lunes, 27 de marzo de 2023

Left & Right

Los casi veinte minutos y nueve movimientos de Expansions hacen de esta enardecedora suite orquestal centro de uno de los mejores y más ambiciosos trabajos de Rahsaan Roland Kirk, Left & Right. Además de los típicos instrumentos de viento creados por Kirk se suman todo tipo de representantes de dicha familia musical, piano, contrabajo, batería, percusión y el arpa de Alice Coltrane. Es muy difícil definir una pieza de tal longitud y riqueza, pero detalles como el homenaje explícito a Charles Mingus y Duke Ellington en los títulos o la cita de La consagración de la primavera en una de las improvisaciones son pistas de lo mucho y extraordinario que vamos a encontrar.

Una miniatura con amplia sección de cuerda llamada Black Mistery Has Been Revealed ha abierto el elepé, cuerdas que no se van del corte que sigue a Expansions, un relajado y delicioso Lady's Blues cuyo parecido con su antecesor es inexistente. Posee la misma atmósfera e incluso duración, y recibe idéntica calificación nuestra, la adaptación del IX Love de un Charles Mingus que vuelve a aparecer por aquí. Hot Cha nos invita a bailar, claro, un eufórico chachachá, en contraste puro con la balada de Quincy Jones Quintessence, cuerdas sobre las que Kirk hace sonar (a gloria) su manzello. No abandona nuestro hombre el tono sentimental en los dos temas que completan el trabajo, aunque sobre la orquesta imponga otros saxos, el tenor en el I Waited For You de Gil Fuller y Dizzy Gillespie, y el stritch en el A Flower Is A Lovesome Thing de Billy Strayhorn, inequívoca segunda alusión a Ellington. Con cualquiera de los tres —manzello, tenor, stritch— crea Roland Kirk un ambiente embriagador, el placer de tocar que activa la constante admiración del oyente atrapado sin remedio.

Registrado en junio 1968, Left & Right gira inevitablemente sobre la soberbia pieza de la que nos hemos ocupado en el primer párrafo, pero ello no es óbice para disfrutar del resto, centrado mayoritariamente en asuntos del corazón y resuelto con la excelencia propia del invidente de Ohio. Dos caras del mismo artista, ése que venía de grabar The Inflated Tear y posteriormente publicaría Volunteered Slavery, conformando junto con el plástico hoy descrito una arrolladora trilogía que cualquier aficionado al jazz debe poseer.

2 comentarios:

  1. "The Inflated Tear", el único disco que poseo de esta recomendada trilogía, supuso para mí una auténtica hecatombe sonora. Pocas veces he llegado a integrarme físicamente con una obra tal y como lo hice con esta (hasta el punto de dibujar sobre el disco y escribir algunos versos sueltos).
    Roland Kirk es para mi un guía, un gúru, un chamán, un zahorí, un satélite que sigue dando vueltas y vueltas después de tantos años.
    Tomo buena nota de este disco y del siguiente, hasta completar la trilogía.
    Abrazos,

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  2. Conozco tu admiración por "The Inflated Tear", Javier, ya lo has comentado alguna otra vez. La trilogía debes completarla sí o sí.

    Un abrazo.

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