Los retornos no suelen ser buenos consejeros en el mundo del rock, y casos tan dolorosos para mí como el de los Stooges sirven de ejemplo tajante. Sin embargo, existen excepciones que valen por todas las segundas partes decepcionantes, fallidas o inútiles que se imaginen. Dream Syndicate es claramente una de esas excepciones, con The Universe Inside (2020) a la cabeza de la razones para reivindicar una vuelta al estudio y a los escenarios que no merece sino cientos de aplausos. Y no quiero con esta afirmación negar el resto de producción desde 2017 —año en que los autores de Medicine Show retomaban su carrera discográfica con el espléndido How Did I Find Myself Here?—, sino valorar el radical riesgo tomado en un disco de casi una hora y solo cinco canciones.
Que dicho riesgo no sorprenda sabiendo de las influencias de Steve Wynn y compañía, capaces de grabar para su segundo elepé los cerca de nueve minutos del John Coltrane Stereo Blues, no quiere decir que no valoremos en su justa medida los veinte que, llamados The Regulator, abren sin concesiones ni miramientos el álbum. El subversivo jazz eléctrico de Miles Davis y principios de los setenta (el de Jack Johnson, Live-Evil y On The Corner en concreto), el krautrock de Can, el Battiato de Pollution, la psicodelia expansiva de Grateful Dead en directo y similares músicas enemigas de la facilidad anidan en esta pieza bellísima que se alarga sin piedad con el oyente corriente. Wynn, Jason Victor, Chris Cacavas, Mark Walton y Dennis Duck, con la ayuda del saxo de Marcus Tenney, se mofan de las convenciones conectando con el espíritu pasado de los artistas citados (que todavía perdura en grupos como Acid Mothers Temple o Kim Salmon & The Surrealists) en un movimiento de inclinación lo-fi que es búsqueda y hallazgo simultáneamente.
Cierto que un comienzo así de extremo hace peligrar todo lo que le vaya a seguir, si bien ese peligro lo capea la banda manteniendo la intransigencia estética. The Longing, o el corte menos extenso de todos, flota sobre una atmósfera lánguida que tiene puntos en común con el helador y testamentario Lazarus de David Bowie y, ya en su final, con Sonic Youth, además de ecos abstractos del Riders On The Storm de los Doors. Apropos Of Nothing empieza siguiendo una línea parecida pero sufre una transformación en su segunda mitad que la envenena y, tras un tramo puramente lisérgico liderado por los teclados de Chris Cacavas, pasa a revolcarse en el motorik made in Neu! Para cuando suena Dusting Off The Rust y se impone el modo instrumental en una maravillosa declaración musical hecha de funk, de jazz y de lounge ya queda claro que Dream Syndicate ha hecho la más especial de sus grabaciones, abriéndose camino hacia lo desconocido sin miedo o limitaciones. Y si no que se lo digan a The Slowest Rendition, último tema que lleva en su interior a Roxy Music, Eno, la Cinematic Orchestra y, nuevamente, Bowie en su aleación de electrónica, pop, jazz y rock progresivo.
El diseño de la carpeta (portada, contraportada y resto de imágenes) está íntimamente ligado a la experiencia que The Universe Inside supone y entronca con muchas de las referencias de las que me he ayudado para describir las características del álbum, en ningún momento para negar su originalidad, pues Dream Syndicate suena aquí a una nueva versión de sí mismo que, bebiendo de fuentes pretéritas (¿qué otras, si no?), plasma sus inquietudes creativas. Nada suena rancio o antiguo en esta obra sobresaliente; suena nuevo, genuino, puro. Y, sobre todo, fascinante. En mi opinión, uno de los mejores discos de lo que va de siglo. En palabras del propio Steve Wynn entrevistado por Juanjo Mestre, su "disco favorito de Dream Syndicate, y casi mi disco favorito de todos los que he realizado", con la intención de "ofrecer constantemente sorpresas en el camino". Una sorpresa a la que algunos estaremos siempre agradecidos.
Creo que los que me conocéis sabéis de mi devoción por los Syndicate, pero admito que con este disco me cuesta mucho. Conozco tu predilección por él, pero tiene ciertas características que a mi me cuestan.
ResponderEliminarAbrazos.
Sí, ya lo hemos comentado alguna vez, creo que por nuestros gustos a ti es el disco que más te cuesta y a mí de los que más me gusta. Sin embargo, compartimos devoción por "The Days Of Wine And Roses" o "How Did I Find Myself Here?", así que ninguna queja.
ResponderEliminarAbrazos.
He terminado hace muy pocos días una re-escucha de toda la obra de la banda, salvo su "Out of the Grey" que no tengo. Su rentrée con "How Did I Find Myself Here" me pareció fantástica, digna de un grupazo como ellos. Y este "The Universe Inside" su disco más revolucionario y experimental, abierto a un montón de buenas influencias que, como buen conocedor que eres, muestras en tu entrada. Este "The Universe Inside" me parece una obra que marca a la banda con una pátina de absoluta credibilidad temática. Interpretan excelentemente todos los palos que tocan, jazz, kraut, psicodelia, funk, low-fi, creando una sensación única, como si el disco se les fuera de las manos, volando hacia unos espacios de los que ellos mismos creo serían los primeros sorprendidos.
ResponderEliminarUn Lp fabuloso. Hay ya un antes y un después en "The Universe Inside".
Abrazos,
Muy de acuerdo con tu aportación, Javier, no creo que el grupo supiera que iba a llegar tan lejos, pero lo hace con una consistencia increíble. "How Did…" es un gran disco, sin duda, pero "The Universe Inside" es algo más, una obra maestra a equiparar con el "Lulu" de Lou Reed o el "Mantra Of Love" de Acid Mothers Temple: discos del siglo XXI que, influenciados por lo mejor del XX, proyectan una idea nueva e iluminadora.
ResponderEliminarAbrazos.