lunes, 26 de junio de 2017

Red Led Or Death


Lo de Green Manalishi no podía haber caído del cielo. El debut homónimo de aquella banda navarra en 2005 nos dejó a unos cuantos absolutamente noqueados: un disco de rock parido en el norte de España que, tras varias escuchas —la emoción comiendo espacio a la lógica prudencia en cada una de ellas para devorarla desatada a la quinta o sexta audición—, se revelaba a la altura de clásicos como Appetite For Destruction, Secret Treaties o Jailbreak. Parecía un milagro, pero no lo era. Factótum de Green Manalishi, Txetxu Brainloster había militado anteriormente, junto con el genial Firehead y Leroy, en Mermaid, inolvidable trío pamplonica y antecedente objetivo de Green Manalishi que cerraba su carrera en 2003 con un álbum soberbio llamado Red Led Or Death.

Amantes del hard rock de raigambre setentera, aunque también de décadas posteriores, los miembros de Mermaid se muestran contundentes y refinados al mismo tiempo, una banda perfectamente engrasada y en su punto álgido. Silver Bullet y I Rock abren el álbum con una rotundidad y una virulencia que impresionan, rock pesado y lisérgico que a poco que se suba el volumen asalta los sentidos y te deja patidifuso: ¿Black Sabbath?, ¿Grand Funk Railroad?, ¿Kyuss? No, Mermaid. Boots Nights gana en funk sin ceder en potencia, un corte que se mueve entre Lenny Kravitz y Rage Against The Machine y en el que escuchamos por primera vez la trompeta de Ion "Get da Funk". Believe My Diamonds Are Forever But Betrayers —maravilloso título— parece cantada por Ozzy Osbourne y conjuga magistralmente las guitarras eléctricas con las acústicas durante sus cinco minutos de viaje cósmico. Si bien el grupo renegaba de la etiqueta stoner, no es descabellado colocársela a Gravity Goes y emparentar la canción con Queens Of The Stone Age. Woman Making Machine y su tremenda intensidad me hace equiparar a Mermaid con otras bandas que también a finales del siglo XX y principios del XXI —Zen Guerrilla, Tricky Woo, The Cherry Valence…— practicaban un rock de lo más aguerrido que mamaba por igual de Hendrix, MC5 o Deep Purple. Una corta fanfarria nos introduce en Southheaven Girl (Your Smile Is A Wind), hermoso corte atmosférico que deviene hard en su segunda mitad. Ya más o menos distorsionada, sin embargo, la guitarra de Brainloster domina con sus espléndidos arpegios, riffs y punteos el tema. Los casi siete minutos del instrumental Forgiven In The Awakening Of Sand son la prueba definitiva de la grandeza del trío vasco, aquí aumentado a quinteto mediante la guitarra solista de Ion Ulecia y la trompeta del otro Ion, el mentado "Get da Funk", que va a despedir la suite llamando a degüello junto con la batería de Leroy. La ascendencia high energy de la feroz Luchador queda clara en el riff stooge que le guía… hasta la victoria. The Last Giant y su rock duro y psicodélico a media velocidad culminan un trabajo impecable y las andanzas de un grupo modélico.

La foto que acompaña al álbum de los tres integrantes de Mermaid sentados con elepés de Led Zeppelin, Kiss, Thin Lizzy o Guns N' Roses termina de aclarar qué tipo de música se va a encontrar quien se acerque a él, pero no anticipa la exorbitante calidad de su contenido. Muy superior, seguro que para sorpresa de muchos, al de otros discos paridos a la sazón por artistas anglosajones de mucho más renombre y ventas. Aunque esa historia la hemos contado ya en tantas ocasiones que empieza a aburrir, justo lo contrario de lo que pretenden los sonidos registrados para Red Led Or Death. Descúbranlos, escúchenlos.

2 comentarios:

  1. No se porqué pero ganas tiene uno de volver por Navarra, sentarse en la entrada de un bareto de carretera, pedirse un vino de la tierra y una ración de chistorra y ponerse en los cascos este Mermaid. A los dos primeros estimulantes los conozco de sobra, no al tercero pero, por lo que comentas, seguro que el maridaje sería perfecto.
    ¡Aupa!
    JdG

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  2. ¿Chistorra, vino navarro y Mermaid en un bar de carretera? Glorioso maridaje, Javier. Discazo éste que comento, ideal también para tus audiciones nocturnas.

    Abrazos.

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