Tercer sencillo del polémico Point Of Entry —asalto de Judas Priest al mercado gringo—, Hot Rockin' (1981) es una fantástica declaración de amor al rock and roll, la adrenalina que sube a una banda antes de saltar al escenario, "algún sitio donde pueda gritar y vociferar", en palabras cantadas por Rob Halford. No hace falta traducir ese estribillo ("I wanna go, I wanna go, I wanna go hot rockin'") que transmite por igual las sensaciones de los músicos "saliendo en busca de las luces brillantes" y del público esperando a que guitarras, voz, bajo y batería respondan feroces a cientos o miles de gargantas aullando. Acompaña a Hot Rockin' una versión en vivo de Breakin' The Law que hace del single galleta muy apetecible para los que gusten de ese terreno en que hard rock y beavy metal sellan acuerdos con un apretón de manos.
Me pregunto si en aquellos dias los grupos musicales llevaban una vida realmente frenetica. Parece que estar en conciertos entre USA y Europa, era pues una industria total, cada fin de semana habia la posibilidad de hacer pues una "fiesta". Supongo yo, estos grupos tenian una energia tremenda, pero a su vez con el paso del tiempo el stress de viajar y viajar los terminaba agotando fisica, mental y espiritualmente. En toda banda uno ve esas historias de como la banda se arma en felicidad, luego comienza el exito y las giras.... y finalmente cuando se logra exito, fama y dinero se disuelven y a veces desaparecen del mapa.
ResponderEliminarSí, Hugo, aquellas bandas tan exitosas de rock llevaban una vida de locos. La música rock en sus vertientes más duras está ligada, se quiera o no, a la energía física, pero en el caso de Judas Priest parece que el grupo ha aguantado el desgaste del tiempo.
ResponderEliminarSaludos.
Lo clásico e indudablemente bueno por siempre.
ResponderEliminarUno de los nombres inmortales del metal, Alexander.
ResponderEliminarSaludos.
Nunca fui muy aficionado al NWOBHM, ni siquiera cuando cayeron en mis manos un par de discos suyos ("Sin after Sin" y "Rocka´Rolla") en una subasta. He tenido siempre la tendencia de compararlos con los grupos seminales y originarios del estilo, Zepp, Purple, Sabbath, Uriah Heep, y claro, el resultado es claramente desfavorable. Filosofando un poco, los heavy 80 ingleses mamaron el mal ambiente thatcheriano, mientras que los paterfamilias de los 70 aun tenían algo que festejar. ¿O no?
ResponderEliminarAbrazos,
Hombre, si comparas a Judas o a Maiden con los que citas, los dos primeros salen perdiendo; es como si comparas a los Clash o a los Pistols con los Stooges, los MC5 o los NY Dolls. Dicho esto, Judas Priest me parece un muy buen grupo, para muestras singles como el que comento. Sí, con Thatcher se acabó la fiesta y empezaron los malos días para la clase obrera.
ResponderEliminarAbrazos.