hace ya mucho tiempo gracias a la copia de mi hijo. Vagos recuerdos entonces. Con este artista emulo el curso del Guadiana, le seguí intermitentemente, desde su época con The Birthday Party hasta su extensa etapa en solitario, y aquí con grandes saltos entre disco y disco. No obstante, en esta casa se le considera como una de las referencias obligadas de las últimas décadas.
    Abrazos,
    Nota: vayan ahorrando los que piensen acudir a sus conciertos (si es que vuelven), su cachet es equiparable al de Daniel Barenboim.

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  4. Es uno de los grandes nombres de las últimas décadas sin duda, Javier. Te recomiendo vivamente este disco, aunque haya mucho que escoger en la carrera de Cave y los Bad Seeds. Yo no iré a verle en vivo, no pago esa pasta por nadie.

    Un abrazo.

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