Rock industrial nacido a la sombra del grunge, el de Antichrist Superstar —obra maestra de Marilyn Manson publicada en 1996— está fortísimamente atado a su tiempo, por el sonido y la producción de sus canciones y la portada y el diseño del libreto desplegable que acompaña al CD. Uno lo escucha y lo mira e inmediatamente lo asocia a grupos como Nine Inch Nails (no en vano produce Trent Reznor, a su vez al mando en el debut de la banda, Portrait Of An American Family) o al Bowie de 1. Outside, pero también a míticos thrillers como Seven, cuyos títulos de crédito y atmósfera macabra serán influencia que trascenderá el celuloide.
Depravación, satanismo, horror, provocación nauseabunda, furia o delirio nietzscheanos, decadencia de occidente… estos y otros calificativos se pueden leer (o aportar) si el segundo álbum de Marilyn Manson salta a la palestra, si bien el concepto filosófico que inspira este viaje al antisueño americano resulta irrelevante ante el poder sofocante de la música que corre en paralelo, pues estamos ante un gran disco de rock and roll del que abjuran las mentes cerradas y por el que se sienten ofendidos (¡váyanse al carajo!) los idiotas de siempre. Hardcore, heavy metal, emo, electrónica, stoner y pospunk se cruzan y alían en la búsqueda de un discurso propio que avanza firme y poderoso gracias a la agresividad de Irresponsible Hate Anthem, The Beautiful People, Little Horn, Angel With The Scabbed Wings o 1996 y la oscura belleza de Tourniquet, Mister Superstar, Kinderfeld, Minute Of Decay o Men That You Fear. (Perdonemos la estupidez de los ochenta y dos microcortes que conducen a la pista oculta de rigor en muchos de los CDs de la década de 1990, en este caso la número 99. Sin comentarios a pesar de mi bondad exculpatoria.)
Ya sabemos que los yankis se toman en serio cualquier bobadita , véase el ejemplo. Cero sentido del humor para aceptar a un ahora más que aceptado gran bluff imitador barato de unos cuantos grandes.
ResponderEliminarLa estafa más grande de la historia.
Salute!
Hola, Orlando, en el caso de este disco no veo estafa alguna, sí en la forma en que la sociedad americana asume como peligros o provocaciones cosas que poco o nada tienen de eso.
ResponderEliminarSaludos.
De Marilyn Manson solo me ha llegado su celebérrimo "Jane´s Addiction", un disco, creo que todos coincidimos en ello, muy bueno. Su obra posterior me es desconocida. Era aquella una época en la que la profusión de novedades (sin llegar al desbarre actual) ya empezaba a ser alarmante. Costaba seguir a una nueva banda cuando otra ofrecía su atractivo primer trabajo, a la postre adquirido. Algo parecido me ocurrió con la banda de Perry Farrell & Dave Navarro, un primer aldabonazo, al zurrón, y después relegados ante la propuesta de unos (por ejemplo) Rein Sanction totalmente desconocidos.
ResponderEliminarAbrazos,
Creo que confundes a Marilyn Manson con Jane's Addiction, cuyo debut, cierto, es buenísimo.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier.
Amigo, pues tiene usted razón..., como los dos terminan en "on"...
ResponderEliminarGatillazo habemus.
Un discazo. Tarde en aceptarlo, pero hoy no tengo duda. Mucho mas que un pasatiempo en el tiempo que paso entre el grunge y el mal llamado rock independiente ... y lo que sea que despues haya venido como movimiento ... si es que ha venido algo que se pueda agrupar de alguna manera, claro. Saludos Gonzalo
ResponderEliminarCiertamente es una foto fija de aquellos años; el cine, el sonido e incluso la literatura están fuertemente amarrados a aquella época.
ResponderEliminarYo escuché mucho sus primeros discos, en especial este "Antichrist superstart". Y qué te voy a contar de NIN que también los nombras como hijos de su tiempo.
Tal vez estos últimos han sobrevivido más y suenan más habitualmente en la actualidad.
Abrazos.
A mí me impactó desde su publicación, J, y me sigue encantando hoy en día.
ResponderEliminarSí, NIN tiene más nombre y reputación, pero este disco de MM es igual de digno que "The Downward Spiral", Addi.
Abrazos.
Quizás este disco está fortisimamente atado a su tiempo como apuntas, Gonzalo, pero a mi particularmente me sigue sonando bien actual. Es corrosivo y perturbador, las letras y la música son algo así como la banda sonora del apocalipsis, pura rabia por la decadencia de una sociedad sin alma.
ResponderEliminarMucha gente opinan que fue solamente marketing, pero yo no lo veo así. Prueba de ello es que, 24 años después, seguimos pegándole orejazos a esta maldita obra maestra.
Estamos de acuerdo, Jep. Lo mismo decían (y dicen) del "Never Mind The Bollocks" de los Pistols, pero, marketing o no mediante, la música es fantástica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Exactamente, Gonzalo. Abrazos.
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