Días antes de grabar Ascensión. Ésta es la primera reflexión, o la primera idea, que me asalta al empezar a escribir sobre Transition. Y quizá dato de ayuda para el seguidor de John Coltrane que no conozca este disco póstumo publicado en 1970.* La diferencia es que aquí está el cuarteto mágico puro y duro, sin añadidos o extensiones. Los quince minutos de la pieza que titula el trabajo inundan el espacio de la violenta manera expresionista que ha dejado dictada meses atrás, aun como arranque a ensanchar, el mítico A Love Supreme. Coltrane, McCoy Tyner, Jimmy Garrison y Elvin Jones perforan nuestros sentidos en busca de la música total, si bien la dureza no es del extremismo que está por llegar en el mencionado Ascension y otros posteriores. Welcome rebaja la tensión con el clásico sonido baladístico del saxofonista de Hamlet, paz y "bienvenida" que nos preparan para la Suite en cinco movimientos que empieza moderadamente para tornar salvaje e ir alternando estados de ánimo durante veinte minutos largos. El cuarteto cruza un océano de religión y fuego (y digo el cuarteto porque los solos de contrabajo, piano y batería de Garrison, Tyner y Jones, respectivamente, son tan extraordinarios y sagrados como los rompedores soplidos de su jefe, y porque el acompañamiento de las baquetas del último marca el límite, diría que sobrehumano, hasta donde pueden llegar sin colapsar y de la mano la técnica y el frenesí) que deja anonado al receptor, pequeño e insignificante ante tal derroche de creatividad y energía. Si los tres primeros cortes son registrados el 10 de junio de 1965, el último, Vigil, lo será seis días después, estableciendo un poderoso diálogo entre John Coltrane y Elvin Jones que clausura con contundencia un Transition menos recordado que otros elepés de su autor pero que, una vez escuchado, se vuelve igual de obligatorio.
*Hablamos en esta entrada de la edición en CD de 1993 que elimina Dear Lord (que pasa a otro álbum póstumo que veía la luz el mismo año, Dear Old Stockholm) y añade Welcome y Vigil (que ya estaban en Kulu Sé Mama), aunque mantiene las dos mastodontes que significan el grueso del plástico.
Keep on Funky!!!!
ResponderEliminarFunk's up, but I hear no funk here.
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