Como quien no quiere la cosa —un Fray Luis de León negro, neoyorquino y del siglo XX—, Sonny Rollins volvía a los estudios de grabación seis años después de haber registrado el magistral East Broadway Run Down para alumbrar su Next Album. Siguiente álbum que verá la luz en 1972 alejado del frenetismo free con el que, apoyado por Elvin Jones, Jimmy Garrison y Freddie Hubbard, se había despedido por una temporada. Es en realidad el Rollins melódico de toda la vida (el de Saxophone Colossus, el de The Bridge, el de What's New?) aunque con un sonido más moderno en los dos primeros cortes (Playin' In The Yard, Ponciana), a cuyo tono funky no es ajeno el piano eléctrico de George Cables y el bajo de Bob Cranshaw (solo en Playin', en adelante, contrabajo). The Everywhere Calypso, Keep Hold On Yourself y Skylark —el resto de la función— recogen un jazz más tradicional, calipso y bop, si bien Rollins unifica ambas facetas con su buen hacer al saxo tenor y soprano (en Ponciana); Cables se pasa al piano a secas, Cranshaw, ya lo hemos dicho, al contrabajo y David Lee sigue tocando la batería de la que Jack DeJohnette se encarga en el primer y cuarto de los temas. Del elepé, aun disfrutando de todo, me quedo con la última pieza, una extensa y exquisita versión de Skylark que recoge a Rollins con su banda y en solitario tocando espléndidamente. Un buen retorno el del autor de Way Out West que mejorará en potencia y riesgo el siguiente Horn Culture. Y que no se nos olvide, para cerrar estos apuntes acerca de Next Album, citar la percusión puntual de Arthur Jenkins.
He estado escuchando últimamente su "Newk´s Time" y me ha llenado ese sonido tan característico suyo, tan potente y al mismo tiempo delicado. Uno de los grandes, sin duda. Muy acertada la comparativa con Fray Luis de León, cada uno en su orden son poetas del alma.
ResponderEliminarAbrazos,
Sí, es un sonido muy poderoso pero accesible. Unidos por siglos de distancias, Fray Luis y Sonny, Sonny y Fray Luis. Mito o realidad, decíamos ayer…
ResponderEliminarAbrazos.